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{CULTURA / CINE}

El cine tras los atentados del 11 de septiembre de 2001

Una perspectiva de la evolución del cine después del 11-S

11 de septiembre de 2001. Nueva York. Cuando a las 9.03 (15.03 en España) el segundo avión secuestrado por miembros de Al Qaeda se estrella contra la Torre Norte del World Trade Center, las cámaras de los informativos, que estaban en la zona cubriendo la noticia del primer impacto contra la Torre Sur dieciocho minutos antes, recogieron y transmitieron en directo las dramáticas imágenes para todo el mundo. La reacción fue general y global: incredulidad, miedo, estupor... y, sobre todo, sorpresa, al menos hasta cierto punto. El hecho sorprendía por lo atroz de sus dimensiones. Todos nos decíamos que era la primera vez que veíamos algo así... al menos en la realidad y a pesar de ello ya los habíamos “visto”, sólo que a través del cine. De hecho, el comentario aquel día era coincidente: parece una escena sacada de una película de Hollywood. La industria hollywoodiense nos había acostumbrado a imágenes como las que estábamos apreciando en directo (Rodríguez 2005). Quizás la diferencia entre las escenas de Hollywood y las escenas del 11 de septiembre fue la que hay entre la ficción y la realidad, que en numerosas ocasiones se confunden. Lo cierto, lo real en esta ocasión, era que las imágenes no habían sido preparadas por un productor, un director o unos técnicos en efectos especiales (Bazo 2003).


Con el 11 de septiembre, además de unirse más que nunca las líneas entre ficción cinematográfica y realidad, también ocurre otro hecho interesante: la representación mediática de la realidad (es decir, las imágenes de los atentados emitidas por televisión) quedaba 'condicionada' por nuestro bagaje cinematográfico, influenciando de manera directa tanto en la forma de testimoniar y transmitir los hechos como en el de percibirlos por parte de los espectadores (Huerta 2006).


Si partimos de la propia ejecución de los atentados a partir de las imágenes que todos recordamos y que forman ya parte de nuestro imaginario colectivo, tenemos que destacar que nos encontramos ante un acontecimiento eminentemente visual. Esto no es algo nuevo para los grupos terroristas fundamentalistas ya que está dentro de la lógica del terror que ellos propagan, donde lo que se busca es el vehículo más potente y directo para transmitir su mensaje. Y ese vehículo es la imagen en sí misma: esta se convierte en la propia ideología (Ruffinelli 2002).

 

¿Está el público de hoy preparado para ver películas que recrean de una manera u otra los atentados de EE.UU. del 11 de septiembre de 2001? ¿Lo están nuestros alumnos? Un debate que surge cuando se presenta United 93 de Paul Greengrass y que aún hoy despierta encontradas opiniones. Antes de esta película, no encontramos ninguna otra que aborde de manera directa los atentados. Al menos no en EE.UU. En este sentido tenemos que recordar la obra coral 11’09’’01, producción francesa articulada por varios cortometrajes de autoría colectiva que encaró el atentado con urgencia. En contraposición llama la atención el olvido o evasión de las productoras cinematográficas de afrontar los hechos de 2001 de una forma directa, más allá de películas puntuales como World Trade Center de Oliver Stone o la reciente Tan fuerte, tan cerca, de Stephen Daldry.
El florecimiento del género documental

Varias películas documentales se lanzaron tras el 11-S a cuestionar la situación general en la que se encontraba EE.UU. De hecho, podemos constatar un resurgir del documental como género cinematográfico de éxito, especialmente desde que ha comenzado a conjugar política y sociedad en términos de inmediatez. En cuanto a los temas predominan aquellos que abordan las consecuencias del 11-S, la guerra de Irak o la política neoconservadora del actual presidente de EE.UU. George W. Bush. Entre todos estos documentales de no-ficción destacan los de Michael Moore, un realizador polémico que ha revolucionado, sin lugar a dudas, el panorama del documental a partir de sus trabajos post 11 de septiembre.


Este es uno de los ejemplos más claros de la influencia de los atentados en el diseño y lanzamiento de una producción cinematográfica. Quizás nunca antes en la historia del cine se ha creado un largometraje con una intención política tan delimitada. Según las propias palabras de Moore: “Sólo espero que Bush sea expulsado de la Casa Blanca”.


