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{VIVIR / VIDA EN LA CIUDAD}

El buen periodismo y la fotografía de Ingrid Fernández

'No son cifras, son personas' ha sido la imagen ganadora del VIII Concurso de Fotoperiodismo

La fotografía de Ingrid Fernández es puro periodismo; es la autenticidad de ir, ver y contar. Aúna los valores básicos del mejor oficio del mundo -que designara García Márquez- y tantas veces denostados en un cambalache de comunicados y declaraciones sin derecho a preguntas. Era abril del pasado año y el coronavirus transitaba en forma de enemigo silencioso, invisible y letal. Retratar al bicho no era tarea sencilla. Era preciso acercarse y mostrar los estragos que provocaba allí donde había constancia de su presencia. Ingrid, como muchos otros fotógrafos de prensa, se aproximó todo lo que las restricciones le permitieron y captó una imagen icónica que muestra, que cuenta, qué sucedió en aquellos primeros meses de pandemia, cuando la enfermedad mantenía las incógnitas sin despejar, cuando la incertidumbre vencía por goleada a las certezas, cuándo incomprensiblemente se desató una competición comparativa sobre qué ciudad, comunidad autónoma, o país registraba más infectados, más muertos por coronavirus. Crispación política que por muchas páginas que ocupe hace tiempo que no es noticia. ‘No son cifras, son personas’, recuerda el pie de foto que acompaña la fotografía de Ingrid. Aquel 16 de abril, cuando pulsó el disparador de su cámara, La Rioja registraba ya 280 personas fallecidos por Covid-19, 280 personas muertas, 280 familias rotas por su propio dolor. Todas y cada una de esas personas, todas y cada una de esas familias -probablemente, las afectadas posteriormente también- están retratadas en la fotografía de Ingrid; ocupan el espacio aparentemente vacío entre la sábana y la camilla, que preparan de nuevo los operarios de los Servicios Funerarios del Hospital San Pedro de Logroño.

 

En el vacío que crea el arco de la sábana tensada en el aire por el tirón de las manos de los sanitarios sobre la línea rígida y severa de la camilla está reflejado el penúltimo fallecido y el siguiente; por que entonces parecía inevitable que hubiera un siguiente y otro; en el vacío aparecen retratados los temores de todos, nuestros miedos, en aquel momento de enormes dudas, de esperanza en entredicho.

Ingrid no utilizó la cámara como escudo, muy al contrario, fue el arma imprescindible para contar la realidad; un realidad sutil y precisa; una realidad dura, tan dura como la propia realidad de aquellos días. ‘No son cifras, son personas’ rebosa información y contenido emocional del que deja marca. Como la propia fotógrafa cuenta, “hubiera preferido no tener que hacerla”. La fotografía de Ingrid es periodismo del bueno y conservará su impacto con el tiempo; porque cuenta, por que ayudó y ayudará a las personas a ver qué sucedió./Javi Muro

 

*‘No son cifras, son personas’ ha sido galardonada con el primer premio en el VIII Concurso de Fotoperiodismo de la Asociación de Informadores Gráficos de La Rioja y el Parlamento regional.

*El segundo premio ha sido para la fotografía de Justo Rodríguez sobre el regreso de las visitas a las residencias de personas mayores tras el confinamiento.; mientras que el tercer galardón ha recaído en la imagen de Fernando Díaz en la que retrata las consecuencias económicas y sociales de la pandemia.

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