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{ENTREVISTAS}

'Para mi un partido de baloncesto europeo es más interesante que uno de la NBA'

La estadounidense Leslie Knight juega en el Campus Promete de Logroño

Leslie Knight juega a baloncesto y desde esta temporada forma parte del Campus Promete de Logroño, que disputa la Liga Femenina.Su 1,83 de altura le permite jugar en diferentes posiciones. Ala pivot, según momentos, rivales y categorías, se formó en la Universidad de Minnesota, el estado en el que nació hace 28 años. Tras no acceder a la WNBA decidió emprender la aventura europea, primero en Suiza y después en España. Alcobendas, Zaragoza y ahora Logroño han sido sus equipos. En las semanas que lleva entrenando con el Campus Promete ha descubierto su cultura del equipo, “la sensación de familia, de amigos, de que realmente se preocupan por ti. Cuando entras en el campo profesional hay mucha gente que va a su bola, aquí cada persona tiene algo, hacen equipo. No es algo fácil de conseguir y es muy bueno para la química del equipo”. Javi Muro


S.- ¿Qué tal está siendo la llegada a un nuevo equipo y a una nueva ciudad? ¿Qué tal los primeros entrenamientos?

La verdad es que hasta ahora todo va muy bien. Llegué un sábado a las siete y media a Logroño y a las nueve ya estaba con el equipo en la sierra de Cameros, donde el equipo estaba concentrado conociéndose y realizando la preparación física. Fue llegar y empezar a correr. Ya esa primera noche cené con todo el equipo y con los entrenadores. Fue muy agradable llegar y participar en seguida, de entrada, con un ambiente así, con un ambiente de equipo. A partir de ahí, fue toda una semana de entrenamiento físico, haciendo pesas corriendo…


S.- ¿Notaste el cambio horario de Estados Unidos a España a la hora de entrenar?

Sí, fueron unos días de ‘coger piernas’ y de tratar de dormir bien para hacerme al horario español, pero lo cierto es que todo ha ido muy bien. Estoy muy a gusto.


S.- ¿Está siendo cómo esperabas, cómo te habías imaginado cuando decidiste fichar por el Campus Promete  o siempre que llegas a un equipo nuevo hay sorpresas?

En cada equipo hay cosas diferentes. Hay algo que me ha sorprendido y es que se trata de un equipo de Liga Femenina 2 que ha ascendido a Liga Femenina –en España sólo he jugado en Alcobendas, en Zaragoza y ahora aquí- y lo que me gusta es que el entrenamiento físico que hemos realizado es de alto nivel, es fuerte lo que hacemos, no es sencillo de llevar. Creo que en Liga Femenina esa base física es muy importante. El rendimiento físico en esta categoría es esencial.


S.- Y la ciudad, ¿conoces ya Logroño?

Aún no he caminado como me gustaría porque a mí me encanta conocer los sitios en los que juego. Hemos estado entrenando dos veces al día y además acudimos a los colegios para hablar con los niños y jugando con ellos, intentando que se animen, que les guste el baloncesto y que lo practiquen. Han sido unos días muy completos. Eso sí, el otro día corrimos junto al río y me parece una ciudad muy bonita.


S.- ¿Cómo decides fichar por el Campus Promete de Logroño?

El año pasado estaba jugando en Zaragoza. Me gusta, a final de temporada, reflexionar y pensar dónde y que te gustaría hacer el año siguiente, ver qué opciones tienes. Mi agente me dijo que el equipo de Logroño estaba interesado en ficharme y me contó cómo era el proyecto y el tipo de personas que están llevando el club. Me pareció que era un proyecto serio y aunque está un poco lejos de Madrid y no hay AVE... bueno, al final son tres horas en el coche. Lo importante es que vi que el club está haciendo las cosas bien, que el proyecto era atractivo, que podía conocer otra ciudad y que además estaba ligada a una Fundación como Promete que me permite dar clases de inglés, por ejemplo. Era diferente y pensé que un cambio me venía bien.


S.- ¿Cómo comienzas a jugar a baloncesto?

Desde pequeña, desde que pude andar prácticamente. Tengo dos hermanos mayores, uno me pasa seis años y el otro cuatro. Desde pequeña, como ellos jugaban, yo siempre iba a verlos cada fin de semana a sus partidos. Los veía jugar y en cada descanso o tiempo muerto yo cogía mi balón bajaba de la grada y comenzaba a botar y a tirar a canasta. Además, en nuestra casa, en lo que es el acceso a la entrada, hay un espacio en el que tenemos una canasta. Mi padre colocó un foco de luz en un árbol y por la noche mis hermanos y yo podíamos tirar a canasta hasta la hora que fuera. El baloncesto se me daba bien, era alta, rápida y tenía buen bote. Así que seguí jugando y así, poco a poco, he llegado hasta aquí.


