{ENTREVISTAS}

'Al pintar busco la llave para construir mi percepción de la realidad'

Javier Garrido expone 'Elogio al paisaje' en el Centro Caja Rioja Gran Vía de Logroño

Los óleos que componen ‘Elogio del paisaje’ han sido vividos y paseados. Muchas veces a pie, otras tantas sobre la bicicleta. Asegura Javier Garrido que precisa del contacto directo con el entorno para poner en funcionamiento su proceso creativo. El pintor calagurritano expone ahora una selección de sus pinturas –fruto de ocho años de trabajo- en la Sala de Exposiciones del Centro Caja Rioja Gran Vía. “Necesito el cuerpo a cuerpo –describe- situarme frente al paisaje y dejar que me aporte información, que genere emociones, que me provoque experiencias”. El entorno al que se refiere Garrido es la Ribera de Calahorra. Son los campos donde crece la verdura, los caminos y las sendas, los humedales, los barrancos, las arboledas, las peñas y los cortados sobre el río.

Apunta el catálogo de la muestra que siendo Garrido aún estudiante de Bellas Artes logró que Antonio López le recibiera en su estudio madrileño y la permitiera verle trabajar. "Acabarás pintando abstracto”, predijo López. El vaticinio sorprendió al artista riojano que en aquellos tiempos se movía entre el dibujo y la figuración temática, pero de alguna manera el oráculo del pintor de la Gran Vía madrileña no erró el augurio. Resalta Alberto Pizarro en el cuadernillo de presentación de la exposición que la forma de entender el paisaje de Garrido tiende a la abstracción. “Una abstracción –detalla- que evoluciona desde el natural, fruto de una interiorización, de una trabajada  sencillez”.

Para Javier Garrido la pintura puede contar o cantar. “Contar una historia no me interesa tanto, me motiva más el canto a la belleza”. Composiciones que en los últimos años le han llevado a centrarse en el paisaje como muestran la veintena de cuadros seleccionados para presentar en ‘Elogio del paisaje’ y que forman parte de una colección de sesenta y cinco pinturas. “No pinto con la idea de crear una serie temática de obras, no es algo premeditado sino que ha surgido al coincidir una serie de elementos que aglutinan a las obras. Por un lado, el óleo como técnica, el entorno de la Ribera como escenario, y el paisaje como motivo, han permitido darle un discurso coherente a la obra”.
  Al recorrer la sala, el visitante encuentra diferentes formatos y maneras de acercarse al paisaje. Surgen así los dieciséis cuadros en pequeño formato que Garrido describe como apuntes o notas de colar y que brotan de sus pinceles en unas pocas sesiones. También, los óleos de mediano y gran formato que crecen sobre el lienzo a través de las sesiones y el trabajo continuado. “Necesito acudir a la revelación que dicta ese lugar y que es la suma de muchos instantes. Entonces dependo de la climatología y de la luz. Al abordar las pinturas de gran tamaño es preciso una mayor intención, un mayor planteamiento”.

Garrido no persigue la representación de la realidad. “Al pintar busco la llave que me permite construir mi propia percepción de la realidad a través de la plástica. El paisaje aparece como excusa y motivación, es la vibración que me lleva a pintar”. Artistas que aman la naturaleza./Javi Muro