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{CULTURA / FOTOGRAFíA}

'En las fotografías siempre se deja una parte de tí'

Susana Navaridas expone su imagen 'Fin de Fiesta' en Yo expongo, dentro de Mujeres en el Arte

Susana Navaridas es fotógrafa, capturar imágenes y transmitir una pequeña -o gran- historia a través de ellas es su gran afición. Informática de profesión, ahora expone su fotografía ‘Fin de fiesta’ en la Sala Caja Rioja-Bankia Gran Vía, dentro del programa ‘Yo expongo’, incluido en el Festival ‘Miradas de Mujer en La Rioja’. La conversación revela a una fotógrafa muy exigente consigo misma para quien cada imagen tomada desde su cámara es un pasito hacia adelante para asumir un nuevo reto. Susana cree que en cada fotografía se deja algo de sí misma, una teoría que parece confirmar la intensidad con la habla de la fotografía como arte y como medio para comunicarse. Junto a ‘Fin de fiesta’, la imagen que compone la exposición, puede leerse: "Cuando la fiesta que termina da paso a la soledad, cuando el fin de una calle da comienzo a otra ...", "... y caminando me di cuenta que la vida es una fiesta si uno hace lo que ama"./Javi Muro


SPOONFUL.- Lo primero que llama la atención es que tu exposición está formada por una única imagen. Si habitualmente, a todo artista le cuesta seleccionar las obras a exponer… quedarse sólo con una tiene que ser complicado…

Es complicado, es muy duro. Al principio, cuando me dijeron que la exposición consistía en una sola fotografía, pensé que bien, que sencillo. Luego, cuando llegué a casa y me dije “por donde empiezo”. Entonces comencé a repasar la cantidad de fotos que había realizado y me planteé que tenía que poner una serie de criterios. Con esas premisas comencé a reducir el material del que disponía. Por un lado, tuve en cuenta el estilo fotográfico en el que me voy definiendo; después imágenes que fotógrafos más expertos me habían dado el visto bueno técnicamente y en cuanto a la composición. Además, soy de blanco y negro y sabía que la fotografía a exponer iba a ser en blanco y negro. Había logrado reducir a cuatro o cinco. A partir de ahí, surge la cuestión de que tus fotos para ti significan y expresan algo, pero no sabes que van a sugerir a la gente, a quienes las contemplen. Hice la prueba con gente de mi entorno, preguntándoles qué les decía cada foto, pero comprobé que a cada uno las imágenes le sugerían cosas diferentes. Así que la decisión se basó en mi estilo, dónde soy yo y, sobre todo, el momento en que la hice. Un momento que tiene va al hilo del texto que acompaña a la imagen.


S.- ¿Debió de ser un momento importante?

De alguna manera, esa fotografía representa un antes y un después de mi estilo fotográfico y también en lo personal. Había otras imágenes, posteriores, que quizá fuesen mejores como fotografía pero la elegida estaba cargada por lo que supuso para mí. Además, desde el punto del estilo, esa imagen está definida por muchas líneas y yo soy muy de líneas en fotografía.


S.- Observando la fotografía llama la atención la perspectiva…

A menudo en mis fotos busco un juego de líneas. Con la fotografía de ‘Yo expongo’ me pasó así. Vi las líneas que formaban los cables, las que formaban las ventanas pequeñas, y la escalera, otro elemento que me gusta fotografiar… si veo una escalera me detengo y la fotografío. Al mismo tiempo, estaba en una etapa en la que estaba introduciendo en mis imágenes el factor humano. Al principio, no mostraba a personas en mis fotografías. Con ‘Fin de Fiesta’ me quedé en aquel lugar para ver qué ocurría. Pasó gente, pero el señor que aparece en la imagen me llamó la atención. Estaba como cabizbajo, nostálgico, solitario. Justo detrás de las escalerillas había una plazoleta donde estaba un grupo de gente reunida y este hombre venía de allí, de esa reunión. La nostalgia que me transmitía ese señor, junto a las líneas que marcaban el entorno, me llevó a realizar la foto.