Finalmente, y tras miles de trabas en el mercado americano y tras conseguir la Palma de Oro en el Festival de Cannes 2004, la película es estrenada en los cines norteamericanos. Desde el mismo día que se estrenó, fue un éxito de taquilla y de hecho, y por mérito propio, se ha convertido en el documental de mayor éxito comercial de la historia del cine (sólo en España, el documental fue visto por 750.000 espectadores, una cifra desorbitada tratándose de un documental).


El documental aborda varios temas recurrentes: la legendaria noche electoral de noviembre de 2000, las relaciones económicas entre la familia Bush y Laden, la estrategia del miedo y el recorte de las libertades civiles, la guerra de Irak…


El cine de ficción post 11-S

Es curioso ver cómo hasta el año 2006 no había sido estrenado ningún film de ficción que recreara lo sucedido aquel 11 de septiembre. Desde aquel día ya se habló de la posibilidad de que Hollywood  o cualquier otra parte de la industria del cine mundial abordara, más tarde o más temprano, los atentados en forma de ficción. El problema no era tanto el cómo sino el cuándo. Las ideas y los guiones estaban sobre la mesa pero nadie quería adelantarse con los estrenos de una serie de películas que podrían herir la sensibilidad del público, eminentemente del estadounidense, traumatizado por la tragedia del World Trade Center y, por ende, dañar los resultados de taquilla (Collar y Pardo 2006). Sin embargo, la historia del cine muestra cómo la industria cinematográfica estadounidense siempre ha tendido a recoger en fotogramas la historia reciente no sólo de su país sino de todo el planeta por lo que el estreno de películas sobre el 11-S sólo era cuestión de tiempo.
   - United 93

La película es una dramatización que, a modo de crónica, describe los acontecimientos que tuvieron lugar dentro del aparato así como en diversos centros de control aéreo, tanto civiles como militares. Greengrass adopta una voluntad descriptiva en esta película, casi a modo de documental, dejando de lado enjuiciamientos o planteamientos de novedades. Lo fundamental radica en la voluntad de los seres humanos secuestrados, quienes siempre según la versión del gobierno estadounidense impidieron que los secuestradores impactaran el avión contra la Casa Blanca, convirtiéndose de manera inmediata en héroes nacionales (García 2004).

 

United 93 consigue recrear en 106 minutos la supuesta aventura de uno de los aviones secuestrados aquella mañana de septiembre, siendo especialmente meritoria su valentía de ser el primer film que aborda sin tapujos la masacre del 11 de septiembre. Aunque con ella, y como no podía ser de otra manera, también llegó la polémica. En este caso, de parte de algunas familias de las víctimas y por el hecho de que la Universal Pictures pudiera ganar dinero con este drama. A este respecto la productora anunció que el 10% de las ganancias del film se destinarían a la construcción del memorial previsto en honor a las víctimas.
  - World Trade Center

Esta película, dirigida por el controvertido Oliver Stone, recrea la historia del rescate de dos policías neoyorquinos, dos de los veinte supervivientes que pudieron ser rescatados de los escombros de las torres gemelas. A diferencia de United 93, World Trade Center sí cuenta con actores de reconocido prestigio como Nicolas Cage, Michael Pena, Maggie Gyllenhaal y Maria Bello. Es la primera película que recrea, en parte, lo sucedido en el World Trade Center neoyorquino aquel 11 de septiembre.


Siempre bajo la premisa del respecto a las víctimas y a sus familiares, al igual que el largometraje de Greengrass, Stone deja de lado las interpretaciones políticas de los atentados del 11-S para recrear únicamente el drama vivido por las víctimas y sus familiares en aquellas horas. El espectador no encontrará reflexión ideológica y sí una versión del lado más humano de la tragedia, centrándose en visiones particulares, algo llamativo teniendo en cuenta la trascendencia global de lo allí ocurrido. Podríamos afirmar que los pilares sustentantes de la película son el sufrimiento, la solidaridad y el sentido del sacrificio. La estética es estrictamente realista, quizás por la proximidad de los acontecimientos lo que impide moralmente la manipulación de cualquier elemento.


Con todo, World Trade Center, es una película convencional pero valiente, cargada en demasía de un profundo heroísmo y un sentido patriótico hasta la médula. No deja de ser un mero homenaje a las víctimas de aquel día, por lo que se echa en falta una mayor carga temática como podría esperarse de un film de Oliver Stone (Solórzano 2006).

