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{ENTREVISTAS}

'El thriller y el misterio ofrecen múltiples opciones para sorprender al lector, que tenga ganas de seguir leyendo'

Jorge Urreta es escritor

Jorge Urreta es escritor. Nacido en Bilbao trabaja como informático en Asturias; ya se sabe, las facturas no se pagan solas. Amante del thriller, género que disfruta como autor y como lector, en sus novelas gusta de entremezclarlo con argumentos paranormales o relacionados con la ciencia ficción. En el fondo, es un amante del misterio y de crear tramas que inciten al lector a continuar leyendo. Que no puedan dejar la novela, que deseen pasar a la siguiente página. Por encima de todo, que el lector no se aburra; esa es su filosofía como escritor. A escribir asegura que le llevó la gran imaginación que atesoraba ya desde crío y que pedía a gritos salir y plasmarse a través del algún formato creativo. Probó con el cómic, pero Jorge pronto comprendió que disfrutaba más escribiendo que dibujando. Site novelas escritas, uatro novelas publicadas, y una ya en manos de editoriales, 'Ultima estación: Conspiración', avalan la bibliografía de Jorge Urreta./Javi Muro


S.- ¿Qué te lleva a escribir, a ser escritor?

La necesidad de contar historias y mi gran imaginación. Desde que era pequeño destaqué por tener mucha imaginación, y antes o después eso tenía que plasmarse en alguna profesión creativa. Antes de eso, me metí en la informática, que a veces no es tan creativa, pero paga facturas, y luego ya di rienda suelta a las historias que bullían en mi cabeza.

 

S.- ¿Publicar es la mayor satisfacción para un escritor?

Es una de ellas, y es la confirmación de que tantas horas de trabajo al final sí cunden. Pero satisfacciones hay en todos los puntos del proceso literario: cuando escribes una escena que te parece redonda, cuando un grupo de lectores 'beta' confirman que tu obra vale, cuando un editor se interesa por ti, y, sobre todo, cuando empiezas a ver que tu obra llega a los lectores y, además, les gusta.


S.- ¿Cómo empiezas a escribir? ¿Escribes desde siempre, te recuerdas como un niño que ya imaginaba historias?

Desde niño, como decía antes, tuve una gran imaginación, y por algún lado tenía que salir. En la época del colegio, empecé a dibujar cómics con un compañero de clase, pero no tardé mucho en ver que lo mío era contar las historias y no dibujarlas. Después, me centré más en mi faceta informática, y cuando ya estuve situado, con un trabajo que pagara las facturas, ya quise que los relatillos y notas inconexas que siempre había escrito se transformaran en algo serio, y empecé a escribir una novela de forma constante. Esa novela se quedó guardada (ahora, después de más de 15 años la estoy corrigiendo una vez más) pero plantó la semilla de lo que soy ahora.

 

S.- ¿Cómo ha evolucionado tu forma de escribir y de abordar la creación de una novela desde ‘Decisiones’ -tu primera novela- a ‘Próxima estación: Conspiración’, la última?

Bueno, en realidad, tampoco "Decisiones" fue la primera, solo fue la primera que alguien me quiso publicar. En realidad, fue la cuarta. La primera, como he dicho antes, sigue sin publicarse. La segunda, fue una novelita corta que también tengo por ahí guardada, y tal vez algún día retome. La tercera fue 'El año de la hortaliza', que años después me publicarían, y por fin llegó 'Decisiones'. Después ya unas pocas más.

 

Mi forma de escribir ha evolucionado de varias maneras. Aquella primera novela que escribí y ahora corrijo de nuevo, más que escribirla la vomité. Empecé a escribir y escribir sin tener un esquema claro o hacia dónde quería que fueran la trama o los personajes. Eso, que no recomiendo a nadie, salvo que sea un virtuoso de las letras y tenga una memoria prodigiosa, hace que el proceso de revisión sea un dolor, porque tu protagonista empieza teniendo un coche rojo y al final acaba siendo azul.

