4177

{ENTREVISTAS}

'El escritor no puede competir con la realidad porque nos desborda a cada paso'

Lorenzo Silva, autor de las novelas protagonizadas por los guardiaciviles Chamorro y Bevilacqua

Lorenzo Silva llega al edificio Quintiliano de la Universidad de La Rioja con tiempo de sobra. Aún restan treinta minutos para que comience su intervención en el curso de verano que aborda algunos temas de tanta actualidad como es ‘Inteligencia y Seguridad. Análisis del Fenómeno Yihadista’, el curso de verano programado por la UR. El escritor madrileño, del barrio de Carabanchel para ser más concretos, aporta la perspectiva literaria de quien ha creado a dos personajes –los guardiaciviles Chamorro y Bevilacqua- que surten sus casos a resolver de argumentos que bien pudieran llegar a cualquier cuartel del cuerpo policial. La serie de novelas ya ha alcanzado la número ocho y el escritor, el reconocimiento con Guardia Civil Honorífico.


Mientras al hall del edificio universitario van llegando agentes de paisano dispuestos a asistir a la conferencia, Silva detalla su intención de hablar de la novela policiaca como reflejo de la sociedad y describir “dónde ha puesto el acento hoy la novela negra”. Iniciada la ponencia, la actualidad del yidahismo cobra protagonismo. Tan sólo unas horas antes, había sido detenido un sospechoso de reclutar mujeres para enviarlas a Siria e Irak, al territorio conquistado por el Estado Islámico –Daesh, tal y como lo denominan desde los Cuerpos de Seguridad del Estado-, una terrorista suicida se había inmolado causando treinta muertos durante una reunión de jóvenes en Turquía, y habíamos conocido que tres periodistas españoles permanecían desparecidos tras adentrarse en la ciudad siria de Alepo.


La duda surge cuando las noticias son tan duras. ¿Es si es posible abordar temas actuales desde la literatura, cuando muchas veces se cumple la máxima de que la realidad superara a la ficción?. Para el autor de ‘Los Cuerpos Extraños’ –octava y última novela publicada de la serie Chamorro y Bevilacqua-, “la literatura puede abordar cualquier tema, depende de la imaginación y la voluntad de quien la escribe. Me parece que la realidad contemporánea, la de nuestro tiempo y nuestro lugar, es lo suficientemente sugerente como para ofrecerte muchos argumentos que pueden dar pie a buenas historias y, por tanto, a obras literarias estimulantes”.


Autor de ‘La flaqueza del Bolchevique’, Lorenzo Silva cree que “no se trata de competir con la realidad porque es cierto que nos desborda a cada paso”. Por el contrario, considera que “se trata de buscar esas corrientes más profundas que se encuentran debajo de la realidad y tratar de reflejarlas a través de la ficción. Al menos es lo que yo intentó encontrar”. Y es que, en opinión del también autor de ‘El alquimista impaciente’ –novela con la que ganó el premio Nadal- hay escritores que compiten con la transcendencia del crimen. “Creo –reitera- que no se trata de competir porque la realidad no desborda una y otra vez”.


El escritor, que inició la serie de Chamorro y Bevilacqua en 1998 con ‘El lejano país de los estanques’, recurre a Ramón Sender para explicar su concepción de la literatura. “Él –detalla- no escribía novela policiaca, pero es uno de los grandes escritores españoles del siglo XX y decía que la literatura es un ejercicio de indagación del mal”. Silva añade, “indagar el mal, no resolverlo porque la literatura no lo puede resolver, pero al menos puede señalarlo. Es una buena función que puede cumplir el escritor”. Sobre lo que no tiene dudas es sobre la capacidad de la realidad contemporánea “para abastecernos sobradamente de argumentos”.

Los periódicos en papel y digitales, los informativos de radio y televisión han ofrecido, en los últimos años, un extraordinario bestiario de los malos, de personajes relacionados con la corrupción política, inmobiliaria o financiera, pero apenas se ha visto reflejado en la ficción española, sea en la literatura o, por ejemplo, en las series de televisión. Otro escritor, Isaac Rosa, apuntaba en un artículo que, a diferencia de lo que sucede en Estados Unidos, en España no funcionan los personajes que creemos reflejo de la realidad. Habla de un problema entre el relato verdadero y la verosimilitud. “Sí –afirma Lorenzo Silva-, pero también depende del arte del creador. No tenemos que tener complejos, siempre estamos como si fuéramos el hermano pequeño de alguien”.


