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{ENTREVISTAS}
'Hay muchísima gente escribiendo y precisan de un espacio donde exponer sus textos'
Evelyn Pérez es la directora de la revista 'Fábula'
Evelyn Pérez (Logroño, 1972) es la directora de la revista Fábula. Asumió el cargo un día después de cumplirse el 25 aniversario de la publicación literaria riojana, dando el relevo a su anterior responsable, Carlos Villar Flor. Lectora desde siempre -Evelyn se recuerda de pequeña leyendo en la cama antes de dormirse-, es también escritora desde la lectura. Sergio del Molino, Marta Sanz, Sara Mesa, poesía, los aforismos de Benjamín Prado, y de las últimas lecturas ‘Días Perfectos’, de Jacobo Bergareche, son algunos de sus referentes. “La literatura que me gusta es la me hace replantearme cosas, cambiar mis ideas, aunque creo que hay un tiempo para todo tipo de libros”. “Fábula’ -describe- defiende el vínculo lector-escritor”. ¿Por qué ‘Fabula’? Las fábulas hablan de las personas, de la sociedad, de la naturaleza humana. Sobre su dedicación a la revista ‘Fábula’ apunta que “todo lo que hago se suma a mi día a día, con unas cosas me gano la vida y con otras me la gasto. Tiene que haber alicientes en la vida”./Javi Muro
SPOONFUL.- 25 años; un trabajo muy bien hecho, pero en el mundo de la cultura y la literatura suena a milagro haber sacado número tras número…
No suena a milagro, es un milagro. Es un milagro porque además Fábula es una revista realizada por voluntarios; la gente que busca los contenidos, las personas que aportan las colaboraciones, quienes andamos detrás de que nos envíen un texto, una tira de cómic, un poema, o una entrevista, somos todos voluntarios. Comenzó siendo una revista de universitarios y ahora ya no los hay. Sí que tiene algo de milagro que Fábula se edite número tras número.
S.- ‘Fábula’ es un proyecto por el que han pasado muchas personas. Si no me equivoco el primer número se publicó en 1996, ¿no?
Ha habido muchos equipos al frente de Fábula; muchos. El pasado 11 de diciembre hubo un encuentro de quienes comenzaron esta historia. En 25 años ha habido diferentes estilos de abordar la revista, se ha realizado cosas muy distintas. La revista es la misma, pero no ha sido la misma todo el tiempo, ha ido evolucionando, introduciendo contenidos nuevos, la imagen han ganado espacio con el cómic, viñetas, y fotografía, por ejemplo.
S.- ‘Fábula’ siempre ha reivindicado la calidad de textos y estética.
La revista da un salto estético a partir del número 43, cuando se cambió el formato u se introdujeron muchas peculiaridades, como por ejemplo el rótulo de Fábula, que desde ese momento es, de alguna manera, la firma de la persona que apadrina cada número. El número 50 es la firma de Espido Freire y el 51 llevará la firma del nuevo padrino o madrina. Tratamos de que la revista ofrezca una estética muy cuidada. Respecto a los textos recibimos muchísimos y realizamos una selección exhaustiva. Nos gustaría incluso subir un poco más la exigencia de la calidad de los textos que publicamos, de la literatura que acoge Fábula.
S.- La selección no es, por lo tanto, una cuestión sólo de gustos literarios, ¿no?
Somos diez personas en el consejo de redacción, de gustos totalmente distintos, pero tenemos un sistema de selección en el que los textos entran al correo, se clasifican de forma anónima como narrativa, poesía, reseñas y otras secciones, y llegan a unos equipos lectores que realizan una preselección. De esos textos elegidos para que se publiquen deben tener el respaldo de cinco o seis personas del consejo de redacción. De esa manera, seleccionamos los textos con mayor respaldo.
S.- Detrás de la edición de ‘Fábula’ es ARLEA ¿Qué es ARLEA?
Es una asociación sin ánimo de lucro que es la que está detrás de la revista, ya que es obligatorio que exista una entidad jurídica. Es la asociación que canaliza el dinero que aporta la Universidad de La Rioja para la edición de la revista o la que se encarga de traer a Logroño a un determinado escrito o escritora que va a ser el padrino de un número de Fábula, por ejemplo.
S.- Asociación de Riojana de Lectores, Escritores y Artistas, ¿NO?
Sí, ARLEA es una asociación que edita una revista para lectores que escriben, y escritores que leen. Creo que ese es el perfil que define perfectamente lo que es la revista Fábula. Parece una perogrullada, pero no todos los escritores leen -muchos sí-, pero no todos los lectores escriben. Tratamos de buscar a esas personas que disfrutan muchísimo leyendo y que de repente tiene una inquietud por escribir. Personas que igual no encuentran su sitio en las editoriales, que quizá sólo quieren escribir un pequeño relato, Fábula les ofrece un espacio donde publicar sus textos. Hay gente que no aborda una novela, pero escribe un relato al año estupendo.
