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{ENTREVISTAS}

'If Alive', el artista vive e imagina el tiempo

Manuel Saiz presentó en Planta Baja el libro que narra un proceso creativo que finalizará en 2026

Hay quien deja las cosas hasta el último momento y quien, en cambio, no pierde un instante para cerrarlas. Si nos atenemos a ‘If Alive’, el proyecto artístico en el que trabaja, a Manuel Saiz habría que ubicarlo en la segunda categoría. Y es que Saiz prepara la fiesta de su cumpleaños de 2026 desde el año 2003. ‘If Alive’ tiene su origen en la invitación de la directora del Museo del Ampurdán de Figueras, Anna Capella, al artista riojano para preparar una exposición para las salas temporales del centro. “Respondí –relata Manuel Saiz- con la propuesta de una muestra que consistía básicamente en el inicio, con veintitrés años de antelación, de los preparativos de la fiesta de mi 65 cumpleaños”. Capella aceptó y el plan se puso en marcha.


En ‘If Alive’ todas las obras hacen referencia a los requisitos para que la fiesta de celebración tenga lugar. “Reservar un salón, empezar a invitar a la gente, pensar en el menú, elegir el dj que se encargue de la música –describe-, una serie de tareas que resulta ridículo realizar con tanta antelacirón”. Cuenta el artista que su interés principal era “la exhortación a pensar en la muerte, en la permanencia de lo privado y lo público, y a reflexionar sobre el futuro”. En ese camino, y cuando aún restan diez años, para la fecha señalada, Manuel Saiz ha querido festejar su 55 cumpleaños con la publicación de un libro –dividido en dos tomos, texto e imágenes por separado- en el que informa sobre cómo discurre la iniciativa.


Manuel Saiz está considerado un artista conceptual aunque él huye de etiquetas y definiciones. Comenzó a crear sus obras en los años ochenta, trabajando la pintura, escultura, fotografía e instalaciones. Desarrolló su labor como artista primero en España y después en Londres. Sus obras han pasado –y pasan- por museos y centros de arte de Sao Paulo, la TATE Modern de Londres, Hamburgo, Utrech, Tokio, Toronto, Roma o Amsterdam, así como en el Museo Reina Sofía.


‘If Alive’ es el título de la exposición y plantea un condicional. “Parte de la premisa indispensable -recuerda Saiz- de ‘si estoy vivo’”. De entrada, en aquel ya lejano 2003, el artista quiso conjeturar cuáles podrían ser sus opciones en 2026. Con ayuda de la maquilladora Eva Quilez, se transformó en un Manuel Saiz con 65 años, e imaginó tres posibles alternativas. Saiz se retrató  como un hombre al que la vida le ha llevado a disfrutar del tiempo libre jugando al golf, como un enfermo enganchado a una mascarilla de oxígeno, y como un mendigo que pide limosna, sentado en plena calle. Esas tres fotografías ejercieron, de alguna manera, de punto de partida y posible final, de la exposición. “Son expectativas idealizadas –describe- que no han sido construidas a partir de elementos científicos sino que tienen carácter de clichés comunes de esperanzas y temores”. A las tres imágenes les acompañaba un letrero luminoso que rezaba ‘We Love parties’, escrito en letras góticas, y una colección de tarjetas de invitación que Saiz comenzó a repartir ya en ese momento.


Manuel no cree que su proyecto suponga una novedad respecto a la presencia del propio artista en la obra. “En realidad –explica- todos los artistas se han metido siempre en su obra, quizá en ese caso de forma más clara. Creo que la implicación en la obra es algo que está relacionado con el arte contemporáneo”. En su reflexión sobre la muerte y el paso del tiempo, Saiz alude a la idea de vanitas, “un género artístico exponente del siglo de Oro en Holanda y que introduce elementos que recuerdan a la muerte”. Pinturas en las que podía observarse una flor como metáfora de lo vivaz; un cráneo, en referencia a lo que se fue; y un reloj, que mide el ritmo de las cosas que pasan de estar viva a estar muertas. “Se trata de abordar temas como la muerte –resalta- desde un cierto humorismo, reforzándolo, no lo banaliza, sino que lo potencia e invita a la reflexión”.