La prueba de que es posible recrear una trama de corrupción la podemos encontrar en la obra de Silva. “En ‘Los Cuerpos Extraños’ de Lorenzo’ he inventado una trama criminal con trasfondo de corrupción política. Lo que hay que hacer es tratar de jugar la baza con naturalidad porque a veces estamos muy acomplejados”.


Y es que ‘Los Cuerpos Extraños’, es ficción pero tiene notas de hechos e historias reales. "Aquí nadie escribía sobre la Guardia Civil, el agente, el guardiacivil era un personaje tabú en la literatura española. Hace veinte años me pregunte ¿por qué?”. Publicada ya la novela número ocho de la serie de Chamorro y Bevilacqua, Lorenzo Silva apunta que “el guardiacivil es un personaje que tiene una idiosincrasia particular, cuentan con sus peculiaridades, y permite, además, crear historias que no están vistas”.


Tras dar vida a unos personajes inéditos, el autor de ‘La marca del meridiano’ –séptima de la serie y premio Planeta 2012- reflexiona y señala que “muchas veces nos agarrotamos, y si vas a jugar el partido agarrotado pierdes”.


Parece, al escuchar a Lorenzo Silva, que para un escritor resulta complicado abstraerse de la actualidad. “No siempre –aclara-, a mí no me resulta difícil, pero también es verdad que en la búsqueda de argumentos me inclino por historias que me estimulan y me parecen significativas. Desde esa búsqueda lo que no puedo hacer es que si la realidad me suministra historias estimulantes rehuirlas para ir a buscar otras no sé muy bien dónde”.

 

Lo que es innegable es que desde hace unos años la novela negra vive una época dulce. Hay quien dice que la crisis y el ánimo –más bien desánimo- de la gente tienen mucho que ver. “La radiografía de la novela negra en España presenta un proceso complejo. Aquí la dinámica de la novela negra no ha sido normal. En los años 50, 60, 70, en Europa, se publicaba novela negra de forma habitual… en Alemania, en Italia, en los países nórdicos, en todos se editaban y publicaban. Aquí no, aquí no se podía publicar y no se podía escribir novela negra”.
Desde esa perspectiva, Silva resalta que en España la novela negra ha tenido un desarrollo “un tanto anómalo, histérico cuando comenzó a publicarse, que con la Transición se desinfló, y volvió a brotar a toda velocidad en 2007”. Las fechas pueden asimilarse con los primeros apuntes del inicio de la crisis, pero el escritor lo relaciona directamente “no con un fenómeno español, sino con la llegada de una serie de novelas suecas, de un actor además fallecido, que vendió diez millones de ejemplares y disparó el interés de los editores por la novela negra”. Lorenzo Silva se refiere a Stiarg Larsson y su trilogía Millenium. “La novela negra, que siempre había sido una cenicienta a raíz del mega éxito de Larsson, provocó que todos los editores realizaran su apuesta y que los lectores han respondido”.


Suecos aparte, Silva reconoce que históricamente “las épocas de crisis son propicias para la novela negra porque la realidad suministra muchos argumentos; aunque no sé si es un factor determinante”.


Quizá la violencia que acompaña los argumentos de la novela policiaca sea la mayor diferencia respecto a los argumentos que suministra la realidad de la actualidad española. “Bueno –precisa el escritor- igual no son muchos casos, pero si ha habido casos de corrupción que han llevado aparejados asesinatos. Es cierto que la sociedad española no es muy violenta. Hay que tener en cuenta que el índice de homicidios de Madrid, la comunidad con una cifra más elevada, no llega al medio centenar al año, mientras que hay ciudades en otros países con el mismo número cada fin de semana".


Lorenzo Silva recuerda que en España la mayor parte de los casos de violencia se producen dentro los hogares. “El mayor número de homicidios se contabilizan dentro de la familia, dentro de la casa, pero también existe un violencia criminal y el crimen organizado y la corrupción lleva consigo su propia violencia”.


A Lorenzo Silva le requieren en la Sala de Conferencias. Mientras se despide adelanta su predisposición a escribir una nueva historia de Chamorro y Bevilacqua cada dos años e intercalar con sus otras novelas. “Quiero –indica- mantener la variedad y mantener la mirada limpia, obligarme a renovarme”./Javi Muro

 

* Foto 2: Nacho Torra.



Autor: Javier Muro

Suscripción a la Newsletter Enviar