{CULTURA / EXPOSICIONES}

La poética del negro

Chema López expone en Galería Paula Alonso de Madrid 'Ejecución en efigie'

Chema López se acerca en ‘Ejecución en efigie’ a la violencia de la imagen, a la pulsión entre larepresentación y el significante –lo real. López pone de manifiesto con este título que no existe, ni existió, un periodo en el que “la cosa en sí” y su representación hayan estado escindidas; también que la violencia que se ejerce sobre una se ejerce sobre la otra. La obra reflexiona sobre la construcción de lo ideológico basado en el principio de reversibilidad entre el bien y el mal y su propia legitimación del poder.

Tal y como apuntan desde la Galería Paula Alonso, “A lo largo de los últimos años, Chema López ha producido cuya obra no ha sido la instalación de unos discursos específicos, sino también el cuestionamiento de la mirada especifica”.

Así, describen, que López demuestra que no hay nada ‘despejado’ en nuestra mirada, que mirar una imagen es ya, por sí mismo, participar en unas relaciones de poder específicas y en un régimen escópico determinado, así como una cita; o, mejor dicho, una actividad que se presta a la cita, que convoca -al modo de los ‘fantasmas’ que presidían su última exhibición en Valencia, en 2014- presencias, una serie de ecos en los que el espectador puede indagar para asumir la actitud de alerta y de sospecha que están implícitas en la idea de una estética de la resistencia.
La poética del negro, como así lo llama Carlos Delgado en ‘Chema López y la estrategia del robo’ y que resulta visible en toda su producción y que se asocia a la idea de lo obscuro y del miedo, es en ‘Ejecución en efigie’ donde el mal como representación del poder toma forma a través de la hoguera, fuego que condena al hombre en ausencia, su representación como sustituto.

Desde la galería madrileña resaltan que en ‘Ejecución en efigie’ “nos acercamos a la dualidad (ambigüedad) en cuadros como ‘El fin de la representación’, ‘Autorretrado de Ada con extra’, ‘Los años del plomo’ o ‘El límite’, donde el autor obliga a quien observa a construir una narración paralela y a quitarnos las moscas de los ojos”./SPOONFUL

«Oye, Havermeyer, ¿tengo moscas en los ojos?»,
pregunta Appleby. «¿Roscas?», se sorprende Havermeyer.
«No, moscas»,le corrige Appleby. «¿Moscas?», vuelve a
parpadear Havermeyer. «Sí, en los ojos», insiste Appleby.
«Debes de estar loco», le responde el otro. «No, no estoy loco.
El que está loco es Yossarian. Sencillamente dime
si tengo o no moscas en los ojos. Vamos. No voy a
desmayarme del susto»,le ruega Appleby.

Patricio Pron

•    Hasta el 28 de marzo. Galería Paula Alonso. Lope de Vega 29. Madrid.