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{CULTURA / LIBROS}

'Edén' responde a un anhelo de reinvención social'

Andrés Pascual sitúa su quinta novela en Brasil, 'una película trepidante en forma de palabras'

'Edén' es el título de la última novela de Andrés Pascual. Niega, al menos en su caso, el sufrimiento que otros apuntan a la escritura. Andrés asegura que disfruta de cada frase, que se divierte construyendo sus historias. Tras 'El guardián de la flor de Loto', 'El compositor de tormentas', 'El Haiku de las palabras perdidas' y 'El sol brilla por la noche en Cachemira', ahora llega 'Edén', que aborda a través de thriller, cuestiones sociales y políticas, una novela actual y de actualidad, en la que la rebelión ciudada es una de las protagonista. Y es que 'Edén' lanza una pregunta... ¿Hasta dónde llegarías para cambiar el mundo?/Javi Muro

 

SPOONFUL.- Es tu quinta novela, ¿Ha habido cambios en tu forma de abordar esta novela con respecto a la primera, ‘El Guardián de la Flor de Loto’?

Me enfrento a cada nueva novela con la misma ilusión que a la primera. Eso no ha cambiado en absoluto. Me emociona enfrentarme al primer párrafo, descubriendo cómo el libro va cobrando vida.


S.- … ¿y en la escritura, en el estilo?

Edén es la novela que más se parece a 'El guardián de la flor de loto', ya que es un thriller muy rápido, con mucha acción y con cabida para la crítica social y el crecimiento personal, pero está mucho más evolucionada. Tras diez años escribiendo a diario, algo de oficio termina sumándose a la imaginación.


S.- Recuerdo que cuando hablamos al poco de publicar ‘El Haiku de las palabras perdidas’ comentabas que para ti escribir era un juego, ¿sigue siéndolo? ¿Te lo sigues tomando así?

Un juego en cuanto a que me divierto enormemente escribiendo. Hay autores que hablan del proceso creativo como una especie de calvario, afirman que sufren con cada palabra escrita, como si les arrancasen un brazo. Yo me lo paso de maravilla haciendo borradores, corrigiendo, puliendo las últimas versiones… Disfruto todas las fases de la redacción.


S.- ¿A qué has jugado en ‘Edén’? ¿Qué nos vamos a encontrar cuando abramos las páginas de la novela?

Una novela que avanza a ritmo imparable. He jugado a crear una película trepidante en forma de palabras.


S.- Los apuntes previos parecen proponer una historia con múltiples condimentos. Corrígeme si me equivoco. Parece tener dosis de ciencia ficción o, al menos, un toque futurista; actualidad a través de cuestiones sociales, política, rebelión ciudadana…

Has dado en el clavo en todo salvo en el tema futurista. Todo lo que ocurre en la novela responde a la más rabiosa actualidad, como suele decirse. Lo que ocurre es que hoy en día el ser humano es capaz de hacer cosas impresionantes… como las que ocurren en la novela.


S.- ¿La situación de injusticia social que vivimos afecta al escritor? ¿Te ha influido o encaminado a contar ‘Edén’? … o  ¿incluso se podría hablar de necesidad de contar?

Desde luego que me afecta, y me ha condicionado al crear esta historia. De hecho, fue el motor fundamental de la novela. Del mismo modo que cuando escribí 'El guardián de la flor de loto' buscaba la reinvención personal más allá del thriller, una búsqueda del propio yo de los personajes a fin de inspirar al lector, 'Edén' responde a un anhelo de reinvención social. Creo que ha llegado el momento, una vez que hemos encontrado nuestro camino individual, de cogernos de la mano y crear un único edén compartido con el resto de habitantes de este planeta loco y apasionante.


S.- Además, nada menos que centrada en Brasil, donde ahora los ciudadanos han salido a la calle pidiendo inversión en cuestiones básicas como Sanidad, Educación o Transporte, en vez de en el Mundial de Fútbol…

Es que Brasil representa lo mejor de este mundo (recursos naturales, innovación…) y también las mayores lacras del planeta: inseguridad, inestabilidad y falta de sostenibilidad.

S.- En algunas de tus novelas anteriores habías viajado a los escenarios. ¿También en esta ocasión? Sí es así, ¿cómo viste Brasil?

Sí. He viajado en dos ocasiones a Brasil. Una a las favelas de Sao Paulo, que es la megaurbe donde se desarrolla casi toda la trama de la novela; y otra a la Amazonía, repartiendo el periplo entre las selvas de Manaos y las del Mato Grosso. Lo que encontré en ambos lugares es una gente llena de energía y convencida de que ha llegado el momento de luchar para construir su edén. Al ser humano nunca le ha salido nada gratis, ha tenido que luchar para conseguir sus sueños, y ellos lo saben bien.


S.- En España, en Europa, se están produciendo cambios políticos y sociales, hay una cierta movilización social y un claro desafecto hacia los políticos tradicionales, ¿Has reflexionado sobre esta situación a la hora de escribir ‘Edén’?

Desde luego, aun cuando la novela está situada en Brasil, no puedo olvidar lo que ocurre a mi alrededor en mi día a día más cotidiano. Aunque el problema no es local, es global. El modelo de civilización que se creó hace unos cuantos siglos no sirve para el mundo actual, evolucionado de forma sorprendente.


S.- Hablando de preocupaciones sociales, ¿cómo ve un escritor la situación que atraviesa la cultura en nuestro país?

Creo que, al igual que ocurre con otros problemas de nuestro tiempo, ha llegado el momento de despertar y tomar conciencia de lo que cuesta crear un libro, una canción o una película. Está bien que todo el mundo tenga acceso a la cultura, pero hemos de respetar la novedad y pagar por ella, cuando menos en sus primeros tiempos de vida. Es el único modo de que siga habiendo creadores que nos emocionen con sus historias.


S.- Regresando a ‘Edén’, las tramas de tus novelas han ido ganando complejidad desde la primera hasta ‘El sol brilla por la noche en Cachemira’. ¿También en ‘Edén’?

La trama de Edén es compleja en cuanto a su confección pero muy sencilla de seguir. Creo que ese el mayor acierto. Que el lector la lea sin esfuerzo pero que no deje de sorprenderse.


S.- ¿Cómo ha sido en esta ocasión la labor de documentación?

He seguido el esquema habitual. Viajar a los escenarios reales donde sitúo la trama y, de vuelta a casa, no dejar de estudiar mientras redacto. Al final han sido dieciséis meses de escritura, suficientes para profundizar con tranquilidad en la idiosincrasia de un país.


S.- ¿Continúas llenando de post-it la puerta de la habitación en la que escribes?

Lleno de post-its toda la casa, aunque esas anotaciones que suelen responder a revelaciones espontáneas no sirven de mucho. Su principal función es liberarme de la ansiedad, evitar que esté pendiente de si algo que se me ha ocurrido de repente se me va a olvidar. La verdad es que si una idea se olvida, es señal de que no valía mucho la pena…


S.- … ¿y escribiendo escuchando música? ¿Quién te ha acompañado en esta ocasión o continúas con Lamb y ‘Gabriel’?

Hay días que necesito silencio absoluto y otros que me viene bien la inspiración musical. En esta ocasión he seguido con las bandas sonoras de películas (que están concebidas para generar emociones en el espectador, lo cual me ayuda a apasionarme con el párrafo que estoy trabajando) y con mucho Coldplay. También Dido, Tracy Chapman…


S.-… Por cierto… ¿Hasta dónde llegarías tu para cambiar el mundo?

Seguiría escribiendo libros si supiera que iban a emocionar a un solo lector, inspirándole para seguir adelante en los peores momentos.

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