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{ARTÍCULOS DE OPINIÓN}

Ella y su playa

Ella soñaba con ver el mar por las mañanas. Con despertar desnuda entre sus brazos y sentir que nunca le pasaría nada malo, que nunca nadie podría rasgar su alma y volverla a destrozar en pedacitos, mientras él la protegiera. Ella quería pasear cogida de su mano, no sentir que caminaba sola por un mundo lleno de mentiras, de falsas esperanzas, de ilusiones rotas. Se acostumbró a querer a los demás de la misma manera que soñaba con que la quisieran a ella. Y de tanto querer, sin ser querida, se le olvidó quererse a sí misma. Hasta que un día apareció él, con la mirada limpia y la sonrisa de pijama, y le enseñó que para querer bien, y querer bonito, hay que dejarse las alas puestas, el pasado atrás, y las cicatrices cerradas. Aquella tarde él caminaba por la orilla de una playa a medio construir. Una playa que no dormía, sólo soñaba con ser libre, con dejar romper todas sus olas contra las rocas hasta que no quedara nada por destruir. Nada que doliera, nada para hacerse daño. Caminaba en silencio tranquilo, sin ropa, esperando a que ella llegara por detrás y le abrazara acariciando su torso desnudo, y acercándole sus labios al oído le susurrara sin palabras lo bien que olía el sueño a su lado. Pero ella no se acercó. Permaneció sentada en una de esas rocas, enredando sus pies en la arena mientras el viento peinaba su pelo suelto, desordenado y revuelto...como sus sentimientos. Se quedó sentada pensando en que no podía dejar de quererle, porque sí, le quería. Él no paró. Continuó avanzando sin mirar atrás. El sol comenzó a pintar de rojo el cielo, y de gris su corazón. Ya no deslumbraba a su paso, ya no provocaba ese temblor involuntario al acercarse, ya no sonreía como lo hacía antes, haciendo sonar los cristales de su alma, iluminando con su luz el mar de sus ojos. Ya no era él. Le faltaba ella. Pero él no es de los que extrañan fácil, y ella es de las que vuelven difícil. Por eso allí, con sus pies descalzos, con la tinta de la arena que desprendía su alma, dejó escritas dieciocho letras formando cinco palabras: No quiero que te vayas./Raquel Villar



Autor: Raquel Villar

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