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Leer es viajar

Celebramos el Día del Libro en Librería Cerezo

Un buen libro, al igual que sucede con los viajes, se inicia en sus primeras páginas con inquietud y expectación y se termina con melancolía. Y es que ya lo dijo una escritora cuyo nombre ahora no logro recordar… para viajar lejos no hay mejor medio de transporte que una apasionante lectura. Hoy se celebra el Día del Libro y es una extraordinaria ocasión para comenzar uno de esos viajes emocionantes y absorbentes que marcan sus escales en páginas y capítulos.

En España, la celebración de una festividad dedicada al libro se remonta al reinado de Alfonso XIII. El monarca firmó el 6 de febrero de 1926 un Real Decreto que fijaba que cada 7 de octubre –en aquel momento se creía que era la fecha de nacimiento de Cervantes- se celebrara la Fiesta del Libro Español. Tan sólo cuatro años después la cita se trasladó al 23 de abril, día del fallecimiento –o entierro, según versiones- del autor del ‘Quijote’. La conmemoración arraigo rápidamente en el país, especialmente en las ciudades universitarias, para años después ir perdiendo fuerza. No fue hasta los años 80 cuando el Día del Libro comenzó a revitalizarse.

El fomento de la lectura, la promoción de la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual son algunos de los objetivos que aún conserva la celebración del Día del Libro. Unos valores que en 1995 fueron asumidos por la UNESCO, que un año después instauró el Día Internacional del Libro. La fecha a elegir en el calendario no ofrecía posibles dudas. La coincidencia quiso –o quizá fuera el destino que custodia a los genios- que Miguel de Cervantes y Willian Shakespeare fallecieran el mismo día del mismo año, 1616; o al menos con escasas horas de diferencia.

En busca de lecturas que recomendar –más allá de ‘El Quijote’ o ‘Hamlet’, que quizá no precisen de incitación- recorremos las estanterías de la Librería Cerezo de Logroño y charlamos con sus libreros. En la conversación surgen títulos y autores; propuestas y opciones variadas que despiertan la curiosidad e invitan a abrir sus páginas en busca de esa señal que te impide dejar de leer.
Así, llegamos a Ignacio Martínez de Pisón y a su última novela, ‘La buena reputación’. “No era la mejor familia del mundo, pero era su familia", apunta la sinopsis. “Samuel y Mercedes contemplan con preocupación el futuro de sus dos hijas ante la inminente descolonización de Marruecos y el regreso de los españoles del Protectorado a la Península. Estamos en Melilla, son los años cincuenta y, en ese contexto de cambio e incertidumbre, el matrimonio decide viajar a Málaga para establecerse en una España que comienza a abrirse lentamente a la modernidad. De la mano de cinco miembros de una misma familia, esta saga recorre treinta años de nuestra historia y transita por ciudades como Melilla, Tetuán, Málaga, Zaragoza o Barcelona. Los deseos e ilusiones de Samuel y Mercedes, de sus hijas y de sus nietos se verán condicionados por secretos inconfesables en una vida que transcurre fugaz e inesperada”.

‘La buena reputación’ es una novela –aseguran los críticos- sobre la herencia que recibimos del pasado y sobre el sentimiento de pertenencia, la necesidad de encontrar nuestro lugar en el mundo.

En la repisa de la estantería, junto al libro del escritor aragonés, llama la atención ‘Días de Nevada’. Lleva la firma de Bernardo Atxaga y es la historia de un escritor que viaja a Nevada, Estados Unidos, entre agosto de 2007 y junnio de 2008. Es también mucho más. “Es un relato en que lo vivido, el instante real, se mezcla con recuerdos, imágenes, sueños y evocaciones; en el que el paisaje árido y hostil del desierto y el verde, rojo y fucsia de los casino de la ciudad de Reno conducen al narrador al paisaje más íntimo del País Vasco”. Así, ‘Días de Nevada’ es una historia construida de historias que nos muestra como cada experiencia, cada vínculo creado, permanece imborrable y nos convierte en lo que somos.
La portada en rojo de ‘!Haydoke Vive!’ resalta poderosa entre los libros con los que comparte espacio. Edward Abbey escribió esta novela en 1989 –publicada de forma póstuma-, en la que decidió reunir de nuevo a los ya míticos héroes de su anterior aventura ‘La banda de la Tenaza’, considerado un clásico de la contracultura americana. Un libro que desde su publicación en 1975 se convirtió en biblia del activismo y la resistencia –más o menos pacífica- y un canto renovado a la desobediencia civil.

