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{ARTÍCULOS DE OPINIÓN}

Frases que nunca debes decir a un escritor novato

Por internet encontrareis listas de frases que nunca, jamás, deberíais decir a un escritor. Algunas son, la verdad, para echar a correr como, por ejemplo, “no sabía que todavía estabas vivo” o “me gustó más la película”. Pero yo no os voy a  hablar de esas frases sino de otras que escuchamos los que todavía somos escritores novatos. A nosotros nadie nos habla de vivir o morir o de si le gustó más la versión cinematográfica de nuestro libro. No todavía. A nosotros nos toca escuchar otro tipo de perlas.

La lista que os voy a poner a continuación es real. Yo las he escuchado. Algunas, de hecho, demasiadas veces. Allá vamos.


– Después de publicar varios libros, tu nombre suena un poco más, sólo un poco pero algo es algo, y un conocido se acerca y te dice: “Oye, Fulanita, ¿de verdad lo has escrito tú?".


¿Qué responder ante semejante cuestión? No, en realidad lo escribe un negro que tengo en casa encadenado al escritorio. O mejor. Lo escribe el fantasma de un escritor famoso de tiempos pasados que me posee por las noches.


¿De verdad es necesario responder a algo así? Pues, mal que nos pese, sí.


– Esto te lo puede decir cualquiera: “Yo también quería escribir una novela, pero no tengo tiempo. Como trabajo y eso”.


Claro, lo entiendo a la perfección porque esto de escribir es sólo por vicio. Lo mismo escribo que me voy de bares. Igual, igual. Si lo hago por hobby. Por pasar el rato mientras espero un trabajo de verdad.


– Publicas en las redes sociales una buena crítica o valoración de tu novela y alguien te dice: “Es una estupenda novela. Me encanta. Algún día la leeré”.


Ya. Esa misma cara se me quedó a mí. Yo quiero tener los poderes adivinatorios de esa persona porque aún no la ha leído, quizá alguna vez lo haga, pero ya sabe que es estupenda y sabe que le encantará. Y quiero que me diga los números de la lotería que van a tocar en la Euromillones, por favor.


– Quedas finalista de un gran premio literario y te dicen: “Cuando te vi, pensé, no es ella. ¿Cómo va serlo? Será una amiga”.


Tal cual. Me ocurrió cuando quedé finalista del Premio Planeta. Sólo pude sonreír y asegurar que sí, que era yo. Y cuando mi interlocutora me insistió en que no podía ser yo porque ese premio es para otros, sólo pude seguir sonriendo. ¿Qué iba a hacer? Decirle que tenía razón y que, en realidad, era mi hermana gemela secreta o una doble, más lista, más alta, más guapa, “más mejor”, que sí merecía estar allí.


– La última es la mejor y la que más pasmado te deja: “Ahora que vendes libros, te estarás haciendo de oro”.


Sí, por supuesto. Lo tengo escondido debajo del colchón. Como vendo libros soy igual de rico que los grandes escritores estrella, lo que pasa es que finjo no serlo para no pagar impuestos. En realidad, confieso que tengo todo mi dinero en Suiza. Cualquier día sale mi nombre en 'Los papeles de Panamá'.
 

En fin. Seguro que a más de uno os han dicho estas cosas y otras igual de peculiares, pero no os las toméis a mal. Sonreíd. Total. Digáis lo que digáis, siempre habrá quien te las repita./Verónica García Peña autora de 'Bendita Palabra' , 'De cómo Feliciano San Feliz quiso matar a sus vecinos' y 'El ladrón de sueños'



Autor: Verónica García Peña

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