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{CULTURA / LIBROS}

El poeta de la expresión nítida, el cauteloso intimismo y la discreta celebración de la vida

Juan Manuel González Zapatero publica 'El Pasajero'

"Adoro el vino, los seres de feria, la música de organillo y las hogueras en el cielo del amanecer". Este sencillo renunciado, describe Alfonso Martínez Galilea, "es seguramente el corazón de la 'Poética' con que Juan Manuel González Zapatero prologaba su selección de textos en la 'Antología de poesía en La Rioja de 1986'. Y en él aparecen, sin embargo, algunos elementos clave de su modo de hacer: la nitidez de la expresión, el cauteloso intimismo, la discreta celebración de la vida, la fantasía que ilumina y difumina la realidad".

 

Juan Manuel González Zapatero (Pamplona, 1961). Autor de notable precocidad afincado en Logroñño, publicó sus primeros poemas en las revistas Oja y Generación 61, a finales de los años setenta. Fue igualmente el más joven de los integrantes de la 'Antología de Poesía en La Rioja', publicada por el gobierno regional en 1986. Licenciado en Filología y profesor de Lengua y Literatura Españolas, ha ejercido como enseñante durante más de diez años en la Universidad Popular de Logroño y en varios institutos de Enseña Media de nuestra comunidad.

 

González Zapatero ha publicado los libros de poesía 'Sonetos de la piedra negra' (AMG, 1992), 'Grandes inéditos' (Cuadernos del Himen, 1997), 'Sea de ello lo que fuere' (AMG, 2008), 'Recóndita estrella' (UPL, 2016), el de prosa humorística 'El conferenciante mudo' (AMG, 2002). Sus poemas han aparecido en la 'Antología de poesía en La Rioja, 1960-1986' (Gobierno de la Rioja, 1986), 'Seis poetas mayores' (Casa de los Periodistas, 2003) y '14 poetas riojanos en las Jornadas de Poesía en Español' (Cultural Rioja, 2008). Ha colaborado en la prensa, radio y televisión regionales y en las revistas Letras Libres, Calle Mayor, Mangolele, Logroño-Ciudad, Fábula, Sueltos de la Selva Profunda y, más recientemente, en los Sueltos de la Biblioteca Rafael Azcona de Logroño.

"La música, el compás, la eufonía, la rima, en ocasiones, son cualidades esenciales del buen oficio de Juan Manuel González Zapatero -resalta el también poeta Rafeal Pérez Foncea- que ni siquiera huye de formas clásicas como el soneto (pocos libros de poemas tienen tantos como el suyo) o el pareado (Disco Rayado). Como cualidad esencial es también la voluntad de abrir interrogantes sin la soberbia estúpida de responderlos".

 

Lectura y escritura, incógnitas del yo y del otro, amistades y amores han ido tiñendo la obra en marcha del autor de poemas extraordinarios, musicales, sobrios, bien acabados. Emocionados y emocionantes. "En 'El pasajero' domina un cierto tono elegíaco, nunca del todo ausente de la ideación romántica del poeta -destaca Martínez Galilea-, porque Juan Manuel González Zapatero es, sin duda, el más 'romántico' de los poetas de la improbable Escuela de Logroño". Hay, también, en este libro de naturaleza casi antológica (pues incorpora materiales de dos libros previos) poemas inolvidables como 'Aracne', 'Un viejo amor', 'Pequeña elegía' o 'El deseo', "pequeñas fiestas de la música y la inteligencia, en los que el autor adopta un decir mucho más austero y preciso que en sus libros anteriores". En algún sitio Juan Manuel González Zapatero dejó dicho, hace años: "La poesía debería hacernos más reales". "Quizá 'El pasajero» sea un insólito resultado del enigmático programa que parece contener la máxima"./SPOONFUL

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