S.- … ‘Fin de fiesta’, como título… la perspectiva de la imagen cobra aún más sentido más intenso… un cielo amaneciendo que se intuye aunque no se ve, los cables de los que cuelgan una pequeñas bombillas, que podría ser incluso una verbena, la mirada inclinada, que pudiera ser el cansancio del final de una noche…

Es todo como muy insinuante. El tema del título fue también una odisea porque no me gusta ponerle título a las fotos porque rediriges mucho el sentido con que el público debe mirar esa imagen. En este caso era necesario titularla porque daba nombre a la exposición. Le puse ‘Fin de fiesta’… ¿a qué le llamamos fiesta? Puede ser una fiesta con los amigos, una verbena, el final de una etapa… Fiesta como metáfora también; fiesta con un doble sentido haciendo referencia a ese punto de inflexión que comentaba anteriormente.
S.- ¿Cómo te acercas a la fotografía?

Cuando era muy pequeña las cámaras era de carrete y mis padres tenían una de esas cámaras. Revelaban las fotografías y las teníamos en papel. Recuerdo que mis padres las tenían en un cajón y a mí me gustaba ordenarlas, documentaba y colocarlas en álbumes. Incluso, posteriormente, con trabajos y proyectos en los que ha habido que realizar algún cartel siempre me ha tirado la fotografía. Siempre había tenido una cámara compacta, pero ya teniendo una edad veía las cámaras réflex con envidia y me decía “yo quiero una de esas”. Lo vas dejando porque por motivos personales y económicos nunca tienes tiempo para dedicarte a la fotografía.


S.- …pero al final sacaste tiempo…

…cuando los hijos son ya un poco mayores y pienso que voy a tener más tiempo es cuando decido comprarme la réflex. Realmente, la cámara réflex la tengo desde 2012, así que tampoco llevo tanto tiempo metida de lleno en este mundillo. Es cierto que siempre ha estado la fotografía ahí, rondando. Me compré la cámara y comencé a asistir a cursos, primero en la UPL (Universidad Popular), después en la Casa de la Imagen y más tarde cursos especializados con otros fotógrafos, tanto en Logroño como fuera. Así ha sido mi incursión en la fotografía. Ahora es una afición que me sirve para desconectar, para desestresarme, para conocer sitios nuevos, gente diferente, es mi afición...


S.- ¿Ahora tienes tu cámara réflex, pero sigues llevando siempre contigo una compacta?

No, llevo el móvil, pero con el teléfono no me gusta hacer fotos. Sí es cierto que vas observando y te dices “mira, aquí haría una foto”. Es eso que te dicen siempre de que tienes que pasear con tu ojo fotográfico. No llevo una compacta a diario conmigo, cuando salgo a fotografiar salgo a fotografiar, me centro en las fotos.


S.- ¿Recuerdas la primera fotografía que realizaste ya en serio con tu cámara réflex?

Recuerdo la primera que consideré medio buena. Está tomada en los edificios diseñados por Toyo Ito en Logroño y muestra una escalera en perspectiva y las sugerentes figuras que surgen alrededor (última foto de la galería de imágenes que acompaña a la entrevista). Tuve suerte porque estaba en un curso de procesado de blanco y negro y el fotógrafo Gabriel Brau me la imprimió. Desde que me hice con la réflex hasta que realicé esa foto pasó, al menos, año y medio. Para sacar esa foto estaba medio tumbada en el suelo; es otra de las cosas que me caracteriza como fotógrafa siempre estoy subida en algún sitio, agachada, tumbada… intento mirar desde otro punto de vista que no sea la altura de mis ojos.


S.- Esa búsqueda de una mirada original habla también de la importancia que le concedes a lograr la foto que has imaginado, ¿no?

Cuando hay algo que me llama la atención me paro, miro desde diferentes puntos de vista para componer y, si es el caso, espero a que entre en escena el factor humano. Siempre espero para tratar de conseguir la foto tal y como quiero que salga.
S.- Eso añade la paciencia a tus características como fotógrafa…

Antes no la tenía. Digamos que como fotógrafa era ‘cazador’. Ahora tengo más paciencia. Ahora en ocasiones soy ‘cazador’ y en otras ‘pescador’. Por ejemplo, en la foto de la paloma (en la galería de imágenes) pude pasar veinte minutos esperando el momento.


