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{CULTURA / FOTOGRAFíA}

Transiciones, diez años que transformaron Europa

Las imágenes de la colección de Nicolás Motelay se exponen en el CBA dentro de PhotoEspaña

En 1979, Margaret Tatcher es elegida Primera Ministra del Reino Unido; diez años después, en 1989, se derriba el muro de Berlín. 'Transiciones', a través de las fotografías de la colección de Nicolás Motelay, invita a reflexionar sobre esos diez años que trastornaron a Europa. Un década paradójica, "que puede caracterizarse por su apertura, y una capacidad de innovación que se tradujo en el desarrollo vertiginoso del sector bancario -coloquialmente el inicio del sueño-, pero también por el incremento del desempleo y el desmantelamiento del Estado providencial nacido en la postguerra". Así presenta la muestra que acoge el Círculo de Bellas Arte de Madrid, dentro del programa de PhotoEspaña 2016.


Al cabo de estos años de transición cesó el enfrentamiento entre las dos superpotencias mundiales; muchas fronteras geográficas, económicas, culturales, políticas, morales y estéticas se abrieron y la crisis en su acepción económica entró en el vocabulario y la vida de la gente. "No es exagerado afirmar que estos años de transición también marcaron la desaparición definitiva de las fronteras entre la fotografía y las demás manifestaciones artísticas". Así,
las imágenes de Chris Killip o de Graham Smith remiten a la Inglaterra del norte, que no conoce la prosperidad prometida a las clases medias de la era thatcherian. Como menciona Susan Kismaric, curadora del Museo de Arte Moderno de Nueva York, quién en los noventa hizo una revisión de la fotografía inglesa de esta década, “el peso emblemático de cada imagen representa la incapacidad de los gobernantes para luchar contra la terrible realidad de la Inglaterra post industrial”. Smith, comprometido y arraigado, retrata a sus conocidos en su ciudad natal y reivindica lo documental. Con él, lo íntimo se vuelve público.


Martin Parr es uno de los primeros en mostrar en sus imágenes el paso de una economía industrial a una sociedad de servicios, gracias a la práctica que denomina 'documental conceptual'. "El espectador tiene la impresión de inmiscuirse en la intimidad de las familias o de los grupos que desfilan o posan frente a su lente. El color aporta un efecto de verdad".


Pero, ¿acaso el color traduce mejor las cosas cotidianas? Paul Graham y Peter Fraser contestan esta pregunta: el primero, en calidad de documentalista conceptual con su serie The Great North Road (La gran carretera del norte); y el segundo, como pintor de lo cotidiano, con un libro cuyo título se antoja un manifiesto: Two Blue Buckets (Dos cubetas azules).

 

En 1970 se publica un libro titulado 'Anonyme Skulpturen, Eine Typologie technischer Bauten' (Esculturas anónimas, una tipología de construcciones técnicas). Lo firman Bernd y Hilla Becher. Ciento noventa y cuatro fotografías en blanco y negro, tomadas frontalmente, muestran elementos de lo que podría considerarse el paisaje de una sociedad industrial, en transición hacia lo que aún no se nombra como la sociedad de la información. Las construcciones que retratan ya son ruinas.


A partir de la enseñanza de los Becher, nace en la escuela de Bellas Artes de Düsseldorf, entre 1976 y 1996, lo que se bautizará como 'la escuela de Düsseldorf', un grupo de fotógrafos que, rápidamente, conocerán un gran éxito. Los preceptos de sus profesores —neutralidad emocional, obediencia a la actividad documental del fotógrafo así como a los signos vernáculos que puede registrar su cámara, recurso de la serie— y el dispositivo utilizado —cámara de gran formato, toma frontal— encuentran expresiones distintas entre los alumnos. Candida Höfer, Axel Hütte, Tata Ronkholz, Thomas Ruff, así como Laurenz Berges con sus imágenes de firmas, automóviles o carros de supermercados, perdidos en el entorno periurbano, son algunos de sus representantes.


El Muro

Paradójicamente, los años ochenta también fueron años de apertura. Al tiempo que engendraban la crisis, muchas esperanzas florecieron hacia el final de la década, entre las cuales destaca la caída del muro de Berlín. Desde finales de los años sesenta, Boris Mikhaïlov retrata al 'hombre rojo': el pueblo que vive al otro lado de lo que fue el muro de Berlín, en Ucrania, antiguamente situada en la URSS.
A la serie 'Suzi et cetera' (ca. 1980), donde el tiempo de antes exhibe su tedio, sucede, en 1986, la serie 'Salt Lake' (Lago salado) en la era de Chernóbil, la gente se baña en un lago cuyas aguas solían ser apreciadas por su salubridad, incluso por sus virtudes terapéuticas, en mancilladol entorno degradado, vuelto ni más ni menos una zona industrial. Después vino la serie de 1993 'At Dusk' (Al crepúsculo), impresa en azul, que registra con una cámara panorámica de fabricación local el paso de una humanidad ruinosa por las calles de Kharkov, marginada por la transición (originalmente denominada perestroika o reconstrucción) en los últimos momentos de la era soviética.


Las mujeres de pueblo sacadas de otro tiempo que retrata Sergey Chilikov en un baldío, al pie de un camión del ejército, al estilo de Répine, caminan en el lodo de un mundo desmoronándose. Pero nuevas preocupaciones atraen a los artistas antiguamente soviéticos Andrey Chezhin y Vladimir Kupriyanov, los juegos formales se afianzan simplificándose, invitan a meditaciones en las que la historia resurge. El pasado no pasa.../SPOONFUL

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