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{CULTURA / EXPOSICIONES}

'El humor es mi manera de saber que todo va bien'

El ilustrador y diseñador gráfico, Iván Bravo, participa en el Mazacote Cultural de Alberite

Iván Bravo es ilustrador, dibujante, artista y diseñador gráfico y dependiendo en que proyecto ande metido es más uno u otro o todos al mismo tiempo. Los cómic que cayeron en sus manos siendo un niño le abrieron los ojos sobre la posibilidad de entender la vidad a través del lenguaje visual. Ahora, cuenta historias y transmite mensajes valiéndoses de unos pocos trazos. Asegura que el truco está en explicar la esencia de las cosas. Entiende el humor como una filosofía de vida y lo traslada con elegancia a sus trabajos, del mismo modo que disfruta con la ilustración más conceptual. Coca Cola, Eight's Vineyard, Lay's, ABC o Jac Magazine son algunas de las marcas para las que ha trabajado. Proyectos que van de la publicidad al packaging, la animación, ilustración, los murales o la colaboración con diferentes publicaciones. Ahora, visita Alberite para participar en el Mazacote Cultural./Javi Muro

SPOONFUL.- ¿Dibujante, ilustrador, artista gráfico, diseñador… cómo te defines?

Definirse es muy difícil, creo que depende del momento o de los proyectos en los que te embarques. Digamos que trabajo sobretodo en ilustración, para la cual uso mucho el dibujo como técnica, pero también hago trabajos de diseño gráfico. Muchas veces no acabas de ver la diferencia entre una cosa y otra. Cuando trabajo en proyectos de grafismo aplicado al espacio, me gusta tener una perspectiva global para ver cómo se relacionan las imágenes con el espacio, y no me corto en hacer propuestas que salen de mi disciplina. Me encanta cuando una propuesta de señalética acaba teniendo un componente lúdico y lo que podría haber sido un cartel de papel impreso, acaba siendo un juego de engranajes que tienes que girar para poder leer el mensaje (https://vimeo.com/159631412).

 

S.- ¿Por qué decides seguir el camino de la ilustración? ¿Era algo que te llamaba desde pequeño? ¿Ya tenías esa faceta creativa?

Desde pequeño dibujaba cómics, personajes de películas, esas cosas. También construía mis movidas con lego y tente. Podría resumir así mi infancia. Años después, estudiando diseño, vi que lo que más me interesaba tenía que ver con todo aquello más expresivo, como diseñar carteles, portadas de libros o discos. Y descubrí la ilustración como disciplina. Me parecía que era una mezcla del proceso de diseño y la expresividad del cómic.

 

S.- ¿Cómo llegas a esta profesión? ¿Cuál fue la chispa que te hizo pensar “quiero dedicarme al dibujo, a la ilustración, al diseño gráfico"?

No recuerdo una chispa concreta, fue un proceso del que no te das cuenta hasta que no miras atrás y le encuentras cierto sentido. Sí recuerdo algunos momentos clave como el primer libro ilustrado que me encargaron, poco después de acabar de estudiar diseño: me parecía encajar con aquello. O cuando me encargaron unas ilustraciones para unas latas de Coca-Cola y pensé que realmente podría trabajar por mi cuenta. Poco después dejé el estudio donde trabajaba como diseñador gráfico. Era un estudio de diseño de producto e interiorismo, y cada vez tengo más claro que estar allí, con Martín Azúa, influenció mi manera de acercarme a proyectos que no son estrictamente gráficos.

 

S- ¿El cómic fue una influencia para ti?

El cómic fue 'LA' influencia durante mi infancia y adolescencia. No tenía otros hobbies aparte de leer y dibujar cómics. Recuerdo un verano que me dediqué muy en serio a dibujar anatomía, copiar páginas de dibujantes que me gustaban. Me estaba entrenando. Dibujaba perspectivas complicadas, entintaba con pincel los dibujos, iba preparando un portfolio. Quería dedicarme profesionalmente. Pero por aquel entonces descubrí el diseño gráfico y decidí estudiar diseño.