 

Si mira al futuro, el artista presiente que el hombre habrá cambiado aunque siga siendo el mismo. “If Alive tiene sentido como reflexión de la vida, desde la pregunta constante de si llegaré a mañana y cómo todo va cambiando”. Una transformación que desde la web de proyecto se refleja en un contador que va descontado el tiempo que resta hasta el 10 de enero de 2026. “Ese reloj representa la relación entre lo público y lo privado, es una forma de proyectar la fecha de la celebración al ámbito público. También –añade- está relacionado con el fenómeno de las redes sociales y de la necesidad de atraer la atención, me apetecía realizar esa reflexión. Además, al restar el tiempo que falta, le da la vuelta a la idea habitual de cumpleaños que siempre suman…”. Reitera: “Siempre sin olvidar que todo tiene sentido ‘If Alive’, si vivo…”.
La propuesta contempla como apellido del título principal la frase ‘por mí, por todos mis compañeros y por mí el primero’. “Me acordé de esta frase y me pareció muy apropiada porque ‘If Alive’, es un proyecto que lo hago por mí, por todos los invitados que vengan, que son mis amigos y quiero agasajarlos; y por mí el primero porque esa es lo que da sentido a ‘If Alive’ que yo esté presente, que esté vino”.


Dos de las obras ya realizadas pueden contemplarse en su web. Una fotografía panorámica muestra la figura del artista multiplicada en diferentes posiciones en un antiguo cementerio de la localidad norteamericana de Niágara. En la imagen, el artista parece llevar unas gafas de realidad virtual, mientras pasea entre las tumbas. “En 1995 realicé un recorrido por los Estados Unidos y visité diferentes centros relacionados con la realidad virtual. Niágara era una zona deprimida. Con esa fotografía quería buscar el contraste entre la tecnología de la realidad virtual y la muerte”.


Al iniciar el proyecto ‘If Alive’ aquella imagen recobró un nuevo significado. “De entrada, si prestas atención, compruebas que lo que parece un interfaz de realidad virtual son unos estropajos unidos por unos cables a un walkman, era una broma, el artista como payaso o bufón habla de la realidad, de lo más puntero, pero ahora comprobé que habla también de la idea de no querer ver la muerte, que la vida es bonita y la muerte da miedo. Si el hombre de la foto se quita esos estropajos verá la realidad, tumbas que ocultan la muerte”.


La segunda de las obras es una instalación. Una corona de flores aparece apoyada en un rincón, mientras que en la cinta que la rodea se lee: “Por mí, por todos mis compañeros y por mí el primero”. Al lado, colgada de la pared una fotografía de Manuel con una corona de velas. “Tiene también el carácter de broma, la corona de flores se marchita con el tiempo mientras la imagen permanecerá fresca para siempre. Es la idea de la vanitas, de los bodegones holandeses de los que hablábamos antes”.


Al adentrarte en las páginas de ‘If Alive’ descubres los orígenes del proyecto, las motivaciones y procesos y un sinfín de referencias, desde películas como ‘Ocean´s Eleven’ –la original de 1961- y la coincidencia de la cuenta atrás, en este caso para perpetrar el atraco, a escritores como Murakami o Carver, directores de cine como Woody Allen o Kubrick,  filósofos como Paul Valery –“el problema de nuestro tiempo es que el futuro ya no es lo que era”-, artistas como Andy Warhol –“la verdad es que siempre viví para el futuro”- o Oscar Wilde y su “Retrato de Dorian Grey’. Asegura Manuel Saiz en el libro que “ahora creo que me he acostumbrado a vivir el presente de mi anticipación, a percibir mis imágenes del futuro como un interfaz del aquí y ahora”. Quedan diez años para la gran cita. “Sólo espero que con tanto tiempo no me pille el toro…”./Javi Muro





Autor: Javier Muro
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