S.- ¿Por qué la fotografía y no otra disciplina creativa? ¿En la fotografía encuentras algo diferente?

Noté como una explosión de creatividad a raíz del nacimiento de mi primera hija. Había colaborado para realizar algún cartel de fiestas o alguna invitación de Navidad, pero era algo casero. Pero como decía antes la fotografía ha sido algo que siempre ha estado rondándome y cuando ya cogí la cámara me di cuenta de que quería componer, expresar, crear algo. Me apetecía recoger esa información que vemos en la calle, pero de la forma en que la siento, en la forma en que yo la miro. En la fotografía he encontrado esa vía para expresarme… el dibujo, por ejemplo, nunca se me ha dado bien. Mi formación no está relacionada con el arte, en Bellas Artes. Fue como una vía de escape para esa explosión de creatividad que surgió en aquel momento.


S.- ¿Y qué es para ti la fotografía, contar algo o mostrar algo?  ¿Necesitas que las imágenes cuenten algo?

Sí. A lo largo de los años vas evolucionando. Por ejemplo, al principio, empecé a realizar fotografía de arquitectura. Era algo que me gustaba mucho. Además, de entrada me daba mucho reparo fotografiar gente, y me daba cuenta de que mis fotografías no decían nada. Plasmaban una situación, mostraban un edificio, un paisaje, un entorno, pero no expresaban nada. A partir de ahí, cuando haces esa reflexión, decidí que quería que mis fotos expresaran algo. Ese algo que me ha llamado la atención y me ha motivado para hacer la fotografía, aunque a otra persona, al observar la imagen después, pueda expresarle otra cosa diferente. Quiero transmitir lo que he sentido en ese momento haciendo la foto. Creo además que en las fotos siempre se deja una parte de ti. Ésa foto la has hecho tú por algo, por algo que te ha motivado… sea la alegría o la tristeza de una persona, los colores… siempre dejas un poquito de ti.


S.- Después has introducido el factor humano en tus fotos…

Sí, y quiero seguir en esa línea de tratar de transmitir con mis fotos.


S.- Hablabas de tu afición desde pequeña por la fotografía y también de la formación que has seguido a través de cursos. ¿Es más sencillo plasmar y hacer realidad la fotografía que imaginas tras esa formación?

… sigue siendo un reto… cuando estaba eligiendo la fotografía para la exposición ‘Yo expongo’ hubo una persona que me recordó que eligiera la foto que eligiera, dentro de un año, me iba a parecer, con perdón, una mierda de foto. Es así. Evolucionas y quieres hacer cosas diferentes. Veo mis primeras fotos ahora y me digo que no sirven para nada. Cada vez que das un pasito vas queriendo más. Ahora he conseguido introducir el factor humano y quiero acercarme más a la gente, ser capaz de plasmar la tristeza o la alegría, sin llegar a ser un retrato. Es un reto constante. Además, vas viendo fotos de otros fotógrafos y dices yo quiero hacer esto. Lo consigues y quieres ser capaz de hacer algo más. Es una evolución constante, es así como siento la fotografía. Tiene que también con mi forma de ser, soy muy dinámica. Puedo pasar de la fotografía de calle, a la de naturaleza…


S.- ¿Qué tipo de fotografía te gusta?

Hace un par de años, cuando estaba comenzando, un fotógrafo me preguntó lo mismo ¿qué fotografía te gusta? No lo sé, dije, sólo sé que la fotografía que no me gusta es la de arquitectura. Cuatro o cinco meses después me tuve que tragar mis palabras. Me di cuenta que en mis fotos, aunque no eran sobre edificios, sí había muchas líneas, muchas geometrías. Hoy en día, diría que me gusta la fotografía de calle, aunque eso no quita para que haga también otro tipo de fotos. Me gusta un estilo minimalista, me gusta que mis fotos no estén muy cargadas de elementos. En ocasiones mis imágenes son muy conceptuales, muestran a penas dos cositas. Es como me defino hoy por hoy porque soy consciente de que la fotografía es un reto constante.
S.- ¿Tienes fotógrafos que sea referentes para ti?

