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{ARTÍCULOS DE OPINIÓN}

Elevar el espíritu dando pedales

“Cada vez que veo a un adulto en bicicleta –decía Wells-, pienso que todavía hay esperanza para la raza humana”. Probablemente, el autor de ‘La guerra de los mundos’ no se refería estrictamente a las carreras ciclistas, sino que su percepción era un tanto más amplia, más cercana a la filosofía y a su condición de aficionado a observar el mundo. Aun  así, bien valen sus palabras para mostrar cierto optimismo hacia nuestra especie. Mientras los titulares del día siguen enfangados en casos de corrupción y en atajos de tipos sonrientes que se saltan la Ley –sea en Madrid, Valencia, Barcelona o Andalucía- para alcanzar la condición de marajá de las comisiones ilegales, por las carreteras y bajo un sol que derrite el fuego los ciclistas que disputan la vuelta a España persiguen sueños imposibles sobre simples bicicletas.


Es cierto que en el ciclismo también hay quien cae en la tentación de los atajos, pero a diferencia de los protagonistas de los titulares periodísticos eso no les libra ni de las pendientes que apuntan al cielo ni del vértigo de los descensos suspendidos de la confianza en la Ley de Gravedad. Tampoco de las lenguas de fuego con las que ruge 'el Lorenzo' en agosto. No es excusa, el que la hace la debe pagar, pero la norma debiera afectar a unos y otros, también en el día a día.


Los ciclistas hace tiempo que no ocupan portadas de periódicos ni aperturas de informativos televisivos, tan sólo si alguno da positivo en un control antidopaje o es atropellado por una moto como le sucedió a Peter Sagan. Lo deportivo del ciclismo no interesa siquiera a los medios deportivos. Y es triste porque en el ciclismo hay significativos ejemplos de la esperanza de la que hablaba H. G. Welles. Durante la primera semana de la Vuelta hemos visto a un joven líder, el colombiano Esteban Chaves, que gana –ya ha vencido en dos etapas- y nunca pierde la sonrisa. Una especie de Usain Bolt de las dos ruedas, que como rezaba un oportuno y divertido tuit tras la victoria del jamaicano en los cien metros… “soy siete veces más fuerte que tú, muy veloz y siempre estoy de buen humor”. Tampoco pone mala cara cuando las fuerzas no la dan para seguir el pedaleo de los mejores como sucedió en la Cumbre del Sol. Chaves, además, es un ejemplo de resistencia a la adversidad. Un accidente en el que se dañó seriamente el nervio de uno de sus brazos estuvo a punto de bajarle de la bicicleta para siempre. No ha sido así, parece seguro que el colombiano, tal y como, describía Scott Fitzgerald, sentía “unas ganas desesperadas de correr en bicicleta hasta el final de una larga carretera blanca”. Así lo ha hecho, así lo está haciendo durante la Vuelta 2015.


En la Cumbre del Sol –con rampas cercanas al veinte por ciento- cruzó la meta en primer lugar un especialista contra el reloj. Tom Dumoulin se coló en los primeros puestos de la clasificación sin hacer ruido, fruto quizá no tanto de su propia intención de disputar la general como de la fuerza que se atesoran en las primeras etapas de las grandes carreras de tres semanas. Ahora, ha decido que por qué no. El holandés es uno de esos ciclistas que tiene que claro que un vencedor más allá de los favoritos es posible. Y es que el ciclismo tiene mucho de literatura, de cine y teatro, y a veces los secundarios realizan representaciones mucho más brillantes que los protagonistas. Aun así, no debe olvidarse que en el abc del guión cinematográfico los héroes siempre regresan en la última escena… y entonces suelen acabar derrotando a los malos y llevándose a la chica... y Froome ya ha enseñado las orejas de su caballo. Acabe como acaba la película, tal y como aseguraba George Bernard Shaw… lo único cierto es que el ciclismo eleva el espíritu./Javi Muro

 

* La carrera que no fue, los héroes que no llegaron.



Autor: Javier Muro

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