Ahora, cuando todo el mundo da por perdido al ‘vengador del desierto, George W. Hayduke III, el verdadero héroe de ‘La banda de la Tenaza’ –la temible pandilla del eco-sabotaje contra los saqueadores de la Madre Tierra- la pregunta es: ¿Volverá para continuar la lucha contra el desarrollismo sin sentido que les roba el aire que respiran entre Utah y Arizona? ¿Le acompañaran sus antiguos amigos de correrías, ahora entre pañales tras haber domesticado sus vidas?

Por el contrario, ‘Lejos de Ghana’ es la primera novela de Tiye Salesi, autora inglesa de origen africano, o como ella misma se describe, afropolitana; es decir joven contemporánea urbana de raíces africanas y mentalidad intercultural o mestiza. Hay quienes la consideran la Zadie Smith de su generación.

‘Lejos de Ghana’ surge avalada por la crítica y por autores como Toni Morrison y Salman Rushdie. El protagonista es un cirujano ghanés, casado y con 4 hijos, que triunfa en Estados Unidos hasta que un desengaño profesional lo lleva al fracaso que no soporta. Abandona a su familia, huye a Ghana donde construye la casa de sus sueños y una nueva familia. Hasta que su repentina muerte reunirá a toda su familia, la americana y la africana en Ghana, que es donde se desarrolla gran parte de la novela. Son muchas historias que recrean un interesante retrato de la África profunda, exótica. En el velatorio se reúnen de nuevo Fola, la madre; Olu, el ambicioso primogénito; los mellizos Taiwo y Kehinde; y la menor, la inteligente pero atribulada Sadie. Cada uno lleva consigo su propio dolor, y el obligado encuentro hará salir a la luz la historia de su alejamiento: las heridas emocionales, las mentiras, los errores cometidos en nombre del amor. Así, las vivencias de los protagonistas se entrelazan en una historia sobre la dispersión de una familia, que abarca diversas generaciones y culturas, desde África occidental hasta Nueva Inglaterra, desde Londres hasta Nueva York.
Siguiendo con la familia como tema narrativo, dicen que todas las familias tienen sus miembros extraños. Son aquellos individuos de quienes sólo se conserva unas pocas noticias dispersas en el tiempo, pero a los que sin embargo, se alude con cierta frecuencia cuando se habla de enigmáticos sucesos, oficios peculiares o, simplemente, por su singular personalidad. “Rostros huidizos –apuntan desde la editorial de ‘Los extraños’-, muchas veces situados en la frontera del olvido definitivo”.

El escritor Vicente Valero ha decidido rescatarlos y saciar la curiosidad que planea sobre esas personas. “Esa curiosidad que proviene de los relatos inconexos escuchados desde la infancia”. El autor reúne en este extraordinario libro a cuatros de sus extraños para intentar reconstruir, mediante recuerdos e investigaciones, la trayectoria de cada uno de ellos, sus ambiciones y fracasos, sus sueños y fracasos. También, para tratar de determinar el motivo principal de su extrañeza y, en consecuencia, de su alejamiento.

La actualidad también tiene cabida en los estantes de la librería. Ahí surge ‘Partir para contar’, la aventura de supervivencia narrada por Mahmud Traoré –protagonista en sus propias carnes- y Bruno Le Dantec. ‘Partir para contar’, editada por Pepitas de Calabaza, cuenta la historia de Mahmud Traoré. Dedicó más de tres años de su juventud a llegar a Europa, en un viaje que le llevó a través del Sahel, el Sáhara, Libia y el Magreb. El final de esta odisea moderna llegó el 29 de septiembre de 2005, cuando participó en el asalto colectivo a la frontera de Ceuta, un hecho que tuvo una gran repercusión en su momento. Aunque su viaje no terminó ahí.
“El relato de esta aventura —contado por Mahmud Traoré y escrito por Bruno Le Dantec, apuntan desde la editorial— pone al desnudo la realidad de la vida errante de un migrante clandestino, una vida marcada por apaños, esperas, extorsiones y brutalidades, pero también por la ayuda mutua y la valentía. Aquí se desvela el funcionamiento de los centros de internamiento, los guetos y otros campamentos improvisados en los que los migrantes reinventan una organización social a la vez precaria y llena de contradicciones”.

