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{CULTURA / LIBROS}

'Llevo tatuado El Principito porque sus valores son mi biblia'

Tras relatar el mundo del dopaje, Maribel Medina destapa en 'Sangre Intocable' a las farmacéuticas

Maribel Medina es escritora y ha publicado su segunda novela 'Sangre Intocable'. Tras relatar el mundo del dopaje y las mafias que lo rodean en su primer libro, ahora sitúa a sus personajes investigando las malas praxis de las empresas farmacéuticas. 'Sangre Intocable' ha vendido ya 85.000 ejemplares. La historia se desarrolla en la India y a sus protagonistas, Thomas y Laura, se suman, en esta ocasión, un país en el que la muerte pasa inadvertida, un policia sin medios para investigar y el 'eliminador', un figura real -apunta Maribel-, que tiene como labor borrar el rastro de las mañas praxis de la industria famacéutica. Mientras se desarrolla la conversación, un mensaje anuncia la sanción de tres años a la atleta Marta Domínguez por dopaje. Maribel se muestra satisfecha. La publicación de 'Sangre de Barro' y todos los descubrimientos que hizo durante el proceso de documentación le ha hecho implicarse ante las injusticias que se producían en el deporte. En 'Sangre Intocable' se adentra en el lado oscuro de las empresas farmacéuticas. No tiene dudas, "baqueteo seguro"./Javi Muro 

 

SPOONFUL.- La conversación con motivo de ‘Sangre de Barro’, tu primera novela, la terminamos hablando sobre si ibas a continuar escribiendo y comentabas que Thomas, el protagonista, ya estaba de camino a la India…

Eso dije…


S.- Sí, esa es la última frase de aquella entrevista y parece que ha llegado, ¿no?

Sí –se ríe- al final ha llegado a la India.


S.- ¿Cómo hilas ese momento de promoción, aún de la primera novela, y ya intuir que las aventuras de los protagonistas van a continuar…

Me impresiona recordar aquella conversación porque cuando comencé Sangre de Barro no tenía intención de seguir escribiendo, pero, sin embargo, cuando ya estaba terminada sí que tenía claro que quería continuar. Es curioso cómo vas evolucionando. Ahora, por ejemplo, estamos aquí charlando y ya tengo en mente la tercera. Al final, la primera novela fue como una pregunta al futuro, era todo incierto. Todos sabemos que en este mundo de los libros es bastante difícil sobrevivir y permanecer.


S.- Entonces, han cambiado algunas cosas desde que comenzaste a escribir…

Han cambiado muchas cosas. Ahora sé que quiero escribir y me anima que me digan que valgo para escribir. Tengo que reconocer que la crítica me ha acogido muy bien. Hay diferencias entre la Maribel del año pasado y la de este.


S.- Nos introducimos en la novela, en ‘Sangre Intocable’, ¿qué nos encontramos?

Nos encontramos a un asesino en serie en una ciudad de muerte, en una ciudad donde la muerte pasa inadvertida. Ese planteamiento me resultaba muy interesante, era como un reto. ¿Cómo se caza a un asesino en un lugar donde la muerte es algo cotidiano? También me gustaba mucho la idea del eliminador. Una figura de la que me habló un amigo. El eliminador es un personaje muy habitual en las empresas farmacéuticas. Mi amigo trabaja para una gran y famosa empresa farmacéutica. Es una figura fascinante, de por sí de novela, un personaje cuya ocupación es tapar las malas praxis de las farmacéuticas. Así que tenía la India, el eliminador, y a los protagonistas de la primera novela, a Thomas y a Laura, tengo novela…


S.- En la primera novela abordaste las redes y mafias del dopaje deportivo. Ahora, con ‘Sangre Intocable’ parecen enemigos pequeños con respecto a las farmacéuticas…

