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{CULTURA / LIBROS}

'El Chef', Murakami y 'Goool en Las Gaunas'

Junto a 'Canciones de amor a quemarropa' y 'Cita con los clásicos', apuntes de Librería Cerezo

El otoño ha llegado por sorpresa y ha borrado de un plumazo el sol del cielo. La lluvia te arrincona en el sofá y las mejores historias cobran vida desde las páginas de un buen libro. Ante el temor de que el agua perpetúe su presencia, nos hemos pasado por la Librería Cerezo en busca de certeras recomendaciones que transformen las horas hogareñas en apasionantes aventuras literarias, que por presentarse en papel no tienen porqué ser menos intensas. Así, hemos llegado a la ironía de un escritor frustrado inmerso en la vida de la cocina de un restaurante de postín, al viaje –con éxistos y sinsabores- de un equipo de fútbol, a la última novela de un escritor que juguetea con la nominación al Nobel desde su mágico realismo, a uno de los libros del año en Estados Unidos y al último tesoro editado por Pepitas de Calabaza.


‘El Chef’, de Simon Wroe


‘El Chef’ es una novela irreverente y mordaz sobre los héroes anónimos del arte culinario. “En realidad –cuenta la historia- lo mío es ser escritor, pero como el éxito y la fama, que sin duda merezco, parecían demorarse, tenía que afrontar el problema más inmediato, o sea, pagar el alquiler para no tener que dormir en las calles de Camden Town, algo ciertamente desagradable para quienes tenemos la sagrada misión de ofrecer al mundo bellas metáforas. La salvación me llegó con una oferta de trabajo del Swan, un pub del barrio con ínfulas gastronómicas que me conchabó como pinche de cocina. Arte culinario, arte narrativo, actividades emparentadas, así que la cosa no pintaba tan mal hasta que descubrí, no sin sorpresa, que aquello era un auténtico infierno. Y no por el calor de los fogones, sino porque, además de las jornadas de quince horas, había que soportar al maldito Bob, el chef, un energúmeno sádico y despiadado, aficionado a machacarte con castigos tan sofisticados como encerrarte en una cámara frigorífica rodeado de langostas vivas. Pero no todo era fuego y quejidos: mis compañeros de curro eran unos locos pringados que enseguida me apodaron el monóculo, seguramente por mi exquisita dicción. El escuálido Dibden, el racista Dave, el salaz Ramilov y, ¡ay!, la deliciosa Harmony se convirtieron en mis hermanos de lucha, sobre todo cuando fue perfilándose un diabólico plan para deshacerse de Bob. Ahora que todo ha pasado, me gustaría decir que el asunto tuvo un final feliz, pero me temo que tengo malas noticias: tanto Ramilov como yo fuimos arrestados de inmediato, acusados de delitos muy graves, delitos que conforman el lado más oscuro de esta insólita historia”… Ahí comienza todo…


Dice la critica que Wroe retrata el submundo de la cocina de un restaurante con “ingenio, vigor y el punto justo de alborozada irreverencia”, así como que se trata de “una mirada brutalmente divertida al mundo de la cocina profesional”.


‘Goool en Las Gaunas’, de Javier Triana

 

El libro escrito por Javier Triana es una visión de la historia del Club Deportivo Logroñés. Bajo el título del ya célebre grito radiofónico ante cada variación en el luminoso del antiguo municipal de Las Gaunas se narra una aventura deportiva de éxitos, logros, retos y también, unos cuantos sinsabores. Quizá un párrafo como el siguiente sirva para describir un época del fútbol español en la que el Logroñés fue protagonista. “Abadía, el Tato, portaba el estandarte del fútbol premetrosexual. Perteneció a la legendaria estirpe de futbolistas con bigote. Y bigote poblado, nada menos. El hecho de que Agustín, además, fuera calvo, no hacía sino elevarle entre todos ellos a un nivel místico (y reluciente), como si estuviera envuelto en una frágil mas resistente armadura dorada. Su traje de faena, no obstante, era una elástica blanquirroja por fuera del pantalón negro, y unas medias a la altura de los tobillos. Y ni espada de caballero celestial ni gaitas: cualquiera que recuerde sus arremetidas por la banda sabrá que lo hacía con más pundonor que gracia, con más corazón que toque. Esas cualidades, si no te llamas Gennaro Gattuso y el Milan se interesa por ti, no se reconocen más que en los equipos de provincias”.


