1962

{ARTÍCULOS DE OPINIÓN}

'El Artista'

El escritor y cantautor, Joaquín Carbonell, se adentrá en su novela en el rodaje de 'Viridiana'

Su página web se presenta con la frase 'canta y escribe'. Joaquín Carbonell es cantautor, periodista y escritor. En su curriculum se encuentra una docena de discos grabados, desde el primero 'Con ayuda de todos' (1976) al último 'Clásica y Moderna' (2008). Entre su amigos de andanzas musicales se encuentran Pi de la Serna y Joaquín Sabina, con quienes contó para su trabajo 'Carbonell canta a Brassens' y, por supuesto, su maestro y amigo, José Antonio Labordeta, de quien escribió la biografía 'Querido Labordeta' y con quien grabó el concierto 'Cantautores Aragoneses', junto a Labullonera. Ahora, ha regresado a la literatura con la novela 'El Artista'.

 

El 18 de mayo de 1961, la película 'Viridiana', de Luis Buñuel, conquistó en Cannes la Palma de Oro. El rodaje celebrado en Madrid supuso un cúmulo de asombrosas incidencias, que algunos tacharon de surrealistas. Como que el gerente de la productora (UNINCI), Domingo Dominguín, conocido comunista, fuera capaz de reunir en su casa, a la misma hora (pero en habitaciones distintas) a Jorge Semprún, líder del PCE en el exilio y a José Antonio Girón, exministro de Franco.


En medio de ese tumultuoso rodaje cayó Antonio Zaera, Antuan, un muchacho de Andorra (Teruel), nieto e hijo de mineros,  que estaba ejerciendo de camarero en Sitges, y al leer en La Vanguardia que Luis Buñuel iba a rodar en Madrid, se dijo que esa era su oportunidad de convertirse en artista de cine. Al fin y al cabo, Buñuel era de Calanda, un pueblo vecino del suyo. No podía fallar.

 

'El Artista' sumerge al lector en el apasionante rodaje de Viridiana, y le invita de paso a conocer el Madrid de aquella década de los 60, convulsionada por una sociedad que deseaba escapar de aquella jaula de prohibiciones, morales caducas, y persecuciones políticas. Todo vigilado por una Iglesia anclada en una enfermiza obsesión por el sexo.
Junto a esa España chata y amarga, bullía un Madrid de actores e intelectuales. Por allí circulaban tipos como Paco Rabal, Fernando F. Gómez, junto a diestros de ampulosa celebridad, como Luis Miguel Dominguín (padre del cantante Miguel Bosé), y extranjeros como Orson Welles, Hemingway,  Frank Sinatra, y la deslumbrante Ava Gardner, sumidos en una vorágine de fiestas y alcohol sin límite, que eran reflejadas por la plumilla despierta de jóvenes reporteros como Raúl del Pozo…


'El Artista' es el retrato fiel de esa década, "pero es también una novela de epifanía e iniciación. La que goza y padece Antonio Antuan, el protagonista, que se ve impulsado a crecer en un ambiente artístico y mundano, tan alejado del clima de contención y vigilancia que conocía en su pueblo". Amistades nacidas de la repulsa a la dictadura,  compañerismo, sexo desesperado, se unen a un desenlace inesperado que deja el lector sobresaltado, incrédulo ante ese final que rompe el curso de la novela que tiene en las manos.

 

'El Artista' plantea un dilema que pesa sobre las espaldas de este muchacho de Andorra: la carga de un destino que se ve infectado por las expectativas que su pueblo ha depositado en la carrera de este vocacional actor. Los hijos de localidades pequeñas, que han logrado escapar del agobiante clima de control, conocen esta palpitación. Antonio Zaera quiere ser el protagonista que su pueblo anhela, el 'artista' local. Y para ello, no duda, a veces, en acomodar la realidad a sus propios sueños./SPOONFUL



Autor: Javier Muro

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