S.- Una oportunidad para publicar
El mundo editorial es muy complicado ahora mismo. Se venden muchos libros y se lee más que nunca, pero hay muchas novedades, muchos libros y es difícil hacerse un hueco. Tener que ir con una obra completa y defenderla es muy complicado. Puedes tener un trabajo bien hecho, que te ha llevado mucho tiempo. Quizá es un relato que puedes presentar a un concurso o si no, qué haces con él. Fábula ofrece la medida perfecta para ese tipo de trabajos.
S.- ¿Qué es la revista Fábula después de 25 años?
Un milagro -se ríe Evelyn- continúa con su objetivo de ser un escaparate para todas esas pequeñas emociones de la gente. Al final, que escribas un poema y que te lo publique una revista no te va a dar de comer, ni a resolver ningún problema que tengas en casa, pero representa una enorme emoción. Es algo que te ilusiona.
S.- Publicar lo que has escrito es emocionante, pero escribir no es sencillo.
Escribir es un trabajo muy solitario y te lleva, si eres honesto contigo mismo, a darle muchas vueltas a las cosas, a preguntarte ¿será bueno esto que estoy escribiendo? ¿Le puede interesar a alguien? Siempre hay público para todo, más o menos. Que alguien te diga sí, lo que has escrito está bien y nos gusta es un aliciente para seguir haciéndolo. Todo el mundo necesita un retorno positivo. Ahora las revistas literarias han perdido mucho fuelle porque han ganado mucho espacio los blogs, las redes sociales, pero hubo un momento en los escritores se fogueaban en ese tipo de publicaciones. Es cierto que Estados Unidos y Sudamérica hay más tradición de este tipo de revistas, pero sí es un buen lugar donde probarte, donde exponerte, incluso donde tiempo después arrepentirte de haber publicado tal o cual relato. Son necesarias esas experiencias.
S.- Hoy todo el mundo parece escribir.
Estamos viviendo un boom de escuelas de escritores, de talleres de literatura, porque muchos escritores que no viven de vender libros tienen que dedicarse a otras cosas. Porque lo cierto es que hay muchísima gente escribiendo y precisan también de un espacio donde poder exponer sus textos.
S.- Tras 25 años, ahora asumes la dirección ¿cuál es el futuro de la revista ‘Fábula’? ¿Cuá es el nuevo camino a seguir?
No quiero romper con lo que viene haciendo la revista porque 25 años de trayectoria son muchos y creo que las cosas se han hecho muy bien. Hay un muy buen trabajo detrás. Quiero darle continuidad; sí quisiera establecer nuevas sinergias a nivel local. Creo que existe una importante vidilla cultural en La Rioja, y en Logroño, en concreto, muy dinámica y de calidad. Se están realizando proyectos muy buenos, el festival Cuéntalo, unos clubes de lectura excelentes, Agosto Clandestino, Actual, tanta actividad… que me apetece que la gente que hace cosas podamos colaborar, sumar. Es el viraje que me apetece dar.
S.- ¿Cómo llegas a Fábula?
Coincidí con una chica en un club de lectura, coincidíamos en gustos literarios. Pusimos en marcha una pequeña empresa de corrección de estilos y textos, corregimos libros. Recuerdo que nos invitaron a una presentación en Laguardia, en Solar de Samaniego, relacionada con un premio de novela. Allí estaba Carlos Villar Flor que nos dijo que estaba buscando gente para el equipo de Fábula. Dijimos que sí y empezamos a colaborar. De eso hace ya cinco años. Antes ya, la revista había publicado un relato mío, quien me iba a decir que tiempo después dirigiría la publicación.
S.- ¿Y la literatura cuando te atrapa?
Siempre, desde siempre. Recuerdo de niña y de adolescente leyendo en la cama. Me gusta mucho, disfruto mucho leyendo. Ha habido épocas en las que he leído menos porque los estudios y las oposiciones te quitan tiempo, pero siempre. Ahora, además, cuando no leo tengo la sensación de pérdida; si un día no me ha dado tiempo de leer un rato… algo que se ha quedado sin hacer.
S.- ¿También escribes a diario?
Mucho menos, de adolescente era más continuado y pensaba que sería así siempre, pero ahora surge más cuando tengo algo que decir. Soy menos estable en la escritura que en la lectura; escribir surge cuando estoy tranquila, cuando la vida me agobia con muchas cosas no me queda espacio y no escribo.
S.- Has participado en el libro ‘Hembras’. ¿Cómo ha sido la experiencia?
Una muy buena experiencia, nos hemos divertido mucho. Cada una desde su casa; pero ha sido muy interesante el proceso de hablarlo y de corrección. Ahora estamos en el proceso de presentarlo. Es un libro pequeñito, pero ha sido una experiencia muy positiva e interesante, muy gratificante. No es sólo el hecho de publicar el libro, sino lo que genera en la gente cuando un texto, un relato, hace ‘click’ en quién lo lee. A partir de ahí ya tiene todo el sentido y el éxito del mundo.
S.- ¿Qué te influye para escribir?
Más que lo que veo, me influye como interpreto lo que veo. Me influye cómo me llegan a mí las cosas que suceden en mi entorno.
S.- ¿Ya estás trabajando en el próximo número de ‘Fábula’?
Sí, por supuesto. Se publicará en junio y ya tenemos padrino.
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