Sí, muchos. Me gusta mucho Cartier Breson, Saul Leiter; también Richard Avedon, del que me gusta mucho como trata a la gente, como puede pasar horas y horas, por ejemplo con Marilyn Monroe, para sacar la esencia de esas personas y no los personajes que conocemos públicamente. Entre los fotógrafos de ahora, Chema Madoz, sus bodegones me parecen impresionantes, el doble juego que tienen sus fotografías, como siendo tan minimalista significa tanto. También me encantan Navia o Eduardo Momeñe. Y también tengo mis referentes locales, riojanos, Teresa Rodríguez, por ejemplo, y Jesús Rocandio.


S.- Hablabas del blanco y negro, ¿tu fotografía es blanco y negro?

La mayor parte sí. Precisamente ayer leí un artículo de un fotógrafo que decía que cuando se hace un retrato en color quien lo observa se queda con el color de la ropa, cuando se hace en blanco y negro, con lo que se queda el espectador es con la esencia de la persona retratada. Hay muchas foto que transmiten mucho más en blanco y negro porque te abstraes de todo lo alrededor, pero también las hay que no te dicen nada en blanco y negro. Cuando imagino una foto que quiero realizar pienso al mismo tiempo si va en color o en blanco y negro. Aun así, la mayor parte de mis fotografías de calle son en blanco y negro. En mi web tengo un serie sobre el otro lado de la feria taurina, sobre lo que hay detrás, y si van en color.


S.- ¿También al observar las fotografías de otros te gusta más el blanco y negro?

Depende, como al hacer yo las fotos. Pero sí es cierto, que desde siempre me han llamado la atención las fotos en blanco y negro. Cuando ordenaba las fotos de mis padres sentía predilección por las que realizadas en blanco y negro o las de color sepia, que las de color. Definitivamente, blanco y negro.


S.- En tu caso la fotografía es afición, ¿no?

Sí, una afición…

 

S.- … ¿y te gustaría que fuera una profesión?

… no sé, creo que hoy en día ya es muy difícil que me pueda dedicar profesionalmente a la fotografía. La formación siempre me ha gustado… dedicarme a la formación en fotografía sí que me gustaría, pero ganarse la vida con la fotografía es algo que veo muy complicado. Además, hay un bombardeo alrededor de la fotografía, en las redes sociales, por todos lados.


S.- Pero no es lo mismo hacer una foto con el móvil y subirla a Facebook que ser fotógrafo, ¿no?

Sí, por supuesto. Por lo menos tiene que existir una intencionalidad. La diferencia está en tener ojo fotográfico, en tener una intención. Sobre este tema tengo muchas discusiones.


S.- Trabajas, eres madre, corres y además sacas tiempo para la fotografía…

Sí y además soy ama de casa. Tienes que intentar sacar momentos. Es el equilibrio de la vida, equilibrio en la familia, equilibrio en el trabajo, y el equilibrio de ahora soy yo… En esos momentos de ahora soy yo aprovecho esa horita que tengo y me la dedico a mí,  a mí que es la fotografía. Aprovecho cada quince días, por ejemplo, para hacer una salida con un grupo de amigos para hacer fotos. Te organizas. El trabajo con la fotografía viene después en casa, ahí sí que es por la noche. Buscando ratitos en la noche, una vez que todo el mundo está acostado. Entonces me siento ante el ordenador y ya no tengo prisa.


S.- ¿Te gusta desarrollar tus proyectos fotográficos en series de imágenes o en fotografías individuales?

Me sirvió de reflexión poner en marcha la página web. Me permitió echar una mirada hacia atrás y repasar todas las fotos que has realizado. Me ha permitido organizar mis fotos, las que son sobre escaleras –un tema que me atrae mucho-, las que son sobre naturaleza, las que son sobre los toros –sobre lo que no se ve de la feria-, las de calle (Street) y dentro de este estilo sí que me apetece desarrollar un proyecto concreto. A parte, sí que estoy realizando un proyecto personal. Un proyecto en el que me auto fotografío y trato de plasmar en cada imagen una característica de mi forma de ser. Son unas fotografías muy personales. Me está costando mucho, es complicado.

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