Ya, baqueteo seguro –se ríe. Es cierto que no hay enemigo pequeño, pero lo tenía claro. Cuando comentaba que Thomas se dirigía a la India estaba claro que quería abordar el tema de las farmacéuticas y una situación que había contemplado yo misma cuando viví en India. Entonces colaboré con varias ONG y había visto las malas praxis de estas empresas. Es un problema difícil de combatir porque al final si eres una persona adulta y aceptas ser una cobaya humana no pasa nada, pero si eres pobre y analfabeto… sí que pasa, realmente. India es un país en el que prácticamente no existe Seguridad Social… si hay cuarenta millones de asmáticos, treinta y cinco millones de diabéticos, más de tres millones de enfermos de cáncer, y te ofrecen un tratamiento alternativo y te muestran el ala opuesta del hospital, donde vas a tener tu habitación y médicos que se preocupan por ti es muy difícil abstraerse y no firmar con tu huella, aunque el documento esté en inglés y no entiendas nada.


S.- ¿El problema se encuentra en la capacidad de decidir?

Exacto. Por ejemplo, ahora en Bombay se ha conseguido que den su visto bueno las personas que van a ejercer de cobayas mediante un vídeo. Así, se informa a esas personas de las consecuencias que puede tener ese tratamiento. En los últimos años han sido 60.000 personas las que se han sometido a tratamientos como conejillos de indias, sólo en India. De esos 60.000, 2.500 han muerto y 20.000 ha sufrido graves secuelas.
S.- ¿‘Sangre Intocable’ mantiene la estructura de novela policiaca, en la que los investigadores no son policías?

En esta ocasión sí hay un policía, pero es una policía de la India y por lo tanto no es un policía al uso. La comisaría de Policía de Benarés no tiene medios, se produce ese choque entre Thomas, el agente de Interpol que cuenta con todos los medios, y Dulal, que no tiene medios para desarrollar sus investigaciones. Dulal se encuentra ante un crimen y espera que en ningún momento llegue un forense o un fotógrafo, cuenta con un dibujante como mucho. Me llamaba mucho la atención como trabaja la Policía en la India. Dulal tiene un cerebro occidental, que ha alimentado de películas occidentales, pero no puede combatir con la realidad. En la India los cuerpos se queman, allí no hay autopsias. Los niños no son inscritos al nacer, así que si mueren, en el mejor de los casos, les toman una huella dactilar antes de quemarlos. En el peor, son arrojados al Ganges en una bolsa. Es como decía, un sitio de muerte. No hay direcciones donde buscar, para un investigador todos los esquemas se rompen. Eso era un reto para escribir la novela.


S.- La novela negra, la novela policiaca, ha experimentado un auge espectacular en los últimos años. Además, la novela negra es ahora reconocida como un género de prestigio, ya no es el patito feo. ¿Lo has percibido tu también?

Sí, es así. Llevas toda la razón. Antes la novela negra era considerada literatura menor. De hecho hay escritores que desde la narrativa se han pasado también a la novela negra porque existe un mercado inmenso en este género. Hay gente que sólo lee novela negra. Lo bueno es que no está sometida a clichés. Ya ves, en mi primera novela no había un policía. Ese estilo de la novela negra de antes, los relato de Philip Marlow en los que había un tipo duro… “silba si me necesitas” ya no se estila. Fíjate por ejemplo, Carlos Zanón, premio al mejor escritor de novela negra… y en su novela no hay ni asesinatos, ni detectives…


S.- ¿A qué atribuyes este boom?

Creo que tiene que ver con que la mujer ha entrado en la novela negra. No me cabe duda. Tenemos un punto de vista de todo diferente y hemos humanizado la novela negra. Como te decía, en P. D. James, en Elroy, tienes un detective, un tipo duro, que investiga, pero ahora llega la mujer que escribe novela negra y dice “no señores’ y crea un detective o una detective que tiene familia, que no tiene porqué ir borracha por ahí, que no se mueve en un ambiente marginal, que al acabar la jornada tiene que bañar a los niños, que se fija en los detalles. La mujer ha humanizado la novela negra y la ha acercado a la mujer. ¿Quién es la que lee? ¿Quién es la que compra libros?... la mujer en un alto porcentaje.


S.- ¿Crees que también se produjo un rebrote por el interés en la novela negra a raíz de Millennium?

