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{CULTURA / FOTOGRAFíA}

'La fotografía no es sólo lo que ves, sino todo lo que cuenta la imagen y lo que imaginas'

Roberto Botija expone 'Tiempo Suspendido' en la Casa de la Imagen de Logroño

Apunta el fotógrafo Roberto Botija que de lo fotográfico, ante todo, le interesa ese tiempo que está presente pero que ha dejado de transcurrir. En definitiva, el tiempo suspendido, still life. También las cosas que existen y están ahí solo porque el fotógrafo las ha colocado, no tanto por su cualidad formal, sino por su densidad simbólica. Ahora, Botija expone ‘Tiempo Suspendido’ en la Casa de la Imagen de Logroño. Nacido en (Bilbao, 1953), Roberto Botija ejerce como diseñador de interiores. Ha publicado sus fotografías en medios especializados sobre este tema, destacando el extenso trabajo aparecido en el número 12 de la revista suiza de arquitectura Werx, Bahuen+Wohnen, un monográfico sobre la ciudad de Bilbao (1996). Así mismo, ha publicado, por iniciativa del colectivo Ongarri, el libro ‘Alusión a una sombra’(2000).


En serie de fotografías que ahora muestra la Casa de la Imagen, el fotógrafo se adentra en la naturaleza muerta estableciendo una relación directa entre la quietud y la vida. "Sus imágenes afirman –describe el catálogo- la paradoja de ser instantáneas y a la vez exhibir su capacidad de atemporalidad; son inmóviles y al mismo tiempo están impregnadas de un velado movimiento”.


… el propio fotógrafo ha escogido un texto de ‘Rayuela’, de Cortazas, para acompañar a sus imágenes…  “Pienso en esos objetos, esas cajas, esos utensilios que aparecen a veces en graneros, cocinas o escondrijos, y cuyo uso ya nadie es capaz de explicar. Vanidad de creer que comprendemos las obras del tiempo: él entierra sus muertos y guarda las llaves. Solo en sueños, en la poesía, en el juego, nos asomamos a veces a lo que fuimos antes de ser esto que vaya a saber si somos…”.


SPOONFUL.- ‘Tiempo Suspendido’ son fotografías sobre la naturaleza pero, de alguna manera, sacadas de su contexto.

El origen de estas fotografías surge al cerrar la casa de mis padres, que habían fallecido unos años atrás. En el jardín de mi madre aparecieron un montón de cosas pequeñas que no sabía muy bien qué hacer con ellas. Se me ocurrió componer  estas fotografías con esos elementos. Ese es el punto de partida de las imágenes que forman la exposición. Aunque es fotografía digital, el proyecto está planteado como si fuera analógico, sin ningún tipo de manipulación o intervención con Photoshop.


S.- En esta ocasión has variado tu estilo fotográfico…

Sí, es la primera vez que juego en este campo. Siempre he trabajado con paisajes y lo que tiendo es tratar de retratar lo que está a punto de desaparecer. Vivo en Bilbao y allí se producido un gran cambio urbanístico que ha afectado a edificios y es algo que he querido recoger. Soy decorador y trabajo en un estudio de arquitectura y es el origen de haber ido recogiendo la evolución de toda esa zona que ha ido desapareciendo. En cualquier caso, y ha pasado también en ‘Tiempo Suspendido’, mi trabajo fotográfico tiende a recoger aquello que está a punto de desaparecer. Pienso que la muerte es el arma de la vida. En el caso de Bilbao había edificios con un valor enorme que ha desaparecido y de los que ni siquiera ha habido un registro fotográfico o planos, documentos que sirvan para tener constancia en el futuro.


S.- Hablas de una percepción de la fotografía como elemento documental…

Eso es, documental. La mayor parte del trabajo fotográfico que he realizado es documental, relacionada con la arquitectura, con la ciudad.


S.- En Bilbao ha habido una gran transformación urbanística. Has tenido que encontrarte con un trabajo exhaustivo.

Sí. Ha sido un trabajo amplio, exhaustivo, he disfrutado mucho. También me he cabreado mucho viendo cómo desaparecían auténticas joyas de la arquitectura o barrios que tenían mucho interés.


S.- Por tus palabras, entiendes que esa transformación urbanística ha tenido algo de despiadada…

Sin duda alguna. No todas las actuaciones, soy consciente de que Bilbao ha cambiado en muchos sentidos para bien. Digamos que en ese afán por la novedad ha arrastrado y arrasado cosas que tenían un valor importante.


S.- ¿la serie ‘Tiempo Suspendido’ puede entenderse en un paréntesis en tu estilo fotográfico?

Sí. Aunque también son fotos realizadas al amparo de cerrar una casa, no tiene que ver la temática con mis trabajos habituales. Sí tiene que ver, en cambio, en cuanto a la idea de pasar página.


S.- ¿Cómo llegas a la fotografía?

Llego a la fotografía a través de mi trabajo y en un afán de recoger la ciudad, los edificios… Ahí está el origen de mi afición a la fotografía.


S.- ¿Siempre has tenido ese punto creativo?

Bueno, de alguna manera mi trabajo, la decoración, tiene ese punto creativo.

 

S.- y ¿por qué la fotografía? ¿Nunca te planteaste otras disciplinas artísticas?

… es una buena pregunta. Siempre he estado pintando y dibujando, pero creo que ambas requieren un tiempo del que no dispongo. Creo que la fotografía, en ese sentido, es un proceso más rápido, más inmediato. Y más adecuado cuando se trata de recoger fielmente el aspecto de la ciudad.


S.- ¿Te has sentido influenciado por algún estilo fotográfico al abordar tus trabajos?

Tengo la influencia de los fotógrafos documentalistas y, especialmente, de los topógrafos del XIX, son un punto de arranque que me ha obsesionado siempre. Aquí en España, el trabajo de Manuel Laguillo es para mí muy importante.


S.- ¿Cuándo te das cuenta de que la fotografía es lo que te gusta?

Creo que con el trabajo sobre Bilbao.
S.- ¿Cómo entiendes la fotografía, cómo retratar o reflejar algo o cómo un relato, cómo contar una historia?

Más bien como un relato. La fotografía no es sólo lo que tú ves, sino todo lo que te está contando la imagen y lo que imaginas. Siempre que haces una fotografía partes de una realidad pero después recoges diferentes verdades, diferentes historias. Creo que ese valor es algo importante en la fotografía.


S.- ¿Crees que hay una conexión entre la mirada del fotógrafo, el ver la foto y el disparo?

Tampoco contemplo la fotografía como algo místico. A veces el fotografiar paisajes es una labor ardua, otras divertidísima… coges el coche, te pierdes, eso es quizá lo más divertido…


S.- ¿Siempre llevas la cámara contigo?

No. No suelo llevar la cámara a diario conmigo.


S.- La fotografía en los últimos años ha experimentado un cambio espectacular. De repente, todos nos sentido fotógrafos. ¿Crees que todos somos fotógrafos o para serlo hay que tener una intención al disparar?

No todo el que escribe es un literato, pero está muy bien que todo el mundo disponga de la tecnología para hacer fotografías. Creo aun así que es poca la gente que tiene cosas interesantes para contar. Tienes que tener una historia para contar y, además, saber contarla. Tienes que saber vehiculizar lo que quieres decir. En el caso de Bilbao, por ejemplo, mi trabajo viaje entre la fascinación y la reflexión, la idea de la pérdida… En ese sentido no es puramente documental, pero en gran parte lo es.


S.- ¿Cuándo trabajas en un proyecto o estás preparando una exposición, piensas en fotografías individuales o en series de fotografías?

Trabajo en series de fotografías. Procuro ser muy exigente con mi trabajo. Trato de que mis fotografías tengan interés, no sé si lo consigo claro…


S.- ¿El factor humano aparece en tus fotografías?

Jamás, nunca. Es algo deliberado. Creo que le da a las fotografías una atemporalidad. Por el mismo motivo procuro que no aparezcan coches porque le dan un carácter temporal que procuro evitar. Me gusta que sean otros los elementos que den las pistas sobre el momento en que están tomadas las fotos.


S.- ¿Recuerdas la primera cámara que tuviste?

Sí, fue una cámara Kodak que me regalaron en la Primera Comunión, a los siete años. Sacaba fotos pero entonces era muy caro hacer fotos, así que tiraba un carrete al año. Realmente, empecé en serio con la fotografía ante la necesidad de documentar lugares e historias de edificios que se han derribado.


S.- Y dando un salto en el tiempo, la fotografía ha encontrado y ocupado un lugar protagonista en la redes sociales, ¿cómo ves ese boom?

No uso las redes sociales; no tengo tiempo. El poco tiempo que tengo lo dedico a otras cosas, no es que lo desdeñe, pero no tengo tiempo.

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