 

S.- Ahora participas en las actividades de Mazacote Cultura en Alberite, ¿cómo surgió la idea?

Me invitaron a participar y me pareció una experiencia estupenda. ¡Y aquí estoy! En cuanto pise Alberite empezaré a pensar qué proyecto hacer.

 

S.- Mazacote Cultural es una apuesta por difundir cultura y una invitación a acercarse al arte y sus procesos creativos, pero la cultura no parece ocupar un lugar demasiado importante en este país, ¿crees que iniciativas como ésta sirven para concederle la relevancia que debiera tener?

Es fantástico para un artista sentir que un pueblo le recibe con los brazos abiertos, dispuestos a mirar, escuchar y valorar su obra fuera de un museo o una revista especializada. He colaborado con un par de centros de arte (La Panera de Lleida y el CCCA de Sant Boi) donde se intenta sensibilizar a niños y niñas con arte contemporáneo y me encanta. Me considero abierto a muy diversas manifestaciones artísticas y aún así me sorprendo no sabiendo encajar, comprender o explicar muchísimas obras de arte contemporáneo. Creo que desde la escuela, pública o privada, no estimulan nuestra sensibilidad hacia el arte contemporáneo. Quizás porque no se sabe cómo hacerlo. Igual sólo hay que plantear el hecho de permanecer abiertos a propuestas, no lo sé. Permanecer abiertos a lecturas diversas y singulares de la realidad que compartimos. Hay colegios en los que en lugar de un timbre para salir al patio, les ponen música, cada día algo diferente. A veces son cosas tan sencillas como ésa. Quiero pensar que con detalles como ésos, esos niños disfrutarán de sus sentidos, y de adultos valorarán a esos músicos o artistas que estén cultivando esa cultura de la que disfrutan. En resumen: ¡Mazacote Sí! ¡Por un Mazacote en cada pueblo!

 

S.- ¿Conocías la figura de Emilio García Moreda?

No lo conocía, me fascinó el hecho de que llevara el arte contemporáneo al bar del pueblo.

S.- ¿Cómo te planteas las conversaciones sobre tu obra y tu proceso creativo con los vecinos de Alberite, tal y como hacía García Moreda?

Me lo planteo de una forma muy relajada, ahí estaré para explicar proyectos, contestar todo aquello que quieran preguntar, escuchar críticas, expresar dudas… Va a ser la hostia. Me encanta charlar sobre creatividad y cultura.


S.- ¿Y qué planteas para la actividad Píldoras Creativas?

De momento, unos talleres para buscar soluciones para la vida en Marte en el futuro. Sin tener demasiado en cuenta los problemas técnicos, no somos ingenieros, se trata de talleres creativos. Crearemos entornos, objetos o servicios propios de la ciencia ficción, con el objetivo de usar la imaginación y también la metodología de diseño. Al tratarse de un contexto desconocido, nos obliga a estar más atentos para diseñar con sentido. ¡Pensaremos una marcianada, pero habrá que llevarla a cabo mediante el diseño!

 

S.- Trabajas en publicidad, packaging, colaboras con revistas, como ilustrador, realizas animaciones y murales, etiquetas, camisetas, carteles, entre otros proyectos. ¿Existe diferencia entre tus proyectos personales y comerciales?

Sí, existen diferencias. En los proyectos personales sólo figura tu criterio. Mientras que en los proyectos comerciales, se suma el criterio de la agencia y del cliente, por lo que puedes llegar a ver cómo un proyecto que te encantaba se va transformando en algo que no te encanta tanto. En los proyectos personales eres más libre, pero puede suceder que tengas ideas y ante la ausencia de una fecha de entrega, nunca las lleves a cabo. También puede suceder que tengas demasiadas dudas acerca de cómo hacer algo y nunca lo hagas. Tengo una lucha importante con ello. Por otra parte, hay ciertos proyectos comerciales con los que te sientes tan vinculado que te los tomas como un proyecto personal. O bien te encargan algo pero te dan tanta libertad que acaba siendo como un proyecto personal. Y cuando sucede es fantástico (como en https://vimeo.com/172788540 o en http://ivanbravo.com/Healthy-mural)

 

S.- El humor destaca en tus trabajos. ¿Es importante para ti? ¿Sólo como herramienta creativa o es también una forma de entender la vida?

