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{ENTREVISTAS}

'La fotografía es luz'

Lara Palomero es fotógrafa y entiende que la imagen es hablar sin palabras, con la boca callada

Las fotografías de Lara Palomero reflejan la magia que desprende toda mirada especial, personal. Aparecen objetos que te invitan a adentrarte en ellos como si del espejo de Alicia se tratara. También asoman pájaros, ríos y el mar; carreteras, laberintos y horizontes. Nieblas, sombras y luz. La luz como clave de todo. Un abanico de enfoques que Lara entrelaza y conecta desde lo que define como “una mirada íntima”. Asegura que le gusta mirar donde parece que no hay nada./Javi Muro


SPOONFUL.- ¿Por qué eres fotógrafa?

Creo que llega un momento, creo que fue alrededor de los diecisiete años, que necesitas una distracción, algo que te guste hacer. Coincidió que mi padre tenía una cámara en casa y a mí me gustaba. Enredaba y cacharreaba con aquella cámara. Fue pasando el tiempo y fui descubriendo que estar jugando con la cámara es algo que me centra mucho más. Cuando estoy con la cámara no hay ruido de ningún tipo; estoy a lo que estoy. Siempre estoy cavilando una cosa, otra. De repente, tener algo que me centra y que no me deja escuchar a mi cabeza es extraordinario. Además, me gusta mucho la imagen, me gusta mirar, me gusta ver, me gusta, me distrae de todo y a la vez no me abstrae de nada. Me siento bien.


S.- ¿Siempre te había llamado la fotografía o has probado con otras formas de expresión artística?

A mi padre le gustaba mucho la fotografía. En casa tenemos los álbum de las vacaciones con esas imágenes de 'ponte aquí y ahora ponte allá y venga vamos a ponernos todos'. Además, me gustaban mucho las imágenes de National Geographic, me gusta mucho la naturaleza y el campo. La verdad es que luego mi fotografía… de color nada y las imágenes ofrecen un sentido más íntimo. Hace muchos años escribía, dibujaba, pintaba… Bueno, mi profesor decía que dibujaba –se ríe-, lo mío era el carboncillo no era otra cosa… Escribía y dibujaba porque me distraían, me centraban… Desde esa perspectiva, creo que la fotografía es algo más inmediato. Inmediato, ahora, con la fotografía digital. Haces la fotografía y la puedes ver, puedes constatar cómo te ha quedado o cómo te va a quedar. Antes escribía, poesía, relatos cortos, pero la fotografía es otra cosa. Al escribir las palabras están ahí, se entienden, pero a través de la fotografía dices cosas sin decir nada, con la boca callada… Me expreso mejor con la cámara que con las palabras.


S.- La imagen sustituyendo a las palabras…

Participé hace poco en un curso en la Casa de la Imagen que impartía Eduardo Momeñe. Decía que la fotografía tiene un lenguaje propio, un lenguaje que no se enseña en las escuelas. Es hablar sin palabras, simplemente a través de la imagen. Para mí, la fotografía es algo sencillo cuando veo la foto, pero es complicada cuando la busco. No soy capaz de ir a un sitio en concreto y decir voy a hacer fotografías de tal cosa…. no sé mezclar los dos idiomas.


S.- ¿Cómo entiendes la fotografía, como la acción de reflejar un momento, un objeto, un paisaje o, como contar y relatar algo?

Para mí la fotografía tiene más que ver con la sensación de me siento de esta manera en este entorno o en relación a este objeto; en cómo está la luz o en cómo le da la luz a un objeto o a un entorno en un momento determinado. Quizá, se trata de cómo refleja la luz en ese objeto. Creo que la fotografía es luz. Puede existir el objeto más horrendo, ése que pasas al lado todos los días y dices que cosa tan fea… que casa tan fea, que escultura, que calle…pero siempre hay un momento en que la luz le da de una determinada manera y lo cambia. No voy buscando un diálogo con un entorno determinado, realizo las fotografías y después, ya en casa y con el tiempo, voy hilando… esta va con esta, esta otra con esta serie… Son imágenes que me dicen cosas similares.
S.- ¿Planificas los proyectos fotográficos? ¿Trabajas las fotos por series, de forma individual?

