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{TURISMO / GASTRONOMíA}

Nociones básicas para disfrutar del vino como el tesoro que puede ser

La exposición 'La parafernalia del vino' se ubica dentro del programa 'El Rioja y los 5 Sentidos'

Alguien dijo que una copa de vino en el momento oportuno vale más que todas las riquezas que uno pueda imaginar. Y puede ser cierto, aunque existen una serie de claves a combinar adecuadamente que permiten que el fruto de la uva llegue al paladar transformado en ese tesoro que ya anunciaba antes de ser embotellado. Y es que antes de culminar ese instante determinante en que saboreamos un Rioja debemos saber cómo elegir un vino u otro, cómo debemos conservar el vino en casa, su relación con la mesa y cómo servirlo en la copa. Ese es el objetivo de la exposición ‘La parafernalia del vino. Saberes del Rioja’, que puede visitarse en la plaza del Ayuntamiento de Logroño dentro de las actividades del mes de junio en el programa de ‘El Rioja y los 5 Sentidos’.


‘La parafernalia del vino’ ofrece información práctica sobre cómo elegir, guardar, descorchar o servir el vino. En definitiva datos que ayudarán a quien se acerque a la muestra –una carpa de 300 metros cuadrados- a disfrutar del un buen Rioja, por ejemplo. La exposición está organizada en cuatro ámbitos diferenciados. La primera sala está dirigida a ‘cómo elegir un vino’ y entre una extraordinaria colección de varios centenares de botellas, es posible plantearse cuestiones cómo el contexto, en qué situaciones nos podemos encontrar eligiendo un vino. Entonces surge el momento de saber elegir, “comprar lo que ves o lo que sabes”. Nos fijamos en la información que ofrece la etiqueta o la añada, que indica la calidad de la cosecha en un año concreto. Y por supuesto, comienzan a entrar en acción nuestros sentidos y preferencias, el color del vino y su condición temporal, jóvenes crianzas o reservas llaman nuestra atención.

 

Ha sido, como resalta el consejero de Agricultura del Gobierno de La Rioja, Iñigo Nagore, un primer paso para saber cómo acercarse al vino y obtener unos conocimientos básicos sobre cuál comprar o cómo consumirlo. En la sala contigua, la exposición aborda qué hacer cuando la botella ya está en casa. El tiempo cobra protagonismo. El tiempo adecuado para consumir cada vino –ya sean jóvenes o crianzas- desmitificando un envejecimiento temerario que puede provocar su declive. Lo vinos más aptos para el envejecimientos suelen ser los que ha sido sometidos a la crianza en barrica, siempre teniendo presente que no todos evolucionan igual. Surgen vectores de conservación como la temperatura o la humedad, como la existencia de un espacio disponible para que las botellas reposen en posición horizontal, recordando que la cocina es, sin ninguna duda, uno de los peores lugares de la casa para conservar el vino. El recorrido pausado de la exposición te va regalando las pautas precisas para acertar.
Dos mesas redondas para ocho comensales ocupan el espacio principal. Junto a las copas unas pantallas ocupan el espacio destinado a los platos. El menú electrónico recuerda la temperatura a la que debe servirse el vino –un error tiene un impacto significativo en el sabor-, también la importancia de la decantación, que lo airea los posos, y cómo se debe conservar la botella una vez abierta.


El recorrido por ‘La parafernalia del vino’ concluye en la sala dedicada a la copa, al vino en la copa concretamente. El último ámbito de la exposición invita a perder el miedo a la cata, que en definitiva no es sino probar algo para percibir su sabor e identificarlo; reconocer colores y olores y asociarlos a los ya conocidos haciendo protagonistas a nuestros sentidos, la vista, el olfato y el gusto.


El pasado año ‘La parafernalia del vino’ recibió la visita de más de 3.000 personas. Ahora, abre de nuevo sus puertas y podrá visitarse hasta el 30 de junio, en horario de 12 a 15 horas y de 18 a 21. La muestra apuesta por el equilibro entre un lenguaje directo, el grafismo y los recursos audiovisuales y utensilios con los que los visitantes podrán interactuar. Las visitas serán guiadas y será preciso realizar una reserva previa e integrarse posteriormente en los grupos de quince personas que recorren la exposición acompañados por monitores especializados. Un recorrido de cuarenta minutos para descubrir el truco que convierte un buen vino en un tesoro./Javi Muro

 

* Fotografías: Rafael Lafuente/La Rioja Capital

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