Hasta ahora ningún libro había retratado con tanta precisión la realidad subterránea que viven los clandestinos, sin estigmatizar ni idealizar a estos hombres y mujeres que han tenido la flaqueza de creer en la libertad de circulación de las personas.
Vicente Muñoz Puelles es el autor de ‘La voz del árbol’. Nació en el año 1948 en Valencia. Tiene publicadas diecisiete novelas para adultos. Una de ellas, Sombras paralelas, ha sido llevada al cine. Ha recibido varios premios: La Sonrisa Vertical con ‘Anacaona’ (1980), el Premio Azorín con ‘La emperatriz Eugenia en Zululandia’ (1993) y el Alfons el Magnánim de narrativa (2002) con ‘Las desventuras de un escritor en provincias’. En 1999, ganó el Premio Nacional de Literatura Infantil con ‘Óscar y el león de Correos’, y en el 2004 el I Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil con ‘El arca y yo’. En 2005, con ‘La perrona’, obtuvo el Primer Premio Libreros de Asturias. Muñoz Puelles es también traductor de Fenimore Cooper, Joseph Conrad y Georges Simenon, ha realizado ediciones críticas y apéndices de autores como los anteriormente citados y Arthur Conan Doyle, H.G. Wells, Mark Twain, Nathaniel Hawthorne o Jules Verne.

Ahora, regresa con una nueva novela infantil/juvenil, ‘La Voz del árbol’, ganadora del Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil. ‘La voz del árbol’ es la historia de un misterio literario. Virginia vive en el campo con su familia, rodeada de animales y plantas. La convivencia con la perra Laika, la rana Renée, el hurón Hugo o el pájaro Grip es tan natural como con cualquiera de sus hermanos. Los animales parecen ser un miembro más de la familia. Pero ese verano, Virginia descubre algo muy especial: una cabaña en un árbol en la que van apareciendo libros de forma misteriosa. ¿Quién los deja ahí? ¿Por qué?

En el ámbito de la literatura infantil y juvenil se sitúa también ‘El tesoro de la barracuda’, de Llanos Campos. El protagonistas de la historia es Chispas, un grumete de once años, que cuenta las aventuras que vive a bordo del Cruz del Sur, el navío del capitán Barracuda, en busca del tesoro del legendario Phineas Johnson Krane. El pirata Krane había dejado enterrado un libro donde daba pistas sobre el paradero de sus riquezas. Por esta razón la tripulación del Cruz del Sur decide aprender a leer. La cuestión es ¿Conseguirán dar con el tesoro?

Hablando de tesoros, ‘Pequeño pájaro de tierra’ es una joya al alcance de los más pequeños. El cuento escrito por Oliver Scherz e ilustrado por Eva Muggenthaler habla de retos y sueños que se cumplen cuando se desean con determinación. “Yo quiero volar”, dice el pequeño topo. Pero todo el mundo sabe que los topos no pueden volar. Sin embargo, los deseos del topo por volar son tan grandes que no cesa en su intento hasta convertirse, al final de una gran aventura, en un pájaro de tierra.
El humor gráfico también tiene su espacio entre las recomendaciones de los libreros de Cerezo. ‘El libro de los 50 años de Forges’ es una joya elaborada por un experimentado artesano que ha sabido aunar trabaja, talento y magia en su obra. ‘El libro de los 50 años’ es una obra antológica que reúne una selección de los mejores dibujos de Antonio Fraguas, Forges, un extraordinario artista que lleva diez lustros convertido en una delicia cotidiana; genio del día a día.

‘El Libro de los 50 años’ quiere ser también un homenaje al dibujante y a Forges como persona, que recoge un catálogo de anécdotas, venturas y desventuras, dibujos inéditos y un sinfín de trazos y palabras ‘forgianas’.

Parece demostrado que las librerías se muestran como extraordinarias agencias de emocionantes viajes para todos los gustos. ‘Escribimos –o leemos- para poder vivir la vida de otros”, decía Ray Loriga hace unos años en una entrevista… /Javi Muro