No, no los planifico. Siempre he tenido un problema con ese aspecto. Me digo: vamos a realizar fotografías en esta misma línea, pero no me sale. Al final, como contaba antes, surge esa afinidad, pero no es algo planificado ni intencionado, sino algo que compruebo después, cuando estoy ya en casa revisando, ordenando… La relación entre mis imágenes surgen a posteriori.


S.- ¿Siempre llevas la cámara contigo?

Sí, siempre. Llevo una Ricoh pequeñita, manejable. Trabajo en el hospital, en la Domiciliaria’, así que siempre estoy en la calle. Siempre estoy entrando y saliendo de portales. En la exposición ‘Comentando el Mundo’, la que acogió la Casa de la Imagen de Logroño dentro del Festival Actual, muchas de las fotografías expuestas las realicé en los portales de la gente a la iba a visitar. La lámpara del techo, el ascensor, la escalera, los pasillos largos… por eso necesito una cámara pequeña que me quepa en el bolsillo del pantalón. No necesito un camarón, además es mi manera de entender la fotografía, no quiero que la fotografía me pese. Si necesito hacer algo concreto que precisa de la cámara réflex entonces sí, entonces he llegado a llevar hasta tres cámaras.


S.- ¿Cómo defines tu fotografía?

Es algo íntimo. Es mi manera de ver, de mostrar cómo veo, es enseñar algo íntimo. Es una pregunta complicada.


S.- Las exposiciones en los Festivales Actual y Miradas de Mujer y los trabajos que muestras en tu blog delatan una gran variedad temática, ¿no?
Desde imágenes de la India a calles de la ciudad, de Logroño, otras arquitectónicas, o imágenes más enigmáticas…

Las fotos de la India tienen muchos años. Allí el contraste de la luz es mucho más fuerte. Creo que se trata de una evolución. Hay temas que me gustaban y me siguen gustando y fotografías que las veo ahora y digo ‘¡qué es esto!’ Supongo que con el tiempo se produce una evolución en el estilo y en los temas que te atraen. Creo que está relacionado con la manera de mirar. La tendencia ha sido hacia un estilo más íntimo y menos documental. Esas fotos de la India quizá estaban aún bajo la influencia del National Geographic. Por ejemplo, durante un viaje a Irlanda las fotografías ya no tenían un espíritu documental, no quería mostrar cómo era Irlanda sino cómo Irlanda me sentaba a mí.
S.- ¿Qué te llama la atención?

Todo, pero, por ejemplo, en un viaje los edificios emblemáticos me cansan. Si al regresar tengo el mismo álbum de fotografías que todos los demás es como si lo hubiéramos visto de la misma manera. Esas imágenes ya las tienes en la guía. Me gusta lo que sale sin esperarlo, lo que te sorprende.


S.- ¿Qué fotógrafos o fotógrafas te inspiran?

Me gusta mucho Alberto García Alix, Chema Madoz y también Diane Arbus. También Gabriela Iturbide, Edward Weston, Tina Modotti, Robert Doisneau, Mapplethorpe, Robert Frank...


S.- ¿Una fotografía que te guste por encima de otras?

Los retratos de Diane Arbus. Son muy especiales. También las fotografías de Vivian Maier. O las fotografías de Vari Caramés, que son imágenes borrosas. A mí me gusta mucho la fotografía movida. Mi sobrina me dice a veces: “tía podías enfocar bien las fotos”. Me gusta ese estilo de fotografía porque sugiere, te invita a detenerte más para observarla. Pero también la fotografía construida de Chema Madoz o las imágenes de García Alix, que lo encuentro más tormentoso. Uno me evoca calma y relajación, son imágenes serenas, y el otro es más turbulento.


S.- ¿En qué trabajas ahora?

Desde que hicimos el curso con Momeñe, estoy intentando acercarme al retrato. Es algo que apenas he tocado hasta ahora y representa un reto.




Autor: Javier Muro

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