Sí. La clave de Millennium es el personaje de Lisbet Salander. Lisbet es una chica frágil que, sin embargo, es una mujer muy fuerte. Ahí surge un arquetipo nuevo y de repente se convierte en un éxito de ventas y lectores, y se eleva ese tipo de literatura, se acerca al gran público. Por supuesto, Millennium abre la puerta, y también Dolores Redondo ha abierto la puerta en España. La protagonista de las novelas de Redondo es una mujer casada, que tiene un niño, y que investiga… es a lo que me refería con humanizar la novela. Ya no es creíble el tipo duro.


S.- ‘Sangre Intocable’ se adentra en las malas actuaciones de la industria farmacéutica. Recientemente, hemos visto cómo con la crisis de Ébola, mientras morían miles de personas en África no existía una vacuna, pero en cuanto se infectaron unos cuantos occidentales los laboratorios descubrieron una…

Efectivamente. En el caso de India, de todos los medicamentos que se investigan y experimentan allí con cobayas humanos pocos, por no decir ninguno, se queda allí. Van al primer mundo. Son antiestamínicos, para dormir mejor, antidepresivos, para la obesidad… es decir, medicamentos para combatir problemas que nos atañen a nosotros. Ahí está el dinero.


S.- Es triste…

Un amigo farmacéutico me contó que hace unos años se reunieron los responsables de las mayores empresas farmacéuticas del mundo –aglutinan billones de dólares en beneficios- y dijeron que habían tocado techo. Las cifras de enfermos no crecían, sino al contrario, tendían a descender. ¿Qué hacemos? Tuvieron una idea muy buena. Comprobaron que tenían un mercado de sanos, así que vamos a hacer que estén, o se sientan enfermos. ¿Cómo? Creando nuevas enfermedades. Si sientes dolor porque tienes la regla, a partir de ese momento tienes el síndrome post menstrual y existen unas pastillas; que has vuelto de vacaciones y te sientes mal, pues síndrome post vacacional; Un niño que es hiperactivo, también tiene sus pastillas correspondientes… lo que antes era un niño movido ahora hay que dormirlo un poquito para que se tranquilice.


S.- Hay un lema que atribuyen a las farmacéuticas… ‘si curamos a todo el mundo nos quedamos sin clientes’…

Es la máxima que pongo en la novela. Quien sana a un paciente pierde un cliente. El dinero, realmente, lo encuentran en el paciente crónico. No quieren curar porque pierden al cliente. No interesa curar el Sida, lo que interesa es que el enfermo continúe tomando sus veinte pastillas.


S.- Con ‘Sangre de Barro’ la documentación fue muy exhaustiva. Hablaste con infinidad de estamentos implicados, de una forma u otra, en el dopaje. ¿Cómo ha sido esa documentación para ‘Sangre intocable’? De entrada parece un tema complicado, incluso peligroso…

No, ha sido muy fácil. En primer lugar porque el amigo al que hacía referencia antes es un pez gordo de una farmacéutica y me ha facilitado mucha información. Además, la fuente sobre lo que sucede en la India soy yo misma, que he vivido allí y he contemplado lo que pasa.


S.- En ‘Sangre Intocable’, cuando los protagonistas están en Europa las descripciones abordan sentimientos, en cambio en la India aparecen muy nítidas las descripciones de lugares, calles, edificios, olores, sensaciones… ¿Lo ves así tú también?

Claro, porque quiero que el lector viaje a India. Te voy a contar una historia y se desarrolla en India y quiero que veas lo que yo he visto y vivas lo que he vivido. Por eso creo que el lector tiene que oler, tiene que comer lo que hay allí… es que es increíble lo que se ve en India. Lo primero que vi cuando llegué a Benarés fue a una niña de dos años detrás de una vaca recogiendo excrementos, así tal cual. Eso lo observa también el protagonista, lo ve también Thomas…


S.- Hay una imagen en la novela en la que los dos policías ayudantes está buscando información por las calles y observan a un niño pequeño chupando un condón…