 

El cine actual

Con el cambio de siglo y con lo sucedido aquel 11 de septiembre de 2001 (en el que el mundo entraba históricamente en el siglo XXI) la nueva fuente de guiones y películas de Hollywood se encuentra en Oriente Medio, acerca de cuya problemática y consecuencias ya se han acercado todo tipo de directores, productores y actores, no sólo independientes sino también nombres célebres como Robert Redford, Ridley Scott, Jaime Foxx, Leonardo DiCaprio, Matt Damon o Russell Crowe. Hablamos de películas como La sombra del reino (The Kingdom) en el que el FBI investiga un atentado terrorista producido en un complejo residencial occidental en Riad, Arabia Saudí.

 

De forma más directa sobre los atentados del 11-S encontramos Rendition (Expediente Anwar) en la que se presentan algunas de las consecuencias de la nueva política internacional y de las nuevas medidas de seguridad recortadoras de libertades que rigen nuestra sociedad. Otro título interesante es Gaza, cuya protagonista es Helen Mirren quien interpreta a una madre judía cuya hija, una periodista enamorada de un palestino, es asesinada. Una mirada más personal que política, sobre un drama humano de difícil solución. Como igualmente personal es la mirada de Michael Winterbottom (autor de la extraordinaria Camino a Guantánamo) en Un corazón invencible sobre la desaparición y posterior ejecución del periodista de The Wall Street Journal Daniel Pearl en Pakistán en el año 2002. Películas de perfil personalista, como United 93 o World Trade Center, quizás demasiado particulares teniendo en cuenta la gravedad global de los temas que subyacen, pero que igualmente pueden ser consideradas como necesarias para adentrarnos en el dolor personal de las personas civiles que no dejan de ser los verdaderos damnificados de esta coyuntura.
Igualmente, podemos destacar otros títulos centrados en la Guerra de Irak, como por ejemplo En el valle de Elah de Paul Haggis, En tierra hostil de Kathryn Bigelow, La batalla de Hadiza, de Nick Broomfield y en la que se recrean brutales venganzas reales de algunos marines norteamericanos o Green Zone donde Paul Greengrass vuelve a trabajar con Matt Damon en esta comedia negra sobre la incompetencia del gobierno provisional en Irak impuesto por Bush y sus correligionarios neoconservadores. Con la guerra contra el terrorismo como excusa Tom Cruise volvió a las pantallas en esta ocasión dirigido por Robert Redford en Leones por corderos, un film de historias que se acaban entrecruzando.


Como se puede apreciar, y a pesar de la crisis inminente tras el 11-S, el cine (esencialmente el estadounidense) ha sabido adecuar la nueva situación mundial a su industria. Y mientras la taquilla funcione, los guiones se seguirán escribiendo y las películas rodando. Se haya superado el trauma, o no./Diego Iturriaga, profesor de Universidad Internacional de La Rioja.


* Fuentes utilizadas:

- Libros y artículos

BAZO, E.: “Las claves audiovisuales del 11 de septiembre”, Revista Latente, 1 (2003), pp. 97-105

COLLAR J. y A. PARDO: “Dos miradas al 11S”, Nuestro Tiempo, 627 (2006), pp. 57-59

GARCÍA, M.: “Mecanismos de creación de héroes y anti-héroes para la opinión pública internacional en periodos de guerra”, Ámbitos, 11-12 (2004), pp. 39-67

HUERTA, M. A.: Celuloide en llamas. El cine estadounidense tras el 11-S, Madrid, Notorius Ediciones, 2006

QUIRANTES, A.: “Física de película, un ejemplo de cine en la docencia universitaria de primer curso”, Revista electrónica de investigación, Docencia y creatividad, 1 (2012), pp. 88-102

RODRÍGUEZ, H. J.: “Vuelo nocturno. El cine después del 11 de septiembre de 2001”, Dirigido, Septiembre 2005, p. 8

RUFFINELLI, J.: “11 de septiembre: cómo hacer cine en un país devastado”, Casa de las Américas, 226 (2002), pp. 139-143

SOLÓRZANO, F.: “Septiembre revisitado”, Letras Libres, Septiembre 2006, pp. 96-97


- Páginas web

WEB: El cine, el mundo y los derechos humanos [en línea]. En: Internet: (Consulta, 1 de agosto de 2015)
WEB: International Movie Data Base [en línea]. En: Internet: (Consulta, 9 de julio de 2015)
WEB: The New York Times [en línea]. En: Internet: (Consulta, 12 de marzo de 2015)

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