S.- ¿Practicabas algún otro deporte o siempre fue el baloncesto la prioridad?

Jugué también al futbol y al fahtpitih, es un deporte parecido al beisbol pero para chicas, se juega en el instituto y en la universidad. En vez de lanzar la pelota por arriba, como en el beisbol, la lanzamos por abajo. Jugué a los tres deportes hasta casi mi último año de instituto y ahí ya me decidí por el baloncesto.


S.- ¿Te sirvió para mejorar combinar los tres deportes?

Sí, hoy en día creo que los niños tienen la presión de practicar un solo deporte, pero creo que es mejor jugar un poco a todo. De lo contrario acabas un poco quemado. Además, practicando más de un deporte conoces a más gente, tienes amigos diferentes.


S.- Al final, ser completo y aprender lo básico del deporte: correr, saltar y lanzar, ¿no?

Sí, también para desarrollar de forma completa tu cuerpo realizando movimientos diferentes. Los niños que practican constantemente un solo deporte no dan descanso a su cuerpo y mentalmente también sirve para descansar el cambio de actividad.


S.- Cuando uno comienza a practicar un deporte suele tener jugadores referentes, ¿tú los tenías?

…pues… no sé, cuando era pequeña recuerdo ver los partidos por la tele, pero la WNBA no era aún algo tan grande y no me fijaba mucho, pero en la NBA y en los equipos de las universidades sí. Había un jugador... jugaba para la universidad de Duke y luego en la NBA en los últimos años... Shane Battier. Me gustaba porque es un jugador muy bueno, muy trabajador, muy respetuoso y además siempre combinaba el deporte con sus estudios. Tiene la cabeza muy bien amueblada y además, es un muy buen jugador. Recuerdo estar en el salón mi caso viendo los partidos de Duke y pensando que Battier era el modelo de jugador que yo quería ser.


S.- ¿Es muy diferente la vida en Minnesota a la de España?

Sí, sí, es muy diferente. Sobre todo los horarios. Piensa que desayunas cuando te levantas y luego vas a trabajar, pero comemos sobre las doce e incluso hay gente que empieza a comer a las once y media. Luego cenamos sobre las seis o las seis y media y hay familias que empiezan a cenar a las cinco. Y claro, estás en la cama a las diez o las once, ya que tienes que levantarte a las seis. Aquí, la verdad, los horarios son un poco diferentes, ya que igual estás entrenando y cenas después y son ya las once o las once y media de la noche. Además, yo soy de Minnesota, la capital es Saint Paul (Minneapolis) y mis padres viven en las afueras, como a veinte minutos, y hay más espacio, hay más tierra abierta, nunca tienes que estar buscando un aparcamiento porque siempre hay un espacio libre. No hay aglomeraciones, porque como hay más espacio no vivimos todos juntos. Eso también es diferente, pero a mí me gusta ver la gente como aquí, en la calle, los niños jugando… simplemente, es diferente. Además, en Minnesota en invierno hace muchísimo frío y aquí no, así que –se ríe- mejor aquí.


S.- A veces, nos imaginamos o pensamos conocer las ciudades por las noticias que nos llegan sobre ellas. Por ejemplo, aquí en España, a los aficionados al baloncesto les ha llegado una idea de Minnesota a raíz de jugar Riky Rubio en los ‘Timberwolves’. Imaginamos la ciudad en función de cómo vemos al equipo jugar… alegre…

Nunca lo había pensado, pero es cierto que Minneapolis es un buena ciudad, a mi me encanta. Es una ciudad muy liberal, en la que vive mucha gente diferente, es una ciudad de una gran diversidad. Tienen una gran vida universitaria y es una de las mejores ciudades para andar en bici, con más caminos y de las que más facilidad ofrecen para utilizar la bicicleta. Está considerada como una ciudad verde, que cuida el medio ambiente. A mí me encanta Minneapolis.
S.- ¿Ese estilo de jugo alegre, rápido, es también el que te gusta a ti? Un estilo que parece que de nuevo se está imponiendo.

Sí, me gusta ese estilo. Mucho más que el estilo lento y parado, que exige marcar una jugada cada vez que bajas la pista. Creo que además es más divertido de ver desde la grada.


S.- ¿Cómo decides venir a jugar a Europa? Creo que tu primer equipo europeo fue suizo, ¿no?