… eso es verdad, es una imagen muy fuerte y por eso la incluí, porque eso ocurre en el barrio de las prostitutas. Esos niños tienen prohibido ir a la escuela… A mí India me pasó factura. De lo que más contenta estoy de la novela es que Thomas, que somos nosotros -tú, yo, cualquiera-, llega a la India y al tener que colaborar con los policías de allí y hablar con personas, como el anciano tapalica, que se embadurnan con las cenizas de los muertos, que come carne de los muertos, tiene que descubrir la India real. Hablamos de la India donde hay más móviles que letrinas, donde viven los come ratas, que se alimentan de ellas para obtener proteínas… Es un universo de personajes fascinante…
S.- ¿Qué fue primero, el deseo de que los protagonistas continuaran teniendo aventuras o la idea de situar una novela en la India y sobre las farmaceuticas?

De alguna manera venía todo junto. Sabía que tenía a los personajes, sabía que el tema tenía que ser sobre las farmacéuticas y también que se tenía que desarrollar en India. Lo tenía muy claro, no había otra opción. Además, cuesta mucho desarrollar unos personajes. En mi caso, desarrollo sus biografías aunque luego no vaya a utilizar todos los datos. Sé cuándo nacieron, si tienen una cicatriz, de quién se enamoró, de quién no, sus familiares, dónde viven… Lo hago porque así sé cómo van a reaccionar mis personajes porque yo no soy mis personajes.


S.- Da la impresión de que disfrutas escribiendo, pero contando los porqués y cómos de la novela y de su proceso también, ¿no?

Sí. Me siento muy querida; escribo y la editorial me mima, me trata como una reina. La agencia igual. Como no voy a estar ilusionada. Estoy disfrutando, de escribir y de hablar sobre mis novelas. He tenido mucha suerte y aún no me han dado palos, como no voy a estar eufórica si todo han sido flores.


S.- Los temas que abordas en tus novelas tienen un debate social y afectan –más quizá en la última- a la vida de las personas. Es una manera también de reflexionar sobre estos asuntos. ¿Te fías del mundo?

No, sólo me fío de mi familia y de mi entorno. No me fío de nadie, soy desconfiada por naturaleza. Es que vivimos en un territorio hostil, todo el mundo se mueve por dinero y por interés, eso es lo que veo. Ahora, por ejemplo, aparece gente que cuando empecé a escribir la primera novela no me hizo ni caso.


S.- ¿Abordar esos temas polémicos te afecta luego en tu vida personal?

Tras publicar ‘Sangre de Barro’ y tras la publicación en ABC de la entrevista he tenido dos semanas muy malas (En la entrevista, Maribel, denuncia el dopaje en el deporte), pero muy malas. Me han machacado en redes sociales, en el propio periódico, un periodista escribió una contraportada en Diario de Noticias titualada ‘Dopaje literario’, diciendo que las denuncias las hacía para vender libros, atacando a mi familia. Me pareció injusto. Puedes atacar mi forma de escribir pero ¿meterte con mi familia? Fue muy sucio lo que escribió. Pero no me quedé en casa llorando, respondí y envié cartas al director. Al final, Diario de Noticias publicó una segunda contraportada pidiendo disculpas. Vamos, que veo el mundo, lo que pasa me afecta mucho, me parecen indignantes muchas cosas. En el caso del dopaje me atacan mucho… incluso los que se dopan. Lo que pasa me afecta y, por ejemplo, ahora escribiendo la tercera novela que aborda la trata de mujeres, noto que me está afectando mucho.


S.- Son temas en los que te implicas, pero ¿trasladas tu carácter a alguno de tus personajes?

En esta ocasión, en ‘Sangre Intocable’, hay un personaje, Navala, una chica que tiene una ONG –como la propia Maribel- y quizá sí que tiene algo de mi carácter. Los que me conocen me suelen decir: “Maribel, algún día te van a dar dos hostias”. Pero me lo pide el cuerpo, tengo que intervenir ante una injusticia. Creo que soy honesta.


S.- ¿Cuál crees que es tu punto débil y tu punto fuerte al escribir?

