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{CULTURA / LIBROS}

'La poesía no desaparecerá nunca'

Marcos Ricardo Barnatán recitó sus versos en las Jornadas de Poesía en Español

La poesía no desaparecerá nunca; tampoco el tango, suponiendo que no sean lo mismo. La teoría sobre la inmortalidad del verso surge al conversar con Marcos Ricardo Barnatán. Argentino, de familia sefardita de origen sirio, Barnatán sitúa, cuando a él le corresponde escribirlo, un guión entre Marcos y Ricardo. En Argentina no se utiliza el segundo apellido y aquí, en España –donde reside desde hace cincuenta años- el puente ortográfico evita equívocos. A su paso por las XVII Jornadas de Poesía en Español ha recopilado el poemario ‘Y más pudo la muerte’, título prendido del tango de Carlos Gardel. Nada que ver con el sentido trágico de la canción, reconoce. “El cuadernillo –explica- contiene poemas escritos en los años 70 y los versos del tango –música irónica, casi filosófica- sirven para hablar de las cosas que le importan a la gente”.


Dice Raúl Eguizabal, coordinador del certamen, que Barnatán se expresa en múltiples géneros desde el ensayo a la novela, de la crítica artística a la propia creación artística y su exposición pública, “pero es, principalmente poeta”. “Un poeta –remarca- de personalidad propia que denota su origen argentino; un hombre con un pie en cada lado del océano”.


Barnatán acepta el retrato. “La poesía es el principio –apunta-, es la búsqueda. Al principio está la poesía y ya no te abandona, se esconde de vez en cuando pero siempre está ahí”. En sus versos coinciden el arte y la cultura europea y, por supuesto, sus orígenes, la Cábala, la cultura judaica, lo esotérico, lo misterioso y hondo. También Borges, sobre el que ha escrito diversos ensayos y biografías.


Empecé a escribir sobre Borges –recuerda- en los años 70”. Antes, a los 17 años y en la universidad, Barnatán fue, como muchos otros, antiborgiano. “Era –explica- la tendencia que imperaba en la universidad, ser antiborgiano, cuando ni siquiera había leído a Borges”. Después llegó la conversión, como el mismo describe. “Me regalaron un libro de Borges y descubrí una poesía muy diferente a la que estaba acostumbrado a leer, que era más combativa, más política; entonces teníamos el pensamiento puesto en Cuba”.


Tal fue su conversión que al regresar a España tras cumplir el servicio militar en Argentina se propuso difundir la obra de Borges. “Aquí, Borges era un desconocido –describe- hasta el punto de que se había publicado un libro de sus poemas con su foto equivocada”. De alguna manera, la llamada obligatoria de las Fuerzas Armadas de su país también provocó un efecto literario en Barnatán. “Vivía ya en España y tuve que regresar a Argentina para realizar la mili. Mi primera novela –‘El Laberinto de Sión’- surgió, de alguna manera, huyendo del mundo militar. Era un mundo hostil y yo me refugié en la escritura; era mi escape ante aquel choque con la realidad”.


Aquella primera novela la publicó Carlos Barrall. “Es difícil encontrar ya editores como él –resalta-, lo extraño”.  A partir de ese instante, prosa y versos caminaron de forma paralela en la escritura de Barnatán. ‘El laberinto de Sión’ se convirtió en una trilogía, a la que se sumo ‘Con la frente marchita’ –de nuevo, el tango; de nuevo Gardel- y una extraordinaria colección de poemarios ‘Acerca de los Viajes’, ‘Los pasos perdidos’, ‘Laberintos’, ‘El libro del talismám’. ‘Arcana Mayor’ o ‘La escritura del vidente’. También, los ensayos sobre Borges y ‘Borges, biografía total’, y un libro sobre la Cábala, incitado por el propio Barrall.


Los años vividos en España le permiten reconocer un país rico en poetas a lo largo de todas generaciones. “Quizá ahora –puntualiza- no existe una tendencia hegemónica, sino un amplio eclecticismo. En mi generación sí teníamos ese referente, que era Pere Gimferrer”.

Ahora, en pleno siglo XXI, observa que ahora los jóvenes no leen, “ni poesía, ni nada, sólo existe internet". Una red, que en cambio, considera que puede ser útil para que esos jóvenes puedan acercarse a la poesía. Barnatán es un asiduo de Facebook y Youtube. “Utilizó las redes –detalla- para dar a conocer poemas, algunos míos, y muchos de otros poetas. Creo que al escuchar en un vídeo la voz de un poeta alguien puede sentir el deseo de acercarse a sus poemas”.


Los versos de Barnatán surgen del pensamiento y la imaginación, “de transformar la realidad, porque la realidad por si misma…”. No se siente capaz de definir su poesía. De sus versos dicen que hay que indagar más allá de la superficie y él reconoce que algunos pueden ocultar detalles escondidos, “es un característica de la poesía moderna”.


Siria y la guerra que ya se ha cobrado 250.000 muertes surgen en la conversación. Marcos Barnatán, el abuelo de Marcos-Ricardo Barnatán, nació en Alepo, en su día una de las ciudades más importantes del país y hoy devastada por un conflicto armado que parece infinito. “Sufro mucho –lamenta- cuando veo los horrores de la guerra en Siria, cuando veo destruida la ciudad de mi abuelo. Siempre quise ir, pero nunca he estado allí”. La esencia de la cultura siria la mantuvo viva su abuelo, que trasladó la cocina típica al resto de la familia. “Mi mujer –añade-, que es de Santander, ha aprendido los secretos de la cocina de Alepo y, de alguna, manera, mantenemos la tradición. A Siria, a Alepo, tan sólo logré viajar con la imaginación y, bueno, también a través de la comida”.


Sobre la mesa, junto a ‘La escritura del vidente’, Marcos-Ricardo Barnatán sitúa una pequeña libreta de tapas negras, donde seguro se resguardan versos apenas iniciados, y que parece mantener el equilibrio frente a las grabadoras de los periodistas; hojas en blanco dispuestas a iniciar el hechizo que transforma la realidad en poesía./Javi Muro

"Y en los turbios espejos del porvernir/podrá leerse el verbo jubiloso/que nunca escribí/¿Qué isla es esta tan blanca y tan verde?"

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