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{CULTURA / LIBROS}

En las habitaciones de hotel siempre pasan cosas

La actriz Begoña G Hidalgo interpreta 'Suit 306' en los Escenarios Insólitos de Actual

En los hoteles siempre pasan cosas. No siempre tienen que ser malas, pero casi siempre alteran el relato de la vida de los huéspedes. Por eso quizá la gente va a los hoteles, para que le pasen cosas. En ocasiones no es una decisión meditada, en ocasiones nos alojamos en un hotel por las circunstancias, pero es lo mismo… cuando decidimos pasar la noche en un hotel deseamos que nos pasen cosas.


Las habitaciones de los hoteles siempre esconden algo. Un instante antes de entrar en la habitación que te han asignado en recepción ya sabes que allí dentro hay un secreto, una fantasía, se ha cometido un crimen, cerrado un negocio ilegal -e incluso legal-, se han desatado pasiones eternas durante unas horas o realizado promesas que al levantar las persianas se transformaron en quimeras.

 

Cuando se abre la puerta de la habitación 306 del hotel Marqués de Vallejo, ubicado en la intersección de la calle que lleva su nombre y la plazoleta de Hermanos Moroy, eres consciente de que allí está pasando algo. Eres uno de los espectadores de ‘Suit 306’, la obra de teatro que Peloponeso Teatro pone en escena dentro de los Escenarios Insólitos de Actual 2017. Nos convertimos en intrusos y nos parapetamos alrededor de la cama, junto al espejo y la ventana, a penas respiramos. Somos invisibles. Nos hemos colado en la intimidad de una mujer que sale arrastrándose del baño entremezclando llanto y una risa feroz y áspera. Una de esas carcajadas que batallan por demostrar que a pesar de las lágrimas hemos vencido. Estábamos en lo cierto, en la habitación 306 ha pasado algo.
La mujer –la actriz Begoña G. Hidalgo- gatea y choca con todo objeto que encuentra a su paso; con la butaca situada en el rincón, con el puff en el que trata de recostar la cabeza aún con los ojos húmedos y entrecerrados. La sombra de ojos se ha corrido. Los espectadores comienzan a hacerse preguntas. ¿La mujer de la habitación espera a alguien? ¿Espera algo?... quizá sólo desespera. Sin duda vive un momento excepcional. Tropieza con la maleta que un minuto antes ha arrojado furiosa al suelo. Una espectadora está a punto de sostenerla, pero seguimos siendo invisibles –no lo olvidemos- aunque respiremos a escasos centímetros de la actriz.


La mujer se sirve champán y bebe arrodillada junto a la cama, mientras nosotros, los espectadores alojados en otra dimensión, buscamos pistas en la habitación. La cama está deshecha, en la mesilla hay un teléfono blanco, dos botellas de champán –una terminada y otra abierta pero de la que apenas se ha servido un dedo-, dos copas, ropa arrugada sobre la cama, un vestido y un ramo de flores. ¿Serán las flores? ¿Será la nota que ha salido disparada cuando la mujer pateó la papelera? Un anillo aún en el dedo ¿Y en la maleta? ¿en la maleta que hay? La mujer la abre…


Finalizada la obra, ya en la calle, entre sombras y de pie sobre los adoquines de Hermanos Moroy, alguien observa la fachada del hotel. Con las manos en los bolsillos del abrigo parece buscar algo, cuenta con la mirada las balconadas y ventanas. No es nadie o podemos ser todos. Quizá ya sepa que en los hoteles siempre pasan cosas y que en la suit 306 una mujer espera o quizá desespera. Hay quien dice que las habitaciones de hotel tienen un aspecto cercano y familiar.../Javi Muro

 

* Actriz: Begoña G. Hidalgo/dramaturgia: Bernardo Sánchez y Begoña G. Hildalgo/dirección: Gemma Viguera.

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