El débil creo que es la impaciencia. Soy impaciente y por eso escribo primero el final, luego regreso al inicio. Quizá podría profundizar, por ejemplo en los diálogos, pero siento que tengo tanto que contar que quiero pasar al siguiente capítulo. Creo que esa impaciencia se nota a la hora de narrar. El punto fuerte tal vez sean las descripciones, el entorno que ocupan los protagonistas.
S.- Hay una clara tensión sexual entre los protagonistas, entre Thomas y Laura, no cuentes si se resuelve o no, pero ¿Consideras ese juego esencial?

Por supuesto, es la chispa de la vida. Es importante a la hora de crear unos personajes, pero lo es, esencialmente, porque en la vida cotidiana también nos pasa.


S.- Estamos hablando de novela negra, dónde el crimen es protagonista, ¿A qué personaje de la historia de la literatura eliminarías?

… -duda-, no uno, es algo general, dentro de la novela negra no me gusta la corriente que existe de personajes ñoños, tanto hombre como mujer, esencialmente mujeres. Creo que la novela negra no es una novela romántica, no es una novela rosa. Es cierto que cabe todo en el novela negra, pero todo, todo… me da igual que no haya asesinatos, que no haya detectives, pero la novela negra tiene una denuncia, algo sórdido, siempre se denuncia algo, tiene un punto de oscuridad. Resulta prefabricado introducir esos personajes ñoños en la novela negra. Se hace porque hay un mercado y a esos personajes las mato a todas…


S.- ¿En qué novela te quedarías a vivir?

En ninguna novela negra por la sordidez de la que hablábamos. A mí me marcó mucho ‘Cumbres borrascosas’ y ‘Madame Bovarí’… ahí, en esas novelas, me quedaría a vivir.


S.- Corrígeme si me equivoco, hay una foto tuya que muestra un tatuaje del Principito, ¿puede ser?

Sí, sí, lo tengo aquí –señala el omoplato derecho-…


S.- El Principito es una declaración de intenciones…

Sí, El Principito es mi biblia. Enseña uno valores universales de amor al prójimo, de ver el mundo con otros ojos. Tengo siempre presente apuntes de El Principito… lo esencial es invisible a los ojos, lo importante que es el valor de la amistad, cuando cuidas a una persona como él cuida a su rosa la convierte en única… esos valores me apasionan. Como dice el Principito al comienzo, cuando conoces a una persona lo importante no es cuando te habla de tengo dinero o no tengo dinero, sino las palomas en el tejado y las flores en la ventana.


S.- El titular de la entrevista que hicimos con motivo de la publicación de ‘Sangre de Barro’ era ‘Las cloacas del deporte lo son de verdad’… hoy hemos conocido la sanción de tres años a Marta Domínguez y está pendiente la posible prohibición a los atletas rusos de participar en los próximos Juegos Olímpicos… ya lo denunciabas entonces…

Claro, y nadie me ha denunciado. Sabía y sé de qué hablo. Igual que ha salido el caso de Rusia va a salir Kenia, ha salido Bolivia, Ucrania, está en cuarentena España. Es que el cuerpo humano ha dejado atrás ya todos esos récords. Los records son mentira, los pongo todos en cuarentena. Luego me dan por todos los lados, pero es que se trata de una cloaca que apesta. El presidente de la Federación de Atletismo escribió hace dos semanas en el ABC unas declaraciones respondiendo a la escritora Maribel Medina atacándome, pero la realidad es que él hasta ayer seguía defendiendo la inocencia de Marta Domínguez. Como premio además la hacen senadora hasta que avisa a Cospedal de que la van a condenar y entonces anuncian que no va ir en las listas. Aquí lo que pasa es que el deportista que no se dopa recibe menos becas, tiene menos patrocinadores, tiene que trabajar y entrenar a la vez; el otro, el tramposo, es el que tiene una calle dedicada en el pueblo, el que se cuelga las medallas y al que le hacen senador. ¿Estos son los valores del deporte que queremos enseñar a nuestros hijos? ¿Por qué Marta Domínguez no habla?

 

* "Las cloacas del deporte lo son de verdad". Entrevista a Maribel Medina sobre 'Sangre de Barro'.

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