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{CULTURA / EXPOSICIONES}

Y la pintura estalla sugerente

Daniel Verbis expone 'Obsceanográfico' en la Sala Amós Salvaldor de Logroño

Un estallido de pintura retumba al cruzar la puerta de acceso a la sala Amós Salvador. No hay miedo que tener, no mancha, sugiere; no se adhiere a la ropa sino a la imaginación. Y ahí, como al vestir, cada uno tiene un estilo más o menos definido, un sentido más o menos desarrollado. No todo el mundo es Lewis Carroll, pero todos –quien más, quien menos- nos dejamos llevar ante el estímulo del color y las formas. Así, ya en el interior del espacio expositivo, surge ante el visitante ‘Boca oscura sin alma’, la pintura de gran formato que ocupa el panel frontal de la muestra y que Daniel Verbis ha realizado directamente en la sala logroñesa. El mural forma parte de ‘Obsceanográfico’, la selección de obras que el artista leonés ha escogido para presentar su trabajo en la capital riojana.


Me gusta pasarlo bien pintando –asegura el artista- y que la gente que contemple mis cuadros también disfrute, que también lo pase bien”. Rechaza trasladar sus problemas a los demás a través de la pintura. “En mis obras nunca se sabe qué estamos viendo, nunca llego al final de la historia”. Asiente, mientras le escucha, Miguel Fernández-Cid, comisario de la muestra. “Al pintar, despliega posibilidades, juega con las formas y el color, abre opciones, lleva al límite los recursos plásticos, introduce elementos de aparente contradicción pero consigue mantener la imagen ágil y fresca”.


Al acercarse a la obra de Daniel Verbis, uno puede tener la percepción de estar ante una pintura de ejecución rápida. Nada más lejos de la realidad. “Hay un trabajo previo minucioso y una visita a su amplio estudio –resalta Fernández-Cid- en el que cada espacio está dedicado a una actividad concreta, ya sea el collage, la escultura, las instalaciones, la pintura, aclara esa labor precedente”. Y es que en el taller de Verbis llaman la atención las estanterías repletas de dibujos y libros, de imágenes almacenadas, de estímulos y sugerencias creativas. “Verbis siente interés por provocar la aparición de imágenes y preguntarse luego por posibles salidas alternativas”.

 

Mientras recorre la sala en compañía del director general de Cultura, Eduardo Rodríguez Osés, y de la concejala de Cultura, Pilar Montes, el artista apunta la facilidad con la que surgen sus esculturas y la dificultad que entraña, por el contrario, el proceso creativo de sus pinturas. Observa sus cuadros y habla de ideas sumergidas en un ‘algo’ gelatinoso, al tiempo que reflexiona sobra la condición de las ideas, “conceptos que vamos cambiando constantemente, las cambiamos acondicionándolas a lo que nos va ocurriendo en la vida. Por eso me interesan las ideas de la gente, no tanto las que se dicen sino las que se hacen, las ideas que son ‘la verdad’”. Quizá, desde ese convencimiento, se explica que Daniel Verbis entienda la pintura con vocación de permanencia, “como un recorrido, no de futuro, sino de pasado, como un intento de entender”.
Allá por los años 90, los primeros pasos de la carrera artística de Verbis apuntan a intervenciones directas sobre los espacios y el uso de materiales frágiles. El artista leonés pertenece a una generación en la que las enseñanzas de Bellas Artes dejaron atrás su prevalencia práctica para impulsar lo teórico. “Ahí surgió su interés por los debates propuestos por los artistas povera y minimal, por el dibujo, el papel y el texto”. Ahora, mantiene sus propuestas alrededor de la pintura como lenguaje. “El dibujo –dice- construye realidades, es la manera natural de contar”.


La chispa detona su proceso creativo surge del trabajo diario. “Paso muchas horas en el estudio pintando –reconoce- y no cedo ante lo primero que sale”. Revelan las palabras de Daniel cierto sufrimiento al pintar. “Sufro porque dudo –confiesa-, no es un sufrimiento por angustia, es un sufrimiento porque no sé porque pinto estos cuadros, llevo años pensando y dándole vueltas a si lo que hago merece la pena”.  Y es que, en opinión de Verbis, la duda es imprescindible. “Hoy en día, a un tío que no duda se le tiene por profesional, se considera un signo de fuerza. No lo entiendo así, para mí quien duda es una persona responsable. Yo dudo al pintar y también, por ejemplo, al distribuir las obras en una exposición”. ‘El mercurio de la carne o el nacimiento del amor’ y ‘Así fue como tus ojos penetraron en el fondo de mi corazón’ ocupan el muro norte de la sala, no ofrecen pistas, despiertan la curiosidad, dejan que la materia avance, impactan en quien se detiene a observarlas…y en un instante precibes cómo la pintura rompe sugerente./Javi Muro

 
* Obsceanográfico. Sala Amós Salvador. Logroño. Hasta el 19 de junio.


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