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{ARTÍCULOS DE OPINIÓN}

El pequeño Nicolás

Con el título que he puesto muchos pensaréis que el artículo de esta semana va a estar dedicado a las “aventuras” de este personaje mediático que ha invadido por completo tertulias, informativos, reportajes, noticias, etc. Y no andáis desencaminados, pero no vamos a hablar exactamente de eso. Lo vamos a hacer de su sobrenombre.

Francisco Nicolás Gómez Iglesias se hizo célebre cuando fue detenido en octubre de 2014 acusado de falsedad, estafa y usurpación de identidad, y la prensa, al hablar de él, lo bautizó como 'El pequeño Nicolás'. Ahora, tras su repentina fama, el protagonista prefiere que se le llame Fran y yo, de verdad, casi lo prefiero. No tiene tanto gancho, lo sé, pero es más adecuado. Cierto que tertulianos y periodistas no le hacen mucho caso a ese respecto y sólo Telecinco le llama Fran (salvo los informativos que tienen licencia para saltarse la petición).


Muchos, sobre todo si pertenecéis a mi generación, cuando saltó la noticia de lo que hacía y deshacía este muchacho, quizá el sobrenombre de 'El pequeño Nicolás' no os recordó a este chico sino a otro chaval más entrañable y simpático. Mucho más. No hay comparación.


Habrá quien no sepa de qué hablo. Normal. Han pasado muchos años. Pero para otros, para mí, los recreos, las vacaciones y las aventuras del pequeño Nicolás, el de verdad, el de siempre, el que nos acompañó horas y horas, no se olvidan. Los periodistas que bautizaron así a Fran, de seguro, también disfrutaron en su día con el auténtico Nicolás.


Y bien, ¿quién el verdadero Nicolás? ¿De qué estoy hablando?


El pequeño Nicolás (Le petit Nicolas) son una serie de libros infantiles escritos por el francés René Goscinny, creador de personajes como Astérix y Obélix, e ilustrados por Jean-Jacques Sempé. Todos los libros cuentan historias cortas, narradas en primera persona por el propio Nicolás, un chico travieso de unos seis años proveniente de una familia francesa de clase media durante los años 50, con las que desternillarte. Yo las recuerdo con mucho cariño.


Fran no quiere que se le llame 'El pequeño Nicolás'. No sé si habrá alguna vez leído alguno de los libros de Goscinny, pero estoy segura de que lo evita para que no le tomen por un niño. Es decir, para que le traten como un adulto y no como un crío de seis años que comete travesuras. De hecho, creo que seguramente no los haya leído, aunque sí sepa de qué van.

 

A Fran le pega más estar horas delante del televisor centrando su atención en personajes como el que Mahershalalhashbaz Ali interpreta en la estupenda serie House of Cards. Es Remy Danton, un cabildero, lobista o conseguidor. Por cierto, quien aún no haya disfrutado de esta serie, que se anime. Es fabulosa. Su primera temporada es muy buena y la segunda también. Tiene un primer capítulo que te dejará con la boca abierta y un final sobrecogedor.
Pero volvamos al nombre, a lo que nos interesa. Yo le agradezco a Fran que quiera ser Fran porque mientras él se dedicaba a jugar a ser lobista, nuestro Nicolás, el auténtico, se lo pasaba pipa con sus amigos (Clotario, Alcestes, Eudes, Godofredo, Joaquín, Agnan, Rufo, Majencio…) y nos mostraba de forma divertida la vida, ingenuo e inocente, enseñándonos las contradicciones del mundo adulto. Ya veis. Nada que ver. Ni un poquito.


No sé qué será de Fran, pero sí sé lo que yo voy a hacer esta tarde. Voy a bajar al trastero, voy a abrir la caja de cuentos y novelas infantiles (no me entran en casa) y voy a buscar las maravillosas aventuras de Nicolás, el de verdad, el mío, el de siempre. Me las voy a leer y voy a volver a ser niña, aunque en el fondo, debo confesar, que nunca he dejado de serlo./Verónica García Peña autora de 'De cómo Feliciano Feliz quiso matar a sus vecinos'.



Autor: Verónica García Peña

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