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{CULTURA / EXPOSICIONES}

Planta Baja, espacio abierto

El espacio cultural cumple un año con el diseño y el arte como sus referentes

Dicen que el tiempo es como el viento, arrastra lo liviano y deja lo que pesa. Hace poco más de un año dos arquitectos decidieron abrir un espacio cultural en la calle La Cigüeña de Logroño. Una tarde en familia fue el origen de Planta Baja, la tienda y sala de exposiciones en la que el diseño y el arte son el punto de referencia.


Aurora y José Miguel León son los promotores de la propuesta. Armonizan sus proyectos arquitectónicos con Planta Baja, conjugan el trabajo sobre planos y visitas a obras con la programación de las muestras que ocuparan el calendario expositivo. También, el de las conferencias, charlas y presentaciones.


Desde el escaparate que da acceso a la tienda se muestra un infinito de objetos de diseño. Algunos habituales de los hogares españoles unas décadas atrás y ahora transformados en piezas bañadas de un soplo vintage y otros –muchos- sorprendentes. Cocteleras, transistores, vajillas de cocina, botellas, jarrones, teléfonos, juegos de mesa y juguetes, mobiliario, mesas, sillas, sillones o lámparas y esa pizarra en forma de cocinero en la que apuntar la lista de la compra.


Todo es diseño en Planta Baja, también las sillas y la mesa desde las que echan la mirada atrás para constatar que el primer año del proyecto ha pasado muy rápido. Coinciden en que esa percepción es buena. “Ha pasado volando –reflexiona Aurora- y también ha sido denso e intenso de actividad, cuando te pones a repasar te das cuenta de que hemos enlazado exposición con exposición”.  José Miguel, asiente. “Es imprescindible –dice- valorar que hemos pasado un año haciendo actividades y hemos conectado con la gente, que ha podido acercarse a las exposiciones y descubrir algo diferente”.

 

El arquitecto tira de ironía ante las dificultades que implica poner en marcha un proyecto cultural hoy en día. “Antes las adversidades recurro –recuerda- a la filosofía de Homero, la de Homer Simpson… ‘Intentarlo es el primer paso para el fracaso’. Nosotros tenemos claro que vamos a seguir intentándolo”.
En ese sentido, Aurora apunta que el primer año de Planta Baja ha tenido mucho de experimento, de comprobar si la idea funcionaba. “Queríamos crear un lugar de encuentro alrededor del arte, el diseño y la cultura y cada cita que hemos convocado en este tiempo, ya fueran exposiciones, charlas, conferencias o presentaciones ha tenido una buena respuesta. Estamos contentos”.

 

El barrio en el que se ubica Planta Baja no está acostumbrado a que sea elegido como ubicación de centros culturales, pero, de alguna manera, la percepción ha cambiado un tanto en los últimos años. Junto a Planta Baja, en las calles aledañas ha surgido una biblioteca sobre la estructura de un antiguo colegio, un proyecto denominado ‘Galería Minúscula’ y un establecimiento de antigüedades y venta de libros de segunda mano. “Creo –indica José Miguel- que nuestro objetivo de ser lugar de encuentro lo hemos conseguido, ¿la rentabilidad? Bueno, ese es un proceso más lento, que necesita un mayor rodaje, casi no hemos tenido tiempo de atender a más cosas, por ejemplo la página web, pero estamos en ello”.


El boca a boca ha funcionado a lo largo de estos primeros meses como elemento promocional. La gente se acerca a Planta Baja con la idea de descubrir un espacio diferente y siguiendo la recomendación de algún amigo que ya lo ha visitado. “Estamos agradecidos –asegura José Miguel- a toda la gente que aceptado el reto que proponemos, a los conocidos por supuesto, pero también a todas esas personas que no conocíamos y que se han dejado llevar por el afán de conocer algo nuevo, aunque no se encuentre ubicado en el centro de la ciudad”.

 

Mientras Aurora y José Miguel repasan estos primeros meses de actividad, las personas que pasean por la calle La Cigüeña se detienen intermitentemente en el escaparate. Algunos entran y el análisis se detiene. Buscan regalos, algo especial, un objeto diferente y distinto, de alguna manera, exclusivo. “La gente del barrio que al principio miraba Planta Baja con cierto recelo o extrañeza ahora entra y acude a las inauguraciones de las exposiciones y a las presentaciones que organizamos”. Recuerdo, explica José Miguel, "que las primeras semanas decían ‘el barrio ha salido en la tele’”. No les faltaba razón señala el arquitecto, “creo que es así como los barrios se van activando, consiguiendo un sentimiento de pertenencia”.
La sala de exposiciones de Planta Baja podría encuadrarse en un estilo garaje. Paredes al natural, sin tratar, en carne viva. “Nos miramos –describe Aurora- en espejos lejanos, en iniciativas similares puestas en marcha en grandes ciudades y el reto es grande, pero estamos convencidos de que estos proyectos funcionan”.


El barrio ofrece un paisaje multicultural que Aurora y José Miguel observan con naturalidad. “Es algo enriquecedor –dicen- y el que no piense así le va a ir mal el pelo”. En esa relación con el barrio, con sus calles y sus habitantes, los arquitectos apuntan que quieren implicarse culturalmente. De ese propósito surge uno de los proyectos que tienen en mente. “Queremos elaborar –explican- un plano del barrio, un documento que permita descubrir cómo es y qué es lo que hay en cada calle”.


De forma más inmediata, por Planta Baja pasarán uno grupo de colegas de profesión catalanes para la presentación de un libro. Lo cierto es que en tan sólo un año de actividad Planta Baja tiene lista de espera para ocupar la sala expositiva. “Hay un buen número de personas –detalla Aurora- que nos ha preguntado y propuesto exponer aquí”. Hasta la fecha, Planta Baja ha acogido la muestra inaugural de mobiliario de los años 60 y 70 y las viñetas de la época; una colectiva con Balanza, Castellot, Navaridas, Reyes, Teresa Rodríguez y Carlos Rosales; una dedicada a la publicidad entre los años 50 a 80; ‘Anonymous’, las fotografías de Marta Corada dentro del certamen ‘Mirada de Mujer’, la presentación de la colección de moda de ‘Peekaboo’ y la más reciente, ‘Donde el tiempo se rompe’, de Diego Marín.


“Ahora –indica Aurora- queremos mantener el tono y sumar nuevos proyectos pero siendo fieles a la filosofía expositiva que nos marcamos de inicio”. Y es que desde Planta Baja quieren ser también un espacio abierto a esos jóvenes creadores que muchas veces no encuentran dónde mostrar su obra. “Al indagar en el mundo del arte y el diseño descubres la cantidad de gente joven que hace cosas increíbles”./Javi Muro

 

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