Dice el autos que cuando era poco más que un bebé (Logroño, 1983) se le cayó a su padre del carrito en el que le llevaba durante un verano en Zumaia, y se llevó un golpe en la cabeza. Aunque sobrevivió -su padre también-, las secuelas son evidentes: ahora colecciona camisetas raras de equipos de fútbol. Escribió este ‘Goool en Las Gaunas’ para ver si culminaba una aspiración infantil y lograba hacerse con una del Logroñés, ya que nunca le dejaron quedársela cuando jugaba en el club. Pero en vano.


‘Underground’, Haruki Murakami

 

La última novela de Murakami es una estremecedora crónica de la fragilidad de la sociedad actual. “Pese a las intenciones de quienes lo perpetraron, el ataque con gas sarín que se produjo en el metro de Tokio en marzo de 1995 sólo se cobró once vidas. Sin embargo, miles de personas resultaron heridas y muchas otras sufrieron sus consecuencias y secuelas”. El novelista entrevista a las víctimas, a los que vivieron y sufrieron en propia piel el atentado, para establecer con precisión qué ocurrió ese día en las distintas líneas de metro afectadas. También para desentrañar la verdadera historia que se ocultaba bajo un acto terrorista que convirtió una anodina mañana de lunes en una tragedia nacional. Pero, sobre todo, para contestar a una pregunta primordial: ¿por qué? ¿Por qué la violencia terrorista, o cualquier violencia? ¿Y por qué en ese momento y lugar concretos? Además, como contrapunto, Murakami ofrece los testimonios de los miembros de la secta que participaron en aquel ataque y sus posibles motivos.


‘Canciones de amor a quemarropa’, Nickolas Butler


Henry, Lee, Kip y Ronny crecieron juntos en el mismo pueblo de Wisconsin, Little Wing. Amigos desde niños, sus vidas comenzaron de manera similar, pero han tomado caminos distintos. Henry se quedó en el pueblo y se casó con su primera novia, mientras que el resto lo abandonó en busca de algo más: Ronny se convirtió en un famoso cowboy de rodeo, Kip en exitoso agente de bolsa y Lee en una estrella de rock de fama mundial.
Cuando se vuelven a reunir en una boda, todos tratan de recuperar su vieja amistad pese a lo mucho que han cambiado. Entre la alegría del encuentro las antiguas rivalidades renacen y los viejos secretos amenazan con destrozar amistad y amor.


‘Canciones de amor a quemarropa’ es una novela sobre las cosas que importan: el amor y la lealtad, el poder de la música y la belleza de la naturaleza. La crítica la describe como un relato maravilloso, emotivo y profundo que trata de un viejo tema: ¿podemos sentirnos alguna vez realmente en casa? Publicada recientemente en EE. UU., Canciones de amor a quemarropa se ha convertido en una de las sensaciones literarias del año.


‘Cita con los clásicos’, Kenneth Rexroth


Los breves y brillantes ensayos que dan cuerpo a ‘Cita con los clásicos’ –unos textos que aparecieron originalmente en Saturday Review- abordan sesenta libros que, para Rexroth, constituyen “los documentos básicos de la historia de la imaginación”, que transitan desde el Poema de Gilgamesh al Huckleberry Finn de Mark Twain.


Distinguido por el estilo directo y vivaz de Rexroth, ‘Cita con los clásicos’ presenta ideas elaboradas con un lenguaje sencillo, tonificadas por la impresión de que el autor habla cara a cara con el lector. Versátil y buen conocedor de varios idiomas, Rexroth no se deja constreñir ni por Oriente ni por Occidente; pasa con presteza de Homero al Mahabarata y de Murasaki a Stendhal. Solo cuando nos detenemos para tomar aire, reparamos en sus afinidades especiales: Casanova, Izaak Walton, Macbeth, las sagas islandesas, la poesía clásica japonesa. Lo ha leído todo./Javi Muro


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