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{ARTÍCULOS DE OPINIÓN}

'Ni lo ves, ni lo verás'

Segunda novela del autor inglés, M. J, Arlidge, y de la saga Inspectora Helen Grace tras la primera entrega, 'Tú te vas, tú te quedas', de la que ya hablamos en reseñas anteriores. En esta ocasión, el cadáver de un hombre es encontrado en una casa vacía y abandonada. Le han arrancado el corazón y se lo han enviado a su mujer y a sus hijos dentro de un paquete. Aunque todavía es sólo una sospecha, la inspectora Helen Grace sabe que no será la ni la única ni la última víctima. Habrá más. Se lo dice el instinto. Pero ¿por qué un hombre felizmente casado estaba tan lejos de su casa en mitad de la noche?


Los medios de comunicación hablan del culpable como de un Jack el Destripador al revés: un asesino en serie a la caza de hombres que llevan dobles vidas ocultas. Helen huele la ira que esconde cada asesinato. Pero lo que no puede predecir es lo inestable que es el asesino… o lo que le espera al final del caso.


Al igual que en la primera novela, la historia es dura y cruel con un trasfondo social que quiere remover conciencias sobre lo que hacemos y lo que aparentamos. Sobre lo que somos en realidad y lo que decimos que somos a los demás.


La prostitución, la desigualdad social, la familia y, por supuesto, el mal que atribuimos a los otros, a los que no entendemos ni queremos entender, son parte del eje que mueve esta segunda historia de la inspectora Helen Grace. Una mujer, una heroína, que vuelve a sorprender con su forma tan particular de hacer las cosas. Está bien que en la novela negra actual existan personajes femeninos complicados, fuera de las normas comunes y los clichés.


Arlidge intenta ponernos de nuevo entre la espada y la pared a la hora de elegir bando. ¿Es el mal tan claro como parece? ¿Qué hay detrás? Las cosas no siempre son lo que parecen y, en esta novela, en las acciones de sus personajes, no todo es blanco o negro. Existen los grises, tan importantes como los colores absolutos e incluso más, dependiendo de las circunstancias.


Vuelve a utilizar un lenguaje directo que ayuda a un desarrollo ágil de la trama, bien llevada hasta el final. Y respecto a los personajes, a diferencia de la primera entrega de la saga, están mejor estructurados y ya no existen los que son simples fantasmas que transitan por la novela de forma plana y sin el desarrollo oportuno.


Debo también hacer una mención especial a la forma en la que el escritor británico trata a la prensa. Son los periodistas en estas novelas poco menos que alimañas sedientas de sangre. Personajes sin escrúpulos ni corazón que sólo buscan el espectáculo, la morralla y lo macabro. Quizá en Inglaterra, donde trascurre la acción, sea común este tipo de periodismo, pero en el resto de Europa nos cuesta verlo así, sobre todo si uno lo es, como es mi caso.


Dicho esto, y al margen de la rabia que uno, será deformación profesional, siente al ver al periodista asociado constantemente al amarillismo, hay que ser realistas y asumir que de todo hay en la viña del señor, y que los programas sensacionalistas que a veces echan por televisión no ayudan a formar una opinión seria de una profesión que cada vez está más degradada.


En conclusión, es una historia que se lee de forma ágil y que mantiene la tensión y las ganas de llegar al final, cosa que últimamente, a pesar de lo que pudiera parecer, no es tan sencilla. Confesaré que ya llevo en mi haber, en lo que va de año, unas cuantas novelas abandonadas. Cosa que me enfada, pues siempre he procurado acabar todo lo que empiezo. Pero no ha sido posible. Una novela entretenida pero dura, no apta para débiles de estómago./Verónica García Peña autora de 'Bendita palabra' y 'De cómo Feliciano San Feliz quiso matar a sus vecinos'

 

* 'Tu te quedas, tu te vas'. Primera novela de la saga.



Autor: Verónica García Peña

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