Algo me encanta del humor y es que dos personas que ríen de algo tienen una conexión completa por un momento. Lo leí en alguna parte. El humor es mi manera de saber que todo va bien. Son globos sonda que voy lanzando para sentirme conectado a mi alrededor. Un instinto de supervivencia. En mi trabajo lo utilizo con la voluntad de conectar de alguna manera, para hacer que las imágenes tengan algo que ofrecer al lector o usuario.

S.- Junto al humor, tus diseños e ilustraciones cuentan con elementos, podría decirse, conceptuales, ¿no?

Me atrae mucho la ilustración conceptual, imágenes que cuentan historias, plantean conceptos o temas de manera estimulante. No es un campo que haya explorado mucho, pero en el futuro quiero hacer más ese tipo de trabajo.

 

S.- ¿Qué es más importante en una ilustración, un mural, un diseño o cualquiera de tus trabajos, ¿la perfección, la belleza, los detalles o la empatía con quién lo observa?

Lo que más me interesa es comunicar lo que hay que comunicar. Para ello hay que tener en cuenta al usuario u observador. Y el contexto: es diferente abordar una ilustración en una revista o un mural en un colegio. Muchas veces el contexto te dice lo que puedes hacer, con qué puedes jugar, qué no tiene sentido. Me gusta tener en cuenta los detalles, como si atracara un banco: los detalles harán que te pillen rápido o que nunca lleguen a sospechar de ti. Mejor ponerlos de tu lado. Pueden ayudarte a comunicar o todo lo contrario. La belleza puede ser muy importante, sobretodo en trabajos murales. Acaban siendo una escenografía gigante con la que convivimos, no es como una imagen en la página de un libro que podemos cerrar y ocultar en la librería. Alguna vez me han borrado un mural, porque no lo entendieron o estéticamente no les encajaba.  Con la perfección mejor no meterse: hay que terminar los proyectos antes de que terminen contigo.

 

S.- ¿Cómo se consigue contar una historia o transmitir un mensaje con ‘tan sólo’ unos trazos?

Explicando la esencia de las cosas, el resumen, el meollo. Explicándoselo a los demás una vez tú mismo lo has entendido. El riesgo de sintetizar es que te pierdes los matices. Y puedes caer en la etiqueta, en el reduccionismo, en la superficialidad.

 

S.- ¿Si echas la vista atrás crees que tu forma de dibujar, de ilustrar, ha evolucionado?

Sí, creo que mucho. Mis intereses, mis influencias han cambiado. He hecho varios tipos de proyectos, en varios contextos. Y cada proyecto te cambia o te hace evolucionar un poco. Hay proyectos que te piden mucha velocidad, así que tu dibujo se vuelve también más veloz, y un poco automático. Últimamente busco más frescura y espontaneidad en mi trabajo. Y eso lo va a hacer cambiar, seguro. A nivel de color quizá es lo más evidente. Antes usaba blanco, negro, rojo o azul. Luego hubo una época en que usaba los colores que puedes encontrar en una ensalada. Y los últimos años mi pareja ha ampliado mi paleta y ha hecho que use otros colores como rosa o lila, que antes nunca había usado. De hecho últimamente me encuentro con proyectos que me piden mucho color. O tal vez es que yo quiero poner mucho color en todos los proyectos que me llegan.

 

S.- Los días que vas a vivir en el Mazacote Cultural van a ser de gran intensidad, ¿Crees que la creatividad debe vivirse con intensidad?

Me gusta tener momentos de mucha intensidad, donde estoy fluyendo con lo que hago. Pero también me va bien una baja intensidad para pensar bien qué estoy haciendo. ¡Vamos a vivir unos días muy especiales, seguro!

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