Siempre me ha gustado viajar y cuando era pequeña casi nunca iba de vacaciones con mi familia porque los veranos los pasaba jugando algún deporte. Así que cuando no me cogieron para la WNBA pensé que era una buena oportunidad para conocer Europa. Quería probar antes de entrar de lleno en el mundo laboral adulto. Así llegué a Suiza, allí jugué un año y después mi agente encontró un equipo en España y aquello fue genial ya que había estudiado español en la universidad. Era el momento perfecto para mejorar mi español y seguir jugando a baloncesto al mismo tiempo. Desde ese momento me he quedado en España.


S.- ¿Si no hubieras jugado a baloncesto qué hubieras hecho?

Seguramente estaría trabajando como entrenadora o en un canal de deportes, algo así.


S.- A veces cuando vemos un partido de la NBA y otro de la Liga Europea, por ejemplo, nos parecen baloncestos muy diferentes. Recurriendo a tópicos, en el NBA hay un base que sube el balón da un pase y el receptor casi seguro finalizará la jugada. En Europa parece que hay un mayor juego en equipo, cortes, bloqueos, sistemas… ¿a esos cambios también cuesta adaptarse?

Sí. Depende de entrenadores, pero en general estoy de acuerdo. Para mí un partido de baloncesto europeo es más interesante que uno de la NBA porque allí no es tanto el equipo sino ‘mira qué bueno soy’ me la voy a jugar. Luego, en Europa las defensas son también más activas. En Europa el baloncesto es más de equipo… a mí, la verdad, me gusta más.


S.- Te gusta la sensación de pertenencia al equipo, de vivir el equipo, ¿no?

Sí, sí. Creo que el baloncesto es un deporte de equipo. ¿Por qué vas a tener cinco jugadores en la pista si sólo uno va a tocar el balón? En España se juega muy bien a baloncesto, estoy muy impresionada del estilo, de los movimientos, del juego táctico… hay movimientos que yo no había visto antes de llegar a España. Al princicpio, me preguntaba porque no me enseñaron estos fundamentos cuando era pequeña, porque aquí en España sí se hace. Me gusta porque he aprendido cosas del baloncesto que no sabía antes. Me ha hecho mejor jugadora, más versátil.


S.- ¿Del Mundial de baloncesto masculino te sorprendió algo? ¿La efectividad en el tiro del equipo americano que siempre nos tiene acostumbrados a un juego más de penetraciones, por ejemplo?

Tiraron muy bien, con un porcentaje de tres puntos cercano al cincuenta por ciento. Tampoco lo esperaba, seguramente estuvieron trabajando e insistiendo en el tiro como recurso.


S.- Y esta temporada, ¿serás pivot o alero?

Buena pregunta. Ninguna de las dos posiciones me parece. De pequeña siempre era la más alta y entonces me ponían cerca de la canasta, jugaba de pivot en el instituto. Después en la universidad, había cinco o seis chicas más altas y más fuertes que yo y seis chicas más bajas y más rápidas que yo, estaba justo en el medio. Empecé con los pivotes pero no podía con ellas, me sacaban de la pintura. Entonces me cambiaron con los aleros, pero claro si llevas toda tu vida jugando debajo del aro no estás cómoda en la línea de tres intentando meter un triple. Entrené dos años como alero, pero en los dos primeros años de universidad jugué muy pocos minutos. En mis dos últimos años de universidad, en cambio, jugué de cuatro y disfruté de muchos minutos. Salió la cosa bastante bien. ¿En España? Mis primeros años también jugué de pivot, era Liga Femenina 2 y no hay jugadoras tan grandes. El año pasado, ya jugué de alero, por primera vez. Intento aprender cada día y los veranos los pasó practicando el tiro de tres.


S.- ¿Y este año?

Bueno, como jugamos un sistema bastante libre en el que cualquier jugadora puede postear, penetrar o tirar, entonces creo que me voy a encontrar posteando y también lejos de la canasta en la línea de tres.


S.- Por lo que cuentas, el sistema suena muy atractivo…

Sí. Tenemos que conocernos muy bien entre todas las jugadoras. Saber que a una le gusta recibir el balón de tal manera, que esta otra le gusta el bloqueo de tal forma, que una prefiere penetrar sin bloqueos…  son conexiones que van surgiendo con los entrenamientos. Tiene buena pinta.


S.- ¿Qué objetivos te marcas para la temporada, de equipo y personales?

Como equipo, el primer objetivo es permanecer en Liga Femenina, mantener nuestra plaza. Eso lo primero, si podemos hacer más, pues adelante. Y como metas personales, ayudar al equipo en todos los aspectos que pueda, siempre tirar bien los tiros libres… ochenta por ciento hacia arriba…



Autor: Javier Muro

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