 

Desde hace ya bastantes años, siempre escribo teniendo al menos una mínima relación de personajes (que a veces puede cambiar, pero no drásticamente) y un pequeño esquema. A partir de ese punto, ya escribo por capítulos, y cada uno tiene su esquema, más o menos definido, como los capítulos de una serie de televisión. Esto facilita bastante la corrección, y minimiza la cantidad de errores como lo del coche rojo o azul, ya que siempre tengo rápido acceso a la información (al menos resumida) de capítulos anteriores. De todos modos, lo mío es solo un ejemplo entre muchas formas de escribir. Al final, lo más importante es escribir y escribir, tanto como sea posible.

S.- Repasemos los argumentos de tus novelas… ¿Qué historia nos encontramos en ‘Decisiones’?

Una novela de intriga con ciertos toques de ciencia ficción. La historia nos presenta a un hombre que ha perdido a su mujer por un cáncer y no se resigna. Se siente en parte culpable, y eso le lleva a buscar algún modo de recuperarla, aunque desafíe a las leyes de la vida y la muerte.

 

S.- … y si abrimos las páginas de ‘Quién dijo miedo’?

Una novela policíaca, protagonizada por joven de Bilbao, con muchos "huevos" y poca cabeza, que, a causa de una apuesta, se mete a sí mismo y a otra persona en un lío muy gordo por algo que no debería haber visto. El otro ingrediente es el policía, bastante peculiar, que deberá salvarle.

 

S.- ¿Cuál es la trama de ‘Venganza’?

Es una novela de intriga y misterio con un trasfondo paranormal, en la que los cinco supervivientes de un accidente aéreo se ven conviviendo en una isla, mientras a la vez se va desvelando el secreto que uno de ellos atesora, sin siquiera saberlo, para devolverles a la civilización. Ese descubrimiento llevará a la traición y luego a la venganza.

 

S.- ¿y de ‘El año de la hortaliza’?

También una intriga paranormal. Un profesor de instituto hereda una gran fortuna que invierte en un enorme chalé para él y su familia. Para combatir el aburrimiento, su mujer decidirá cultivar un huerto, y verán asombrados que lo que de este sale tiene extrañas propiedades curativas. A partir de ahí, también nos encontraremos con una trama de traiciones e intereses enfrentados.

 

S.- ¿Qué historia propone ‘Próxima estación: Conspiración’? 

Cuenta la historia de Marcos, un simple maquinista de tren que, un lunes por la mañana, todavía con legañas en los ojos, descubre que en la vía sobre la que transita su tren hay un tipo que les tira piedras. El hombre será detenido y el caso cerrado como obra de un loco, pero Marcos se empeñará en hacer ver a todos que tiene que haber algo más detrás de aquel suceso. Conseguirá la ayuda de un experimentado inspector de policía que, a riesgo de jugarse su prestigio, será el único que crea él. Novela policíaca en estado puro.

 

S.- Corrígeme si me equivoco, esta última novela busca editor, ¿no?

Así es. Está ahora en manos de varias editoriales que en su momento mostraron interés, a la espera de que alguna se enamore de ella.

 

S.- ¿Qué te atrae del género negro, del thriller y el misterio?

Principalmente, las múltiples opciones que dan para sorprender al lector y dejarle con ganas de seguir leyendo. Eso sí, siempre sin el uso de trucos baratos, como dejarse información en la manga para desvelarla en el último momento y mandar al carajo la coherencia de la historia, solo por una sorpresa mal entendida. 

 

Son géneros que siempre me ha gustado leer y en los que creo que me defiendo bastante bien. Además, un misterio es algo que puede suceder en cualquier momento y lugar, lo que te abre la posibilidad de juntarlo con una historia de ciencia ficción o algo paranormal, entre otras opciones. El misterio se presta mucho al mestizaje, y eso ayuda a que los lectores no se aburran y a la vez evita que el autor se encasille.

 

S.- ¿Cuáles son tus escritores referentes?

Stephen King es el primero, aunque no solo por sus tramas. Él es más escritor de terror, género que leo, pero que no he cultivado mucho como escritor, pero siempre he seguido sus consejos. Uno de mis libros de cabecera es 'Mientras escribo', en el que el señor King, tras un breve repaso por sus comienzos literarios, explica, de una forma amena y generosa, sus técnicas de escritura y da consejos sobre cómo mantener la constancia. Aprendí mucho con ese libro mientras yo mismo escribía mi primera novela, y le tengo mucho aprecio. Aparte de eso, leo de todo lo que pasa por mis manos -aunque sobre todo thriller, terror y algo de ciencia ficción-, además de humor. Aunque, como suelo hacer de forma cíclica, últimamente he regresado un poco más a novelas de Stephen King y autores afines.

 

S.- ¿Tienes manías a la hora de escribir?

La verdad es que no. Supongo que el hecho de llevar años escribiendo de formas diferentes y con herramientas muy heterogéneas, debido sobre todo a que tener un trabajo de oficina de ocho horas diarias me obliga a sacar ratos de escritura donde y cuando puedo, no me ha dejado desarrollar manías.

 

S.- ¿Escribes siempre en el mismo lugar?

En casa sí suelo hacerlo en el mismo sitio, delante de mi ordenador, pero escribo siempre que puedo. Llevo años -y esto sé que a más de uno le sorprenderá- escribiendo con un móvil, cuando no estoy en casa y tengo un rato largo. En el trabajo tengo una hora para comer y no voy a casa, así que me suelen sobrar como mínimo treinta minutos. Tanto en el móvil como en casa, tengo documentos guardados en la nube (varias nubes en realidad) y eso me permite continuar siempre donde lo hubiera dejado, tanto en casa como fuera.

 

S.- ¿Primero a mano y luego en el ordenador?

Hace ya mucho que no escribo a mano. Lo de manejar con soltura el móvil me permite hacer anotaciones con él siempre que lo necesito, y tener las cosas en la nube me ahorra reescrituras o el "pasar las cosas a limpio". Tampoco es que tenga una letra muy bonita, así que en realidad no se pierde mucho. En esto reconozco que soy más pragmático que "romántico".

 

S.- ¿Te gusta acompañarte de música?

Sí, suelo hacerlo, aunque a veces también escribo en el más absoluto de los silencios, con el ruido de mi teclado como único acompañamiento. Ninguna preferencia, suelo empezar con una canción que me apetezca en ese momento y luego dejo que Spotify, o lo que esté usando en ese momento, me sugiera el resto.

 

S.- ¿Precisas de soledad absoluta?

No, pero sí ayuda, Soy capaz de abstraerme de todo a mí alrededor, cosa que es muy útil cuando estoy escribiendo entre semana después de comer y tengo que hacerlo en el comedor del trabajo, ya que fuera llueve a mares... gajes de vivir en Asturias...

 

S.- ¿Dedicas tiempo a la documentación?

Por supuesto. Si quiero que la trama suceda en algún sitio que no he tenido aún el placer de visitar, o tengo que buscar información sobre procedimientos legales en un determinado país, o sobre alguna tecnología desconocida para mí, investigo lo que sea necesario. La historia, hasta la más fantástica, tiene que ser coherente, y eso solo se consigue con documentación y seriedad.

 

S.- ¿Escribes también mentalmente y luego recuerdas lo escrito?

Procuro no hacerlo, porque si las circunstancias no son propicias para transcribir esos pensamientos, puede llegar a ser muy frustrante. Cuando no estoy escribiendo, porque no toca escribir, procuro centrarme en lo que esté haciendo en ese momento, salvo que tenga la oportunidad de sacar el móvil y anotar un par de ideas.

 

S.- En qué novela de la historia de la literatura te quedarías a vivir?

Es una elección complicada. Primero, porque en algunas me gustaría vivir, pero no sé si por mucho rato. Recuerdo hace poco que, mientras veía en el cine la segunda parte de la adaptación de 'IT', pensaba todo el rato en que yo a esas alturas ya habría muerto, y esa misma sensación la recuerdo de cuando leí el libro hace años, pero aún así, me atraía la idea de adentrarme en él. Pero sé que no viviría mucho tiempo en sus páginas.

 

También pienso que en una novela super maravillosa, donde todo sale bien, acabaría aburriéndome, y al final regreso a la novela de acción o con algo que dispare la adrenalina, aunque si ocurriese sería el primero en huir corriendo con los calzoncillos cagados. Si me tengo que quedar con una en concreto, creo que sería 'La naranja mecánica', de Anthony Burguess. Lo que ya no sé es en qué lado de la justicia estaría, o sí sería un simple observador.

 



Autor: Javier Muro

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