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{CULTURA / FOTOGRAFíA}

'Trabajar con un cuerpo desnudo hace que sea más fácil mostrar cómo somos en realidad'

Lydia Fernández es fotógrafa, "gracias al autorretrato he empezado a ver lo que hay dentro de mí"

Lydia Fernández es fotógrafa. Nacio en Olula del Río (Almería) pero con veinte años llegó a Granada, la ciudad en la que reside y donde se formó en el Laboratorio de Imagen. Con su cámara no persigue capturar lo que observa a través del objetivo, sino transmitir lo que siente. Lydia entiende la fotografía como un relato, algo que va más allá de la estética o lo bonita -"o fea"- que pueda parecer una imagen. La mujer, el desnudo y el autorretrato son protagonistas en su fotografías, también una extraordinaria capacidad para jugar con la luz y las sombras. En las imágenes de Lydia Fernández los cuerpos se mecen entre claroscuros, mientras cuentan las historias que atesoran, porque como apunta la fotógrafa "el cuerpo desnudo hace que sea más fácil mostrar como somos en realidad". Como puede leerse junto a una de las imágenes que muestra en su cuenta de Instagram, "no pasa nada por perderse entre las sombras, al final la luz siempre te encuentra". Para Lydia la fotografía es sinónimo de libertad./Javi Muro

 

SPOONFUL.- “Amo hacer fotos, no hay nada en el mundo que me guste más”. La frase es tuya ¿Qué representa la fotografía en tu vida?

Son mis alas para volar. Siento que cuando tengo una cámara en mis manos sale la mejor parte de mí y que soy libre, y esa sensación es realmente maravillosa.

 

S.- Aseguras en tu cuenta de Instagram que la fotografía es tu salvavidas, que hace que te quieras por fuera y por dentro. “Es lo mejor que me ha pasado en la vida”… 

Y así es. La fotografía ha dado un cambio de 180 grados a mi vida, me ha ayudado a conocerme, a verme con ojos diferentes. Antes de la fotografía sólo veía la imagen que me devolvía reflejada el espejo, pero gracias a los autorretratos he empezado a ver lo que hay dentro de mí.


S.- ¿Recuerdas tu primer contacto con la fotografía? ¿Tu primera cámara? ¿y tú primera foto?

En casa siempre hemos tenido cámara, y mis padres se encargaban de inmortalizarlo todo. Tenemos un buen puñado de álbumes y una caja enorme llena de fotos de cumpleaños, vacaciones, fiestas de Navidad, disfrazándonos en casa… cualquier excusa era buena para sacar la cámara. No recuerdo la primera vez que hice una foto, porque además yo tengo una horrible memoria de pez, pero desde muy muy pequeñita siempre me ha encantado ver fotos, y aún a día de hoy, cada vez que voy a casa de mis padres, saco esa enorme caja y todos los álbumes y paso horas viendo esas fotos y reviviendo esos momentos. Mis abuelas también sufren mi locura por ver una y otra vez las fotos, y les encanta sentarse a mi lado y contarme las historias de las fotos. Esos momentos creo que son mágicos aunque los repitamos una y otra vez. Mi primera cámara si no me equivoco fue un regalo de comunión y ni idea de mi primera foto. Aunque sí que recuerdo mi primera foto con estenopeica, y no sé por qué, pero guardo la sensación de que aquella foto fue la primera foto que hice de verdad. 

 

S.- ¿Cuál fue el instante en que supiste que querías ser fotógrafa, que esa iba a ser tu vida?

Cuando metí ese papel blanco de la estenopeica en revelador y vi cómo iba apareciendo una imagen. Fue algo mágico para mí.

 

S.- ¿Y es una buena vida, se puede vivir de la fotografía?

(Se ríe)... ¡muy buena pregunta! Yo aún ando en el camino. No sé si se puede vivir de la fotografía, pero sé que si realmente te apasiona, merece la pena intentarlo.

S.- ¿Cómo es tu proceso creativo? ¿Cómo ideas una fotografía?

Pues… es que yo no ideo una fotografía. Si son autorretratos, dejo a mi cuerpo que hable y que exprese lo que guarda dentro, pongo música con la que me siento reflejada en ese momento y no pienso nada, busco un sitio en casa que tenga luz bonita, coloco el trípode, la cámara, y me dejo llevar. Si hago fotos a otra persona sí que busco la localización y si va a ser una sesión de desnudo o con ropa, y poco más, el resto suelo dejar que vaya fluyendo, no suelo ir nunca con una idea clara de lo que voy a hacer.

 

S. …también dices en alguna ocasión… “improvisar mola

Es genial, es como un juego, y jugar siempre es divertido. 

 

S.- ¿Qué te influye, inspira o motiva?

Un millón de cosas, creo que soy una persona muy receptiva y sensible. Me puede influir, inspirar o motivar una canción, un poema, una puesta de sol, la luz que entra por la ventana y juega con la cortina, una película, una ilustración… Creo que todo lo que nos rodea nos influye, tanto para bien como para mal, así que intento rodearme de personas y cosas bonitas para que también me inspiren a hacer cosas bonitas.

 

S.- Como comentabas la música está presente en tus sesiones fotográficas, ¿no? ¿Todo tipo de música?

Sí, sobre todo en los autorretratos, nunca falta música de fondo mientras los hago, pero no, no todo tipo de música. Según mi estado de ánimo escucho lo que me pide el cuerpo, lo mismo me dejo llevar por una canción a piano de Ludovico Einaudi que me pongo en bucle 'El equilibrio es imposible', de Ferreiro porque ese día siento que esa canción habla de mí. La música funciona así, ¿no? A veces sentimos que una canción de cuatro minutos nos conoce mejor que cualquier persona del mundo.

 

S.- ¿Te gusta trabajar las fotografías de forma individualizada o como series de imágenes, como proyectos?

Antes creo que las trabajaba de forma más individualizada, aunque llevo ya un tiempo en el que suelen salirme series, y el mundo de los proyectos me parece fascinante y es en lo que estoy comenzando a centrarme. Ya tengo algunas ideas bastante maduras y espero dentro de poco poder empezar a darles salida.


S.- ¿Cuáles son tus fotógrafos/as referentes?

... pues la verdad es que podría decir un millón de nombres, algunos más conocidos que otros: Francesca Woodman, Jan Saudek, Helmund Newton, Richard Avedon, García-Alix, Emilio Jiménez, Anastasiy Mikhaylov, Ryan Muirhead,… Por suerte, hay mucha gente que hace cosas maravillosas.

S.- La mujer es protagonistas principal de tus fotografías… 

Sí, sobre todo porque la mayoría de mis fotos son de desnudo, y para mí es muy fácil y cómodo trabajar con chicas. Aunque me apetece mucho hacer sesiones de desnudo con chicos, pero tampoco he tenido demasiados voluntarios…

 

S.- Como dices el desnudo está muy presente en tus imágenes…

Trabajar con un cuerpo desnudo hace que sea más fácil mostrar cómo somos en realidad, al quitar la ropa quitamos también etiquetas.

 

S.- Son fotografías sensuales, sutiles y elegantes, que siempre parecen contar algo más que lo que podemos ver a simple vista, ¿no?

Cuentan todo. En mis fotos no hay tabúes, hablo de todo sin temer lo que pueda pensar la persona que las vea, si me va a entender o a malinterpretar. Ya depende de los ojos que las miren si ven sólo desnudo, si ven sensualidad o intentan mirar más allá, pero como es algo que no depende de mí, tampoco es algo que me preocupe, la verdad.

 

S.- Has comentado que nada te gusta más que el hecho de que confíen en ti –en referencia a las modelos de tus fotos- y se dejen guiar.  ¿Cuándo esos pasos se cumplen, el disparo de la foto supone completar el relato que habías imaginado? “Cuando la modelo se olvida de la fotógrafa… es magia"

Cuando eso se cumple es realmente algo mágico, porque ellas dejan salir las cosas que llevan dentro sin tener que decirles yo apenas nada, son ellas mismas, lo pasamos bien, yo me suelo emocionar y todo fluye. Cuando hago fotos a otras personas intento captar cómo son en realidad y mostrarlo, nada más, no quiero inventar personajes ni hablar de mí a través de ellas, sólo quiero exprimir cómo son, por eso es tan importante que confíen en mí.

 

S.- En muchas ocasiones la modelo eres tú misma. ¿Cómo es esa sensación de ser creadora y modelo? ¿De alguna manera -utilizando un símil cinematográfico- eres directora y actriz? ¿Se siente pudor al asumir esa doble faceta?

En mi caso al menos es algo natural, espontáneo. No me propongo crear nada, sólo expresarme; hay gente que lo hace mediante la escritura, pintura, música… Yo hago autorretratos. Es una manera de conversar conmigo misma, de darme rienda suelta y dejar salir las cosas que siento o pienso.

 S- En algún momento te he leído denunciar la críticas/censura y otros comentarios que a veces te llegan a través de las redes sociales. ¿El desnudo o una fotografía sensual sigue siendo motivo de polémica en pleno siglo XXI?

Supongo que al ser fotografías de desnudo aún a día de hoy hay gente a la que eso le llama la atención, aunque no creo que el problema en sí sea este tipo de fotografía, o al menos no solamente eso. Creo que el problema va más relacionado con las redes sociales y el poder decir en ellas lo primero que se nos pase por la mente sin consecuencia alguna. Tengo la sensación de que muchas veces nos tratamos los unos a los otros como meros objetos, nos juzgamos por las fotos que enseñamos y nos olvidamos que detrás de esas fotos hay personas que también sienten y padecen. Deberíamos cuidar más lo que decimos y hacemos, porque no sabemos hasta qué punto podemos hacer daño a alguien.

 

S.- “Luces y sombras, esa soy yo”, dices acompañando una de tus fotografías….  En tus fotografías hay poesía, cierta melancolía, el relato de instantes vividos y deseo de vivir otros, y una invitación constante a no rendirse… ¿Cómo definirías tu fotografía?

Pues… ¡buena pregunta! No tengo ni idea de cómo definirla. Supongo que la palabra que más siento que representa mi fotografía es sinceridad. A pesar de jugar siempre tanto con las luces y las sombras, mis fotos son totalmente transparentes, sólo hay que saber y querer mirarlas.

 

S.- ¿Qué persigues al hacer una fotografía?

Contar una historia. No quiero que la gente vea una foto mía y piense “¡qué bonita!” o “¡qué fea!”, la fotografía es mucho más que estética, las imágenes hablan, cuentan muchas cosas.

S.- ¿La fotografía es representación o narración?

Narración.

 

S.- ¿Qué tienen las habitaciones en penumbra que tanto te atraen?

Aunque también hago fotos en exteriores, yo soy chica de interior, es donde más cómoda me encuentro y donde más fácil me resulta jugar con la luz.

 

S.- ¿Entre la luz y las sombras, me quedo con…?

Son la pareja perfecta, ¿por qué separarlos? Sin luz no hay sombra.

 

S.- ¿Qué representa la belleza para ti?

La belleza está sin duda en los ojos que miran, es así de simple.

 

S.- … y retomando la palabra…. ¿A días grises, fotos en blanco y negro?

Bueno, en realidad yo suelo ver casi siempre las fotos en blanco y negro